?De qu¨¦ se r¨ªen? ?Por qu¨¦ callan?
No me refiero a quienes creen sino a quienes saben, a los autores pol¨ªticos e intelectuales del desaguisado
Veo en el peri¨®dico una foto de Josep Rull y Elsa Artadi, significados dirigentes nacionalistas catalanes, ri¨¦ndose la mar de contentos. ?De qu¨¦ se r¨ªen?
Me acuerdo de un viejo poema de Mario Benedetti. Iba dirigido a un hipot¨¦tico ministro que se re¨ªa (se?or ministro de lo imposible, le llamaba). ¡°Vi en pleno gozo / y en plena euforia / y en plena risa / un rostro simple¡±, dec¨ªa Benedetti. Y entonces, repetidamente, se preguntaba: ¡°?De qu¨¦ se r¨ªe, de que se r¨ªe?¡±
?De qu¨¦ se r¨ªen Rull y Artadi? ?De qu¨¦ se r¨ªen los que tanto han contribuido a empujar a Catalu?a por una peligrosa pendiente hacia la decadencia a base de mentiras y enga?os? No hablo, claro est¨¢, del ciudadano medio, arrebatado por la emoci¨®n que le produce la independencia, abducido por la idea de separarse al fin de Espa?a, fuente de todos los males. No me refiero a los catalanes que esto creen sino a quienes desde su autoridad en materias pol¨ªticas, econ¨®micas, jur¨ªdicas, hist¨®ricas o culturales, les han convencido de todo ello. No me refiero a quienes creen sino a quienes saben, a los autores pol¨ªticos e intelectuales del desaguisado.
Los pol¨ªticos los conocemos, son los que se r¨ªen en las fotos, Rull, Artadi y tantos otros. Menos conocidos son los autores intelectuales, est¨¢n m¨¢s en la penumbra, son aquellos que aseguraron un proceso hacia la independencia sencillo, r¨¢pido, beneficioso. Ahora se reconoce que nada es sencillo ni r¨¢pido, que el camino emprendido est¨¢ sembrado de errores, que el derecho a decidir no existe, que se enga?¨® a los catalanes dici¨¦ndoles que Espa?a les robaba utilizando unas cuentas de las balanzas fiscales que despu¨¦s se ha demostrado que eran cuentos, puros cuentos.
?Por qu¨¦ callan ahora los economistas que avalaron estos falsos datos, todos ellos doctorados por Harvard o por el MIT, que abusaron del prestigio que le daban sus t¨ªtulos? ?No sab¨ªan que las balanzas fiscales estaban mal contabilizadas, que se ir¨ªan miles de empresas, que las inversiones extranjeras se paralizar¨ªan, que no se permanecer¨ªa en la UE, que ning¨²n Estado extranjero reconocer¨ªa a una hipot¨¦tica Catalu?a independiente? Claro que lo sab¨ªan, todo es muy elemental. Lo sab¨ªan y mintieron. ?No nos deben una explicaci¨®n los profesores Pol Antr¨¢s, Carles Boix, Jordi Gal¨ª. Xavier Sala y Mart¨ªn, Jaume Ventura y tantos otros, que ahora se esconden y callan?
Benedetti acaba su poema sobre el ministro de lo imposible ech¨¢ndole en cara que es ¡°el palo mayor / de un barco que se va a pique¡±. Y, una vez m¨¢s, le pregunta: ¡°ser¨¢ curioso, se?or ministro, [saber] de qu¨¦ se r¨ªe, de qu¨¦ se r¨ªe¡±.
Se r¨ªen de nosotros, est¨¢ claro.
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