Carlos de Inglaterra, mani¨¢tico y envidioso
Una biograf¨ªa no autorizada desvela que el pr¨ªncipe tiene celos de su hijo Guillermo, viaja con su propia cama y con su papel higi¨¦nico favorito
Carlos de Inglaterra tard¨® a?os en recuperar su imagen tras el da?o sufrido por las confesiones de Diana Gales, en las que cont¨® c¨®mo su marido le fue infiel con Camilla Parker Bowles durante a?os. El trabajo del gabinete de expertos que contrat¨® el heredero puede esfumarse en cuanto salga a la luz el nuevo libro de Tom Bower, Rebel Prince: The Power, Passion and Defiance of Prince Charles,?una biograf¨ªa no autorizada, que se publicar¨¢ el pr¨®ximo jueves.?Bower, que ha escrito las biograf¨ªas del fundador de Virgin, Richard Branson, del hist¨®rico patr¨®n de la F¨®rmula 1 Bernie Ecclestone, de los ex primeros ministros Tony Blair y Gordon Brown, y de Mohamed Al Fayed, el padre del novio de Diana de Gales, Dodi Al Fayed, presenta al hijo de Isabel II como un hombre envidioso y mani¨¢tico.
La envidia es el sentimiento que marca la relaci¨®n de Carlos con su hijo mayor. Seg¨²n Bower, la conexi¨®n del pr¨ªncipe con Guillermo y Enrique se tens¨® durante su divorcio de la princesa Diana. El pr¨ªncipe piensa que "Diana envenen¨® las mentes de los ni?os". Despu¨¦s de su muerte en 1997, "los hermanos tuvieron que lidiar con una avalancha continua de revelaciones p¨²blicas sobre las relaciones ad¨²lteras de sus padres", escribe Bower. El eventual matrimonio de Carlos con su amante, Camilla, duquesa de Cornualles, no ayud¨®; su presencia "fue un recordatorio constante del tormento de su madre". Seg¨²n la versi¨®n del escritor, los hermanos incluso entraban en su casa de Clarence House "a trav¨¦s de los cuartos de los sirvientes, para evitar tanto a su padre como a Camilla".
La llegada de Kate a la vida de Guillermo tambi¨¦n marc¨® la relaci¨®n entre padre e hijo. Carlos temi¨® que el p¨²blico les ignorara a ¨¦l y a Camilla en favor de Guillermo y Kate. Su preocupaci¨®n fue aparentemente respaldada cuando el gobierno de Canad¨¢ le pidi¨® que pospusiera un viaje al pa¨ªs hasta que su hijo y su nuera lo visitaran en septiembre de 2016. Camilla, sin embargo, no compart¨ªa esta preocupaci¨®n. Cuando las personas a su alrededor le hablaban de Kate como quien se convertir¨ªa en la primera reina plebeya, Camilla los correg¨ªa: "Esa, soy yo".
Esos celos que Bower describe en Carlos llegan a afectar las relaciones con la familia Middleton. Guillermo pidi¨® a su abuela la reina que interviniera cuando el pr¨ªncipe de Gales falt¨® al respeto a Carole, la madre de Kate, durante unas vacaciones de Navidad. Los duques de Cambridge llevaron a sus hijos a pasar las fiestas con los Middleton en Bucklebury en lugar de con la realeza en Sandringham. Carlos de Inglaterra interpret¨® que estaban disfrutando de una relaci¨®n cercana con sus nietos a su costa. Los cortesanos leales a Carlos comenzaron a desairar a Carole Middleton durante algunas reuniones y Guillermo, enfurecido, plante¨® el asunto a la reina, que invit¨® al matrimonio Middleton a Balmoral, donde ella dispuso que una c¨¢mara los grabara mientras la soberana conduc¨ªa su coche por la finca con los suegros de su nieto a bordo.
Fuentes entrevistadas por Tom Bower hablan de la afici¨®n del pr¨ªncipe Carlos por el lujo, incluyendo su preferencia por los aviones y los trenes privados. Asegura el bi¨®grafo que es una forma de venganza contra su padre, el pr¨ªncipe Felipe, quien insisti¨® en que su hijo mayor asistiera a la Gordonstoun School en Escocia, en lugar de a Eton.
As¨ª, el libro cuenta ejemplos de los excesos del heredero. tales como cuando Carlos de Inglaterra envi¨® muebles para dos habitaciones antes de la visita de una noche a casa de unos amigos en el campo. Bower afirma que mand¨® un cami¨®n para transportar todo el contenido de las habitaciones de ¨¦l y de su esposa: cama, ropa de cama, inodoro, licor, agua embotellada, algunos cuadros y hasta el papel higi¨¦nico ¨CKleenex Premium Comfort¨C. Tambi¨¦n llev¨® su propia comida org¨¢nica y c¨®cteles. Bower se?ala, sin embargo, que la reina come lo que le sirvan sus anfitriones. Cada vez que el pr¨ªncipe Carlos viaja, lo hace acompa?ado de un mayordomo, dos ayuda de c¨¢mara, un chef, su secretario privado, un mecan¨®grafo y un s¨¦quito de guardaespaldas.
Tambi¨¦n el heredero de la corona brit¨¢nica es inusualmente particular sobre el cuidado de los jardines en su casa de Highgrove. Debido a que se niega a usar pesticidas, contrat¨® en una ocasi¨®n a cuatro jardineros para que viajaran acostados boca abajo, en un remolque arrastrado por un Land Rover de movimiento lento para ir as¨ª arrancando las malezas.
Natalie Forster, secretaria de prensa del pr¨ªncipe Carlos, se ha negado a hacer comentarios sobre el libro de Bower, del que The Daily Mail ha hecho una prepublicaci¨®n.
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