C¨®mo resumir 200 a?os de historia de la moda en un desfile
Brooks Brothers, la firma que visti¨® a Lincoln, Kennedy y Warhol, celebra sus primeros dos siglos de vida con muchos planes de futuro
Celebrar dos siglos de trayectoria no es tarea f¨¢cil. Solo lo hacen los edificios, las instituciones, las naciones y algunas, muy pocas, empresas. Y una de ellas es Brooks Brothers, la firma de moda que naci¨® en 1818 en un Nueva York que poco tiene que ver con el de ahora, pero que ya entonces daba cabida a un innovador modelo de negocio: la moda lista para llevar. Sin esperas, ni medidas, ni largos procesos de sastrer¨ªa a medida. "Hay una declaraci¨®n del fundador de la firma que me parece fascinante", afirma ahora Luca Gastaldi, Consejero delegado para Europa, Oriente Medio y ?frica de Brooks Brothers. "En aquella ¨¦poca las marcas eran m¨¢s elitistas, y ¨¦l dec¨ªa que su voluntad era ofrecer un producto de calidad a un precio adecuado. Y es bastante impresionante que el concepto de "precio adecuado" ya fuese formulado en 1818".
El resultado de estos dos siglos de historia se plasm¨® en el acontecimiento que refleja esta filmaci¨®n. Un majestuoso desfile de moda celebrado en el Salone del Cinquecento del Palazzo della Signoria de Florencia, posiblemente una de las estancias m¨¢s historiadas y prestigiosas de la ciudad italiana. Bajo una b¨®veda llena de frescos renacentistas ¨Cbajo algunos de ellos los especialistas creen haber detectado huellas de Leonardo da Vinci¨C un ej¨¦rcito de modelos desfil¨® con una banda sonora interpretada por la Filarm¨®nica Italiana e inspirada en los grandes himnos de Nueva York.
A fin de cuentas, la Gran Manzana es inseparable de esta firma cuyo origen fue una peque?a tienda fundada en 1818. Con el tiempo adquiri¨® fama en el ¨¢mbito de la moda masculina y gan¨® m¨¢s de un cliente ilustre. Si otras firmas cifran su ¨¦xito en influencers, los que han acudido durante dos siglos a vestirse a Brooks Brothers pertenecen a una categor¨ªa aparte: Cuando fue asesinado, el presidente Abraham Lincoln vest¨ªa una capa negra de la marca cuyo forro llevaba bordadas las palabras ¡°One nation, one destiny¡±. John Fitzgerald Kennedy tambi¨¦n era un cliente habitual de la firma. Y, cuando cobr¨® su primer sueldo por una campa?a publicitaria, Andy Warhol se plant¨® instant¨¢neamente en Brooks Brothers para adquirir un surtido completo de camisas blancas e id¨¦nticas, a las que fue fiel durante toda su vida.
Precisamente la camisa ha sido una punta de lanza para la casa, especializada desde sus inicios en forjar ese conjunto de prendas c¨®modas, elegantes y con sentido pr¨¢ctico que para muchos son indistinguibles del estilo norteamericano. M¨¢s c¨®moda y relajada que la inglesa, y m¨¢s deportiva que la italiana, la silueta que varias generaciones de estadounidenses han vestido surgi¨® en buena parte en los talleres de esta empresa. Entre sus logros, por ejemplo, est¨¢ la camisa abotonada. En una ¨¦poca en que colocar un bot¨®n en las palas del cuello de una camisa parec¨ªa algo extravagante, Brooks Brothers se atrevi¨® a hacerlo con el objetivo de hacer la vida m¨¢s f¨¢cil a sus clientes m¨¢s deportistas. Desde entonces es un b¨¢sico en el repertorio de la firma, y representa la vocaci¨®n de calidad, comodidad y precio adecuado que caracteriza a su trayectoria.
Por todo ello, el desfile florentino de Brooks Brothers, propiedad desde 2001 del empresario italiano Claudio del Vecchio, fue la celebraci¨®n de un ¨¦xito sostenido y, sobre todo, s¨®lido. Los trajes se han entallado levemente para dar cabida a nuevos p¨²blicos, y la inserci¨®n de prendas y detalles procedentes de la moda urbana subrayan el compromiso realista de una firma que nunca se ha alejado de la calle. Aqu¨ª la intenci¨®n no es inventar p¨²blicos inexistentes, sino proporcionar un armario completo a los habitantes del mundo real. Trajes, pantalones de vestir y de sport, camisas, corbatas, chaquetas y prendas de punto. Parece sencillo, pero cuando Brooks Brothers empez¨® a hacerlo muchos lo miraron con escepticismo. Dos siglos despu¨¦s, parece claro qui¨¦n iba por el camino adecuado.
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