Italia, la hora de Mattarella
El presidente de la Rep¨²blica va a jugar un papel determinante en la formaci¨®n del nuevo Gobierno
El pr¨®ximo d¨ªa 23 de marzo ser¨¢ inaugurada en Italia la XVIII legislatura de la Historia de la I Rep¨²blica italiana. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 27, se sabr¨¢n los nombres de los respectivos presidentes de la C¨¢mara de Diputados y del Senado. Y esta elecci¨®n, aunque no decisiva, suele dar indicaciones de por d¨®nde ir¨¢ el futuro gobierno, aunque nada lo asegura. Porque, sin ir m¨¢s lejos, cuando en 2013 Laura Boldrini (perteneciente a la peque?a formaci¨®n de izquierdas SEL) y Pietro Grasso (vinculado al Partido Democr¨¢tico, PD) fueron elegidos presidentes, respectivamente, de la C¨¢mara de Diputados y del Senado, todo parec¨ªa apuntar a un futuro gobierno del PD con el apoyo precisamente del SEL y la Scelta Civica (SC) del a¨²n Primer Ministro Mario Monti. Sin embargo, al final el escogido para presidir el Consejo de Ministros (el toscano Letta) sali¨® de un acuerdo final entre el PD y Forza Italia, toda vez que Letta era, por un lado, uno de los fundadores del PD y, por otro, sobrino de la ¡°mano derecha¡± de Berlusconi, Gianni Letta, lo que tranquilizaba al a¨²n por entonces Cavaliere, con muchas causas judiciales pendientes. Lo m¨¢s importante es que su nombre no son¨® en ninguna quiniela hasta que se conoci¨®, por lo que los pol¨ªticos italianos, fieles a su manera de actuar, podr¨ªan sorprendernos una vez m¨¢s.
De momento, ya tenemos dos novedades: la primera, que tras cinco a?os de negativas constantes, el Movimiento Cinco Estrellas est¨¢ dispuesto a pactar con lo que ellos despectivamente llaman ¡°casta¡± (es decir, todos los partidos pol¨ªticos menos ellos); y que en el PD no ser¨¢ ya Renzi quien llevar¨¢ la negociaci¨®n, sino Maurizio Martina, hasta esta semana Ministro de Agricultura y hombre procedente de los Dem¨®cratas de Izquierda (DS), lo que supone un giro a la izquierda en la direcci¨®n del PD. El problema es que, por mucho que Martina sea ahora quien negocie en nombre del PD, tendr¨¢ que ser la Asamblea Nacional del partido quien aprueba su propuesta de acuerdo, y en este momento dicha Asamblea Nacional es de mayor¨ªa claramente renziana.
En todo caso, estamos ante una de esas situaciones en la que el Jefe del Estado (Sergio Mattarrella, presidente de la Rep¨²blica desde enero de 2015) puede y debe jugar un papel fundamental. Sobre todo porque en todo momento van a barajarse dos futuribles gobiernos con posibilidades muy semejantes de salir adelante: por un lado, el formado por el Movimiento Cinco Estrellas (que tiene el 32.6% de los votos, a menos de ocho puntos de la mayor¨ªa que asegura el gobierno) y sus posible aliados; por otro, la coalici¨®n de centroderecha (Forza Italia, Hermanos de Italia y Liga), quien, con su 37% de apoyos, se encuentra a¨²n mucho m¨¢s cerca de la mayor¨ªa necesaria (necesita menos de 60 diputados de un total de 630, y de menos de 30 senadores de un total de 315).
Parece claro que Mattarella intentar¨¢ persuadir a Renzi de que cambie su posici¨®n inicialmente dura tanto con ¨¦l mismo (a quien aquel culp¨® en parte de su estrepitosa derrota por no haber adelantado elecciones) como con el Movimiento Cinco Estrellas, que se ha ensa?ado particularmente con el joven exPrimer Ministro para desgastarle y ara?arle todos los votos posibles. Pero la realidad es que se trata de la soluci¨®n m¨¢s factible: muchos de los votantes de Cinco Estrellas son antiguos votantes del PD, y otro tanto pasa con los j¨®venes italianos, que tambi¨¦n han preferido a los grillinos antes que al PD. De ah¨ª que tanto Mattarella y Di Maio deban realizar una oferta muy generosa al PD con el fin de llevarse sus votos, o al menos su apoyo a la investidura de Di Maio. Pero no hay que olvidar que la coalici¨®n de centroderecha piensa jugar muy fuerte y ya en su momento Berlusconi fue aliado de Renzi, adem¨¢s de que ya se ha apresurado a reconocer a Matteo Salvini, l¨ªder de la Liga, como futuro Primer Ministro.
Y es que ciertamente, ha llegado la hora de Mattarella: condiciones (como buen palermitano, pertenece al castigado sur de Italia, el mismo que abrumadoramente ha apoyado al Movimiento Cinco Estrellas), conocimiento del terreno (ha sido varias veces ministro e incluso viceprimerMinistro, adem¨¢s de haber pasado por el poder judicial) y prestigio (as¨ª lo acreditan los m¨¢s de 660 votos que recibi¨® en su elecci¨®n presidencial, sobre poco m¨¢s de 1.000 posibles) le sobran, pero solo el tiempo dir¨¢ si eso es suficiente. Y es que Italia es Italia (y no digamos sus pol¨ªticos), para bien y para mal.
Pablo Mart¨ªn de Santa Olalla Saludes es profesor de la Universidad Europea de Madrid y autor del libro Italia, 2013-2018. Del caos a la esperanza (Liber Factory, 2018).
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