Una visita a Jordi Cuixart
Las entrevistas con personas encarceladas se atienen a protocolos que no favorecen la distancia exigible entre entrevistador y entrevistado
El domingo 11 de marzo EL PA?S public¨® una amplia entrevista con el l¨ªder independentista Jordi Cuixart, preso en la c¨¢rcel de Soto del Real en espera de juicio, acusado de un delito de rebeli¨®n. El texto lo firmaba un reputado escritor, colaborador asiduo de este peri¨®dico, Carlos Zan¨®n.
Presentada como el ¡°relato¡± de una visita, la pieza de Zan¨®n empieza por se?alar que cuando Cuixart fue detenido, no era pol¨ªtico, ¡°sino presidente de ?mnium, una asociaci¨®n cultural de fomento de la cultura catalana¡±. El entrevistado proclama en el texto su inocencia, de la que el entrevistador se muestra convencido tambi¨¦n. Y ello porque, afirma Zan¨®n, Cuixart nunca tuvo m¨¢s intenci¨®n, ¡°que reunir piezas en un mosaico plural para mostrar un ¡®somos esto y ahora, ?qu¨¦ hacemos?¡¯. Fue alguien que se dej¨® la voz tratando de hacerse o¨ªr en medio de un griter¨ªo que lo ensordeci¨® todo porque escuchar razones ajenas era sospechoso. Sigue si¨¦ndolo¡±.
Varios lectores me han escrito, sorprendidos, de que el texto se publicara en las p¨¢ginas de informaci¨®n, cuando ¡°es pura opini¨®n¡±, se?alan. Otros consideran adem¨¢s que es un perfil embellecedor de una persona, ¡°en prisi¨®n preventiva por muy graves delitos¡±, escribe Antonio N¨²?ez. A este lector le disgusta el art¨ªculo por ser ¡°partidista¡±, y porque, dice, ¡°raya la injerencia en la Justicia¡±. En la carta que me ha enviado, Fernando Aramburu, (nada que ver con el escritor, me aclara), califica el relato de ¡°publirreportaje¡±. Y a?ade respecto al autor: ¡°Va desgranando poco a poco 'human¨ªsimos' detalles del se?or Cuixart, del sufrimiento de su familia, del car¨¢cter puramente cultural de ?mnium. (¡)Para m¨¢s INRI mete de por medio a las gemelas de su amiga argentina (del se?or Zan¨®n) para humanizar m¨¢s al se?or Cuixart como una afabil¨ªsima persona. Y no deja de meter de tapadillo a Nelson Mandela, con la idea subliminal de asemejarlo al se?or Cuixart¡±.
Otro lector, que no quiere ver su nombre publicado, se pregunta c¨®mo es posible calificar a ?mnium de ¡°asociaci¨®n cultural de fomento de la cultura catalana¡¯ cuando est¨¢ demostrado su activismo en la ¡°rebeli¨®n que se ha producido en Catalu?a¡±.
He trasladado las quejas al director adjunto, Rafa de Miguel, que responde: ¡°Durante el largo tiempo en el que se despleg¨® un movimiento claramente secesionista en Catalu?a, EL PA?S ha procurado informar del modo m¨¢s completo y riguroso posible a sus lectores de lo que ocurr¨ªa en esa comunidad aut¨®noma, y no hay el menor atisbo de duda sobre la dur¨ªsima posici¨®n editorial del diario contra lo que consider¨¢bamos un golpe contra la Constituci¨®n espa?ola. A lo largo de esos meses, nuestros periodistas han tenido un acceso directo muy limitado a los protagonistas del proc¨¦s y a sus entornos. Seguramente porque todos ellos eran muy conscientes de que el peri¨®dico no iba a asumir ni sus consignas ni sus estrategias. A pesar de las reiteradas peticiones, ninguno de ellos accedi¨® a ser entrevistado por el diario¡±.
Y a?ade: ¡°Carlos Zanon, escritor y colaborador de EL PA?S, logr¨® acceder a la prisi¨®n donde se encontraba Jordi Cuixart, el l¨ªder de ?mnium Cultural, y nos ofreci¨® la posibilidad de publicar una entrevista/di¨¢logo con ¨¦l. M¨¢s all¨¢ de lo equivocados que consideramos sus planteamientos y punibles penalmente sus presuntas acciones a favor del proc¨¦s, el personaje ten¨ªa un claro inter¨¦s period¨ªstico para nosotros y, en primer t¨¦rmino, para nuestros lectores. Aun as¨ª, como sucede siempre en estas ocasiones, nos reservamos el derecho a supervisar editorialmente el trabajo final y a decidir si finalmente ser¨ªa o no publicado. Se trabaj¨® en un primer borrador en el que se pidi¨® al autor que a?adiera con claridad -como as¨ª hizo- los delitos de los que se acusaba a Cuixart, que hab¨ªan llevado al juez a decidir su prisi¨®n provisional como medida cautelar. Creo que, del texto final, se desprende la conclusi¨®n de que Cuixart, en su ingenuidad, nunca fue consciente de la gravedad de los hechos en los que particip¨®, y que como el resto de los protagonistas de estos tristes sucesos, se ha construido un relato para autojustificar su situaci¨®n actual¡±.
Los l¨ªderes independentistas catalanes se han negado a conceder entrevistas a EL PA?S
De Miguel concluye: ¡°Es comprensible que muchos lectores indignados con el da?o que el independentismo ha infligido a la convivencia en nuestro pa¨ªs se muestren irritados al escuchar, de palabras de Cuixart, la aparente bondad y buena intenci¨®n de sus actos, pero entendimos en todo momento que era interesante mostrar la visi¨®n de la realidad que tiene uno de los protagonistas fundamentales del secesionismo catal¨¢n¡±.
La entrevista de Carlos Zan¨®n era, m¨¢s bien, un relato literario escrito a partir de una visita a Jordi Cuixart en Soto del Real. Un encuentro de este tipo exige, normalmente, un acuerdo previo con los abogados del detenido, y el clima en el que se desarrolla no favorece la distancia exigible entre entrevistado y entrevistador.
No es el ¨²nico ¡°relato¡± que ha causado pol¨¦mica. El domingo 18 de marzo se public¨® en la edici¨®n impresa una entrevista con el denominado?Nem Da Rocinha, l¨ªder narcotraficante de R¨ªo de Janeiro hasta 2011. Su autor, el periodista Gil Alessi, trazaba un perfil que varios lectores consideran incomprensiblemente amable del delincuente, recluido en una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad en Porto Velho (Brasil).
¡°Es ofensivo que un peri¨®dico serio como EL PA?S haya dejado a un traficante condenado a 96 a?os de c¨¢rcel hablar como si fuera un h¨¦roe de la comunidad¡±, escribe un lector, Rafael Mart¨ªn de la Torre, ¡°sin replicarle, sin verificar la verdad, sin hacer siquiera una enumeraci¨®n de sus delitos¡±. Gil Alessi es colaborador de la redacci¨®n de EL PA?S en Brasil. El jefe de la delegaci¨®n, Jos¨¦ Andr¨¦s V¨¢zquez, responde en su nombre. ¡°No es cierto que no se detallen los delitos de Nem Da Rocinha. En la informaci¨®n se dice que est¨¢ condenado a 96 a?os de c¨¢rcel por tr¨¢fico de drogas, organizaci¨®n criminal y lavado de dinero¡±. V¨¢zquez Hermida considera indudable el ¡°inter¨¦s informativo¡± de la entrevista a una persona ¡°muy conocida en Brasil y, sobre todo en R¨ªo de Janeiro¡±, cuyas declaraciones han sido publicadas anteriormente en medios muy prestigiosos de Brasil. ¡°Hay todo un libro, de gran ¨¦xito comercial, sobre ¨¦l, escrito por el periodista ingl¨¦s Misha Glenny¡± .
V¨¢zquez Hermida a?ade: ¡°El momento actual, en que la conflictiva situaci¨®n en la ciudad ha llevado al Gobierno a decretar una intervenci¨®n militar, confer¨ªa un inter¨¦s a?adido a la entrevista. Obviamente, muchas de las cosas que dice no son comprobables, pero otras s¨ª. Durante los a?os en que ¨¦l era el jefe del narcotr¨¢fico en Rocinha, la violencia se redujo de modo importante. Y tambi¨¦n es verificable que comenz¨® su vida adulta como un trabajador legal".
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