El enigma de Georgina Rodr¨ªguez

Hace 16 meses muy pocos conoc¨ªan a Georgina Rodr¨ªguez, una joven veintea?era que lleg¨® a Madrid con una maleta cargada de sue?os y termin¨® trabajando de dependienta, y a veces poniendo copas en un bar, para poder pagarse el alquiler de su peque?o piso. Pero todo fue diferente el d¨ªa en que Gucci la contrat¨® para su nueva tienda en la llamada Milla de Oro de la capital. Uno de sus clientes m¨¢s exclusivos se fij¨® en ella y, como si de un cuento se tratara, su vida cambi¨®.

Testigos de esos d¨ªas recuerdan como Cristiano Ronaldo se fij¨® pronto en ella y pidi¨® que le atendiera. Que algo pasaba entre ellos era evidente, ya que el futbolista acud¨ªa cada vez m¨¢s al establecimiento y ya directamente preguntaba por Gio ¡ª como ¨¦l la llama¡ª. Pero no fue all¨ª donde intimaron. Ocurri¨® en una fiesta que dio Dolce&Gabbana, otra marca con tienda en la misma zona, a la que invitaron a los empleados de los locales cercanos. Sin un probador por medio Cristiano se lanz¨® abiertamente a la conquista y, seg¨²n asistentes a esa cita, logr¨® su prop¨®sito. Por esas fechas ya se sab¨ªa que el delantero del Real Madrid iba a ser padre de gemelos. Era la segunda vez que recurr¨ªa a una gestaci¨®n subrogada y en algunos campos de f¨²tbol se o¨ªan c¨¢nticos que cuestionaban su sexualidad. Cuando los paparazis descubrieron la existencia de Georgina cercaron la esquina de la tienda en la que trabajaba. La situaci¨®n se convirti¨® en insostenible para los clientes, molestos por la presencia de las c¨¢maras. ¡°No pod¨ªa salir a atender ni con una caja de zapatos en la mano¡±, relata un testigo de esa situaci¨®n. Gucci no le renov¨® el contrato tras poco m¨¢s de un a?o como empleada. Pero?Cristiano se preocup¨® de buscarle otro trabajo. Esta vez en un c¨®rner de Prada en El Corte Ingl¨¦s. Tampoco dur¨® mucho all¨ª por el inter¨¦s que despertaba su presencia. Para entonces, su relaci¨®n con el futbolista hab¨ªa progresado. Se mud¨® a su casa, en la exclusiva urbanizaci¨®n de La Finca, y la pareja decidi¨® tener un hijo.

Fue entonces cuando Georgina se convirti¨® en estrella. Sus redes sociales comenzaron a recoger sus progresos como socialit¨¦. Sus cenas con el jugador en restaurantes de moda, sus jornadas de compras en tiendas de lujo, sus viajes...Pero casi nada de su vida antes de Cristiano.

Gio naci¨® hace 24 a?os en Argentina y a partir de los 12 a?os vivi¨® en Jaca (Huesca). Su padre, Jorge Eduardo Rodr¨ªguez Gorj¨®n, es de Avellaneda (Argentina) y vino a Espa?a por primera vez en 1984. En su pa¨ªs natal jug¨® en las divisiones inferiores del Racing de Avellaneda. Pero fue en Jaca donde se convirti¨® en el entrenador del Jacetano, de la Primera Divisi¨®n Regional. All¨ª se le conoci¨® como Menotti, por su parecido con el entrenador C¨¦sar Luis Menotti. Se enamor¨® de Ana Mar¨ªa Hern¨¢ndez, de ?guilas (Murcia), y con ella tuvo primero a Ivana Mar¨ªa, que naci¨® en Palam¨®s (Girona) y luego a Gio.

Los padres de Georgina probaron suerte en el sector de la hosteler¨ªa y abrieron una hamburgueser¨ªa, La Esquina, ubicada en la zona de bares de Jaca, que todav¨ªa permanece activa pero con otros due?os al frente. El negocio no les fue bien y tampoco su matrimonio. Se marcharon de Jaca camino de Murcia y desde entonces la pista de la familia se difumina.

Georgina ha dejado buenos recuerdos en la escuela de danza de Jaca donde coincidi¨® con el patinador Javier Fern¨¢ndez. La describen como una ni?a alegre y educada, con sue?os de ser alg¨²n d¨ªa una gran bailarina.

El divorcio de sus progenitores marc¨® su vida. El padre de Georgina regres¨® a Argentina donde volvi¨® a casarse y su madre se instal¨® en Roma, donde reside ahora. En las redes sociales de la novia de Cristiano hay contadas referencias a sus padres. Una de ellas la escribi¨® el d¨ªa en que naci¨® Alana Martina, la ni?a que tuvo con el futbolista hace casi cinco meses. En Instagram habl¨® de lo feliz que le hac¨ªa ver a su madre con su hija y a?ad¨ªa. ¡°Amo a mis padres, amo a mi familia¡±. Quien siempre est¨¢ junto a ella es su hermana Ivana, que se ha instalado tambi¨¦n en la casa de Cristiano para ayudar a la pareja en el cuidado de sus cuatro hijos.

A sus 24 a?os y madre de familia numerosa, Georgina Rodr¨ªguez se ha convertido en un personaje que ocupa portadas todas las semanas y que sigue so?ando, ahora con ser modelo aunque mientras se ha apuntado a un curso de contabilidad y aprenden a conducir. Cristiano muestra adoraci¨®n por ella. Le dedica sus premios y presume de su vida cotidiana en pareja, algo que no hizo durante los cinco a?os que estuvo con Irina Shayk, una ¨¦poca en la que Gio trabajaba como babysitter en Inglaterra. Hay quien todav¨ªa no se cree al pie de la letra ni la historia de esta joven, que se define como ¡°vividora de la vida, so?adora de los sue?os¡±, ni la de Cristiano Ronaldo con ella. Pero de momento el cuento tiene feliz final.