Rey de la sal y cocinero de famosos
Rihanna, Leonardo DiCaprio o David Beckham son algunas de las estrellas que se han rendido al estilo de Nusret G?k?e, el chef turco conocido por su forma de tratar la carne
Posiblemente, sea el carnicero m¨¢s famoso en la era de Internet. Se dice incluso que es el m¨¢s atractivo. Pero Nusret G?k?e, conocido como Salt Bae, quiere llevar su fama m¨¢s all¨¢ de los v¨ªdeos virales que publica en las redes sociales. El negocio de restauraci¨®n de este chef turco se expande al ritmo con el que se acercan celebridades como David Beckham, Naomi Campbell, Rihanna o P. Diddy para inmortalizar su experiencia con la lluvia de sal.
Salt Bae es inconfundible. Viste camiseta blanca, pantal¨®n oscuro, gafas de sol con montura dorada y se recoge el pelo con una peque?a coleta. Su mano se mueve con soltura cuando coge el cuchillo y se abre camino por el chulet¨®n, al ritmo que le dicta el acero. Despu¨¦s, con la carne desplegada en el plato, deja caer una pizca de sal desde la palma de su mano en cascada por el antebrazo musculoso.
Se escuchan aplausos. El espect¨¢culo con la pose al estilo cobra dura poco m¨¢s de medio minuto, como si estuviera perfectamente coreografiado para la era de los v¨ªdeos virales. ¡°Todo lo que siento llega desde dentro de la carne¡±, comenta el cocinero. Con la pieza ya lista para que el cliente la disfrute, G?k?e se da la vuelta y sin mediar palabra vuelve a repetir el ritual en otra mesa del restaurante.
Nusret G?k?e?empez¨® como aprendiz de carnicero cuando ten¨ªa 14 a?os. Dedicaba m¨¢s de 13 horas diarias a despiezar la carne en una cocina. No olvida esa experiencia. Es m¨¢s, dice que esas largas jornadas laborales son las que est¨¢n detr¨¢s de su ¨¦xito actual. ¡°Mi vida en realidad no cambi¨®¡±, comenta en una entrevista con la NBC, ¡°sigo yendo al trabajo desde muy temprano hasta medianoche¡±.
Salt Bae abri¨® su primer restaurante en Estambul cuando ten¨ªa 27 a?os. Eso fue hace ocho. Pero su salto a la fama no lleg¨® hasta enero del pasado a?o, cuando public¨® en Instagram un v¨ªdeo exhibiendo su poderoso gesto en el jard¨ªn de una casa. Ahora tiene 13 locales por todo el mundo, posa a diario en un millar de fotos y esa misma cuenta en la red social supera los 12 millones de seguidores.
El actor Leonardo DiCaprio fue de los primeros en quedar cautivado con el estilo de?Nusret G?k?e tras hacerle la ceremonia del corte. El chef les ofreci¨® un men¨² a su medida. Al primer restaurante en Estambul con solo ocho mesas le sum¨® otros en Ankara, Dubai y Doha. Despu¨¦s construy¨® uno m¨¢s en Riyadh y de ah¨ª a inaugurar otro en Miami y en enero su primer Nusr-et en Nueva York.
El nombre de pila del carnicero significa "victoria" en turco. Pero decidi¨® incluir el guion al identificar la cadena para dar m¨¢s relevancia a ¡°et¡±, que se traduce como "carne" en su lengua natal. Su historia personal es de las que encanta en Estados Unidos, porque se amolda perfectamente al sue?o americano. Su familia era tan pobre que dej¨® el colegio cuando solo ten¨ªa cinco a?os de edad. So?¨® desde ni?o con tener su propio restaurante y el dinero que iba ahorrando lo dedic¨® a viajar por el mundo, para conocer c¨®mo era el negocio de la carne en grandes pa¨ªses productores como Argentina. Trabaj¨® un tiempo en un restaurante en Buenos Aires. Despu¨¦s lo intent¨® con EE UU, pero le negaron hasta seis veces el visado. El restaurante en Nueva York le consolida como una marca internacional.
Tambi¨¦n sabe que el negocio de la restauraci¨®n en la ciudad de los rascacielos no es un hueso nada f¨¢cil de roer, porque tiene que competir con steakhouses de renombre como Peter Luger, Keens, Old Homestead, Gallagher o la venerable Smith & Wollensky, la preferida del magnate Warren Buffett. Nurt-et, dice el chef, quiere demostrar que es diferente. Su motivaci¨®n, insiste, es la conexi¨®n con el cliente.
Da igual las veces que repita la cascada de sal sobre la chuleta de 130 d¨®lares, los comensales acuden en masa a sus restaurantes para hacerse autorretratos con la carne y coincidir con alguna estrella. De hecho, la cr¨ªtica gastron¨®mica no es nada generosa con la calidad de los platos. Pero como dec¨ªa Joshua David en GQ coincidiendo con el estreno, ¡°nadie viene aqu¨ª por la comida sino por su bendici¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.