Camale¨®n
El gran talento de este reptil es regular su color desde dentro, en funci¨®n de sus emociones
Taimado y raudo, sus ojos giran independientes el uno del otro hasta que se concentran sincr¨®nicos en su presa con curiosidad letal, parsimonioso y sobrado, no tan venenoso como sus enemigos creen, cola prensil y cabeza pensante, porque est¨¢ todo el rato pensando en comer y por lo general lo consigue, cruel, resbaladizo, feo y paciente, el camale¨®n ha tenido siempre justas aspiraciones a la fama. Le conocemos sobre todo, sin embargo, por su capacidad para cambiar de color y camuflarse as¨ª contra la fatalidad. Esto ¨²ltimo del camuflaje es falso, fake news del pret¨¦rito, pero lo dem¨¢s es tan cierto como que este reptil arb¨®reo lleva 100 millones de a?os en el planeta Tierra. Nosotros llevamos aqu¨ª mil veces menos, y tenemos muchas cosas que aprender de ¨¦l.
Los cient¨ªficos y los ingenieros llevan tiempo fascinados por los cambios de color del camale¨®n. Quieren incorporarlos a sus robots por una variedad de razones. Han dise?ado materiales que mudan de color en respuesta a est¨ªmulos externos como la luz o la temperatura. Pero esto no le llega al camale¨®n ni a la suela de sus pies deformados y pegajosos. El camale¨®n puede responder a est¨ªmulos ambientales, s¨ª, pero su gran talento no es ese, sino regular su color desde dentro, en funci¨®n de sus emociones. El miedo, la victoria sobre un competidor o su reverso, la derrota, la excitaci¨®n sexual, todo ello estimula unos espect¨¢culos de verde, amarillo, beige o crema que la simplona teor¨ªa del camuflaje no es capaz de explicar, ni siquiera de pintar. Watson, cherchez la femme, pardieu! Busque a la mujer. Las cosas raras que hace un macho se explican as¨ª casi siempre. Darwin lo llam¨® selecci¨®n sexual, en uno de sus grandes aciertos. Queridos machos, guardaos de vuestra propia fisiolog¨ªa. Es un horror y un rid¨ªculo espantoso.
El robot camale¨®n ya existe. Yuanjin Zhao y su equipo del laboratorio de bioelectr¨®nica de la Universidad del Sureste en Nanjing, China, han logrado (Science Robotics) construir un robot mariposa inspirado en el camale¨®n, que muda su color de manera aut¨®noma, en respuesta a est¨ªmulos internos que siguen unas pautas y ritmos emanados de su l¨®gica m¨¢s b¨¢sica.
En el caso del camale¨®n, los cambios de color est¨¢n regulados por el sistema nervioso aut¨®nomo, el mismo que rige nuestra digesti¨®n y nuestro ritmo cardiaco. En el caso del robot mariposa de Zhao, los ritmos crom¨¢ticos est¨¢n dictados por las c¨¦lulas cardiacas (de rata) que deciden de forma aut¨®noma, aunque modulable desde fuera, qu¨¦ pauta de color deben seguir sus alas. Color y coraz¨®n vuelven a ir juntos.
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