Steve Jobs a Norman Foster: ¡°Necesito que me eches una mano¡±

¡°Hola Norman, necesito que me eches una mano¡±. El arquitecto brit¨¢nico ha contado c¨®mo fue la llamada de Steve Jobs para que le dise?ara el Campus de su empresa. ¡°Han sido ocho a?os de colaboraci¨®n muy estrecha¡±, declar¨® Foster cuando, en espera de que los empleados se instalen esta primavera en las oficinas de Cupertino, se inaugur¨® el teatro que lleva el nombre del desaparecido y mitificado fundador ¡ªjunto con Steve Wozniak¡ª de Apple.

El Teatro Steve Jobs es un edificio de contrastes. De un lado es un lugar oculto, subterr¨¢neo, con un reclamo exterior. De otro, tiene esa marca externa transparente que, sin embargo, resulta parad¨®jicamente visual. De vidrio, acero inoxidable y m¨¢rmol, tiene a la vez una escala monumental y cuidados milim¨¦tricos. Es a un tiempo un inmueble de opuestos ¡ªcon transparencia y solidez o ligereza y rotundidad a partes iguales, y un territorio de juegos visuales que se mueve entre el tacto fr¨ªo en los muros y el c¨¢lido de la piel y la madera del teatro¡ª. Adem¨¢s de todo eso, el teatro transparente oculta lo inesperado: muros que se levantan como en el relato de Al¨ª Bab¨¢ y los cuarenta ladrones, ascensores panor¨¢micos cil¨ªndricos que, en primicia mundial, giran sobre s¨ª mismos y una cubierta de fibra de vidrio de 41,1 metros de di¨¢metro y m¨¢s de 80 toneladas de peso que ya ha sido definida con un superlativo: la mayor del mundo.

As¨ª es dif¨ªcil dar con una arquitectura tan clara y cr¨ªptica a la vez. De un lado la perfecci¨®n de las uniones de silicona que unen los paneles de vidrio no parece de este mundo. De otro, la calidad escult¨®rica que tiene la escalera, forrada de m¨¢rmol, que desciende hasta el teatro, no parece de esta ¨¦poca. Sin embargo, lo que m¨¢s cuesta entender es la desaparici¨®n de cualquier huella tecnol¨®gica. ?Por d¨®nde pasan los cables? ?C¨®mo es posible ocultar tanta instalaci¨®n con tan pocos elementos?

¡°Cuesta mucho esfuerzo alcanzar la sencillez¡±, declar¨® el dise?ador de Apple Jonathan Ive durante la inauguraci¨®n del teatro. Lo saben los clientes de Apple, se antoja cosa de magia que los objetos m¨¢s sorprendentes sean tambi¨¦n los m¨¢s aparentemente sencillos. Las dos empresas, Apple y Foster & Partners, han aludido al sustantivo pureza para describir su intervenci¨®n.

FOTO: Foster & Partners