El concurso
La defensa no est¨¢ expresamente permitida por la ley; la justicia se limita a sufrirla
El 16 de mayo de 2017, la Audiencia Provincial de La Rioja ofreci¨® a Pablo Alberdi, Jorge Merino y un tercer acusado dejarlos sin juicio a cambio de reconocer su culpabilidad y rebajarles la pena para no entrar en prisi¨®n. Es el preferible mal acuerdo al buen juicio: un dilema perverso para quien se sabe inocente, pero ve de repente la justicia como un concurso de la televisi¨®n en el que puede salir cualquier cosa de la caja. Uno de los acusados prefiri¨® acabar una pesadilla que se prolongaba cinco a?os; un lustro sin saber si ser¨ªa preso. Pablo Alberdi y Jorge Merino, militantes de CNT, dijeron que no: prefer¨ªan ir a la c¨¢rcel a reconocer algo que no hab¨ªan hecho.
El 14 de noviembre de 2012, huelga general, se desataron escenas de violencia en el paseo del Espol¨®n de Logro?o. Hubo manifestantes y polic¨ªas heridos; hubo lanzamientos por parte de los primeros de globos llenos de pintura, hubo cargas por parte de los segundos. Jorge Merino fue detenido por ser ¡°autor material de des¨®rdenes p¨²blicos, de atentado con medio peligroso y de lesiones a un agente¡±. Pero cuando empezaron los disturbios, Merino estaba fichando en el turno de noche de su puesto de trabajo a 60 kil¨®metros. Merino tuvo una petici¨®n de c¨¢rcel de siete a?os, luego de nueve y, finalmente, cuando se supo que no estaba en Logro?o, de dos. Los cargos de Merino, ahora acusado de ¡°inducci¨®n al atentado¡± por dar un discurso antes de irse al trabajo, son los que tiene encima Pablo Alberdi, al que piden seis a?os de c¨¢rcel. Fue detenido despu¨¦s de la primera carga, en la que no estaba; en un v¨ªdeo de un particular se ve a Pablo despu¨¦s levantando un cartel frente a la Polic¨ªa, y c¨®mo la Polic¨ªa se acerca y lo detiene (no huye, como se dijo en un atestado hecho de urgencia y sobre el que se sostuvieron los escritos de acusaci¨®n posteriores).
Lo que s¨ª hubo son grabaciones ¨ªntegras hechas por los funcionarios policiales y que la SUP, el sindicato de los agentes, puso a disposici¨®n de la justicia; cuando la defensa las reclam¨® para poder demostrar que los acusados no hab¨ªan agredido a nadie, la Polic¨ªa respondi¨® que hab¨ªa borrado sus propias im¨¢genes. Antes de que las viese nadie (ni fiscal¨ªa, ni juez, ni obviamente defensa) y tras considerar que eran ¡°desechables¡±.
Hay fecha para el juicio: lunes 9 de abril. Ha sido un caso construido sobre la marcha que ha imitado en lo sustancial aquello de Kafka en El proceso: ¡°La defensa no est¨¢ expresamente permitida por la ley; la justicia se limita a sufrirla y hasta se pregunta si el art¨ªculo del c¨®digo que parece tolerarla, la tolera realmente¡±.
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