El imperio contraataca
Rusia y Turqu¨ªa resurgen por la incapacidad de los gobiernos del llamado mundo libre
Donald Trump, con el cabello alborotado, sigue destruyendo los equilibrios geopol¨ªticos del continente americano, mientras que, en Eurasia, dos imperios desaparecidos se dan la mano. Ni el propio Recep Tayyip Erdogan sabe hasta d¨®nde llega la purga que ha hecho en Turqu¨ªa. En cuanto a Vlad¨ªmir Putin, ah¨ª est¨¢ la larga mano de la verdad del Kremlin que te alcanza, ya sea en forma de t¨¦ radiactivo o de enfermedades de nuevo cu?o que solo atacan a los exagentes rusos que trabajan con otros. Son dos imperios ausentes de la modernidad que resurgen por la impericia, la ineficacia y la incapacidad pol¨ªtica y social de los gobernantes del llamado mundo libre. Es evidente que algo se ha perdido desde la Segunda Guerra Mundial y la guerra contra el comunismo.
Todav¨ªa recuerdo El fin de la historia. Y, seguramente, Francis Fukuyama nunca imagin¨® que Occidente se volver¨ªa tan suicida y que olvidar¨ªa, desde el mismo momento en el que gan¨® la guerra ideol¨®gica, lo mejor de sus propias lecciones. Saber ganar es tan importante como saber conquistar. En 1948, los vencedores de la guerra mundial se dieron cuenta de que, para evitar futuros Hitler o Mussolini, lo mejor era inventar el Plan Marshall para recuperar Europa y apartarla de la tentaci¨®n totalitaria en la que cay¨® tras la Gran Depresi¨®n de 1929. En alg¨²n momento existi¨® un mundo que supo vencer y convencer. En 1989, con la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn, el planeta entr¨® en una etapa en la que no solamente la historia se acababa, sino que definitivamente se iba a un mundo unipolar basado en la libertad del mercado y del consumo.
Hoy, con Donald Trump gobernando Estados Unidos, Rusia vuelve a resurgir como un imperio. No solo por su conexi¨®n casi gen¨¦tica con la esencia pura del pueblo ruso: sentimentalismo y brutalidad a partes iguales y la necesidad siempre de un zar. Da lo mismo que sea con una hoz y un martillo o con una corona y un cetro porque es una figura fundamental del entendimiento del poder ruso y, en ese sentido, Putin es el zar para todos los tiempos.
Lo que hizo Occidente despu¨¦s de la ca¨ªda del comunismo y del Muro fue humillarlos y dar lugar a la mayor exhibici¨®n de trata de mujeres jam¨¢s conocida. La noche en la que los rusos tomaron Berl¨ªn hubo m¨¢s de 40.000 violaciones denunciadas. Nosotros, como si en vez de caer el Muro hubi¨¦ramos tomado el Kremlin, lo hicimos a la inversa. No las violamos. Las compramos y las trajimos directamente a donde pod¨ªan comer.
Putin y Erdogan ya tienen una central nuclear juntos. Ya tienen una Siria que compartir. Pero, sobre todo, tienen en sus manos el fin de la OTAN. La clave es que el sistema de defensa antimisiles ahora es ruso y no estadounidense. El imperio ruso est¨¢ de vuelta y el otomano quiere volver. Ambos, en un movimiento muy inteligente, han decidido darle la mano al tercer imperio, aquel con el que acab¨® Alejandro Magno y que, desde Dar¨ªo y Jerjes I, est¨¢ en crisis, aunque flote sobre oc¨¦anos de petr¨®leo, como Ir¨¢n. En esta situaci¨®n tan compleja, el mundo libre tiene como l¨ªder a Trump. ?l es su caballero, su defensor y su estratega.
?Qui¨¦n va a detener a Putin? Puede avanzar hacia Oriente Pr¨®ximo, y de ah¨ª a donde quiera, con su gas que calienta a toda Europa. Tiene la posibilidad de convertirse, por cualquier raz¨®n, en un elemento de destrucci¨®n en cadena de valores y libertades. Este es un plan y hay que ser consciente de que los imperios emergentes podr¨ªan llevarse por delante a la Uni¨®n Europea ¡ªsuicidada por su soberbia y por la incapacidad alemana¡ª destruyendo a la OTAN. Y el punto de destrucci¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica se llama Turqu¨ªa.
Los vencedores no han sabido serlo. Ganaron la guerra para perderla despu¨¦s. Ahora, dominan Apple y controlan la tecnolog¨ªa, pero otros forman el ¡°imperio de los hackers¡±. No es que el imperio contraataque, es que el imperio ha creado ¡°la fuerza¡± que acompa?a a los nuevos caballeros jedi, aunque esos sean ahora los nuevos villanos. Mientras tanto, Trump se dedica a destruir, v¨ªa Twitter, a Amazon, una de las mayores empresas estadounidenses que ha cambiado nuestra manera de consumir. ?Qui¨¦n nos defender¨¢ de nosotros mismos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.