Annie sabe c¨®mo hacerte bailar
La artista noruega triunf¨® gracias al mundo digital y, sin embargo, no supo adaptarse al ritmo de los nuevos tiempos. O s¨ª...
Qu¨¦ tendr¨¢n los escandinavos para estar detr¨¢s de tantas canciones perfectas. Quiz¨¢ nombres como Max Martin, Denniz PoP o Andreas Carlson no le suenen demasiado, pero para Katy Perry, Britney Spears, Ricky Martin, Celine Dion o Backstreet Boys son los autores de los temas que han definido sus carreras. ¡°Yo siempre me he sentido m¨¢s cercana a otro tipo de artistas¡±, confiesa Anne Lilia Berge Strand, m¨¢s conocida como Annie, una de las m¨¢ximas figuras de esa canci¨®n electr¨®nica noruega que en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas ha conseguido conquistar las listas de medio mundo, eso s¨ª, en su caso desde unas coordenadas distintas.
Su primer sencillo, The greatest hit, publicado en el verano de 1999, inclu¨ªa las reconocibles bases del Everybody, de Madonna, un tema que hab¨ªa triunfado m¨¢s de 15 a?os antes. La mirada de Annie, desde sus inicios, siempre ha estado puesta en el pasado. ¡°Cuando era peque?a quer¨ªa ser arque¨®loga y buscar cosas antiguas en la tierra¡±, confiesa entre risas. ¡°Entonces lleg¨® la adolescencia, empec¨¦ a escuchar hip hop, britpop y a ir a festivales. Soy una gran fan de la m¨²sica. Descubrir que puedes hacerla t¨² es un sentimiento incre¨ªble. No recuerdo exactamente c¨®mo comenc¨¦, pero con 15 a?os iba por la calle cantando en voz alta. Era algo muy natural. Me gustaban Pet Shop Boys y Madonna. Esa forma de interpretar era muy importante¡±.
Annie no tard¨® en hacerse un hueco en los primeros iPod y reproductores de Mp3 de los albores de los dosmiles. Sus canciones, de claro perfil electr¨®nico, rivalizaban con las de Ladytron, Goldfrapp o R?yksopp. Fue la ¨¦poca dorada de aquel sonido, basado tanto en la pasi¨®n por los sintetizadores retro como en la b¨²squeda del estribillo tarareable.
"No recuerdo exactamente c¨®mo comenc¨¦, pero con 15 a?os iba por la calle cantando en voz alta. Era algo muy natural. Me gustaban Pet Shop Boys y Madonna"
En 2004 public¨® su ¨¢lbum de debut, Anniemal. Con aquel disco, la noruega se convirti¨® en la ni?a mimada de la influyente prensa musical de internet. Hasta la muy estirada Pitchfork puntu¨® el disco con un sobresaliente. Fueron a?os de gloria. En 2009 public¨® Don¡¯t stop, su segundo disco. No cumpli¨® las expectativas comerciales y ella discuti¨® con su discogr¨¢fica. No ha vuelto a publicar un largo hasta hoy.
En estos ¨²ltimos a?os, ha espaciado la publicaci¨®n de material nuevo, dedic¨¢ndose a pinchar y a componer desde su casa en Berl¨ªn. ¡°Es un lugar muy interesante para trabajar. All¨ª estoy componiendo y recibiendo a diferentes amigos en el estudio. No necesito estar de fiesta todo el rato. Soy un poco nerd para eso¡±. Tiene un nuevo disco en marcha, aunque cada vez le interesa menos el formato.
¡°Llevo un tiempo trabajando con Stefan Storm, de The Sound of Arrows, pero, si te soy sincera, no pienso demasiado en c¨®mo saldr¨¢ publicado. Hace un tiempo s¨ª era natural para m¨ª hacer ¨¢lbumes, pero ahora mismo no lo tengo tan claro. La manera de pensar la m¨²sica hoy es totalmente diferente a como era cuando empec¨¦ a realizar canciones. Vivimos en la era de las descargas y del streaming¡±, explica.
El d¨ªa de la entrevista est¨¢ en Madrid para pinchar ante miles de personas en el marco de un evento organizado por el vodka Absolut. A sus 40 a?os y embarazada de seis meses, a¨²n recuerda muy bien su primera vez en la capital. ¡°Fue en 2005 en un club muy peque?o llamado Nasti. Todo el p¨²blico estaba entregado. Fue fabuloso¡±, describe sobre unos a?os especialmente gloriosos para la sala de Malasa?a.
¡°Cuando me estren¨¦ en las cabinas aquello ten¨ªa mucho de descubrimiento inici¨¢tico. Hoy pones cualquier nombre en Google y sale todo. Por eso, cuando encuentras algo diferente lo valoras m¨¢s¡±, apunta sobre una cultura, la del digging (rebuscar en las cubetas de las tiendas de discos en pos de lo mejor de lo m¨¢s raro), de la que es devota. En las dos casas donde vive largas temporadas ¨Cuna en Bergen y otra en Berl¨ªn¨C atesora sendas colecciones impresionantes de discos. ¡°He perdido la cuenta de los que tengo¡±, reconoce. Y a?ade: ¡°Compro material de todo tipo: disco esloveno, new wave espa?ola y mucho pop realmente extra?o para el canon habitual¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.