Rogativas por un voto

Pocas locuciones habr¨¢ tan desafortunadas en el lenguaje administrativo como ¡°voto rogado¡±, expresi¨®n que se aplica al sufragio que deben tramitar los emigrantes.

El ejercicio de un derecho democr¨¢tico inherente a la persona, se halle ¨¦sta donde se halle, no puede asociarse con el verbo ¡°rogar¡±, que consiste precisamente en pedir algo como gracia o favor. Es decir, como si no se tuviera derecho.

La condici¨®n de elector se adquiere con la mera formalidad de constar como espa?ol mayor de edad, y eso no parece compatible con los infames tr¨¢mites que han de cumplir quienes viven fuera de Espa?a para enviar sus papeletas a las urnas; hasta el punto de que solamente la mitad de quienes lo intentan consigue su objetivo. Tras regularse el ¡°voto rogado¡± en 2010, los votantes espa?oles en el extranjero pasaron del 30% al 5%.

El Diccionario del espa?ol jur¨ªdico define as¨ª ¡°voto rogado¡±: ¡°Necesidad de que los electores formalicen su intenci¨®n de votar en unas elecciones para poder ejercer su derecho¡±. Y la verdad es que el concepto ¡°rogado¡± no aflora en la definici¨®n. Si se formulara al rev¨¦s (primero se lee la definici¨®n y luego se busca la locuci¨®n definida), seguramente aportar¨ªamos opciones como ¡°voto anunciado¡±, o ¡°voto formalizado¡± o ¡°voto tramitado¡±. Pero rogar, ?por qu¨¦?

En eso no tiene ninguna culpa el referido diccionario, por supuesto, sino la consideraci¨®n que el lenguaje administrativo viene dando a un acto que no deber¨ªa superar el rango de la simple solicitud o la m¨¢s sencilla instancia. Pero de ah¨ª a rogar que se conceda la posibilidad de depositar el voto, hay un tortuoso trecho: los tr¨¢mites suelen provocar incluso que no lleguen a tiempo las papeletas de quienes los han superado con resignaci¨®n y perseverancia.

A la Administraci¨®n le han solido gustar determinados verbos: ¡°Suplico a V. I. sea aceptado el recurso¡±, ¡°ruego a usted me sea devuelto el dinero¡­¡±. El vocabulario burocr¨¢tico acude mucho a t¨¦rminos basados en ¡°rogar¡± y ¡°suplicar¡±: rogatoria, comisi¨®n rogatoria, rogaci¨®n, principio de rogaci¨®n, recurso de suplicaci¨®n, suplicatorio, s¨²plica¡­ A veces se trata de supuestos en los que alguien se adentra en un terreno donde no es soberano; y, por tanto, debe pedir alguna especie de permiso o transmitir una solicitud. Pero en otras ocasiones parece m¨¢s bien que ha sobrevivido hasta nuestros d¨ªas el l¨¦xico de los tiempos en los que el ciudadano se hab¨ªa de humillar ante el poder, y s¨®lo rogando o suplicando pod¨ªa obtener la gracia que esperaba merecer de V. I. (vuestra ilustr¨ªsima, recu¨¦rdese).

Los dos grandes partidos espa?oles (el PP y el PSOE por ahora) han mostrado una notoria incompetencia a la hora de resolver este problema que ellos mismos crearon. Intentaban evitar una ¨ªnfima parte de voto irregular, y consiguieron una ampl¨ªsima parte de voto imposible.

Como la segunda acepci¨®n de ¡°rogar¡± se?ala que tambi¨¦n equivale a ¡°rezar¡±, a lo mejor se trata de que los emigrantes o los estudiantes en fase de superior formaci¨®n en el extranjero saquen a alg¨²n santo en procesi¨®n para rogarle el voto.

Mientras eso no suceda, en casos as¨ª estaremos obligados a ver el mundo del rev¨¦s: no son los pol¨ªticos quienes ruegan a los electores que los voten, sino que son los electores quienes ruegan a los pol¨ªticos que les dejen votar.