Doble Windsor
La entrada en vigor de la Regulaci¨®n General de Protecci¨®n de Datos es un paso importante para Europa, y lo ser¨¢ mucho m¨¢s si los gigantes de Silicon Valley se avienen a cumplir la regulaci¨®n
No cabe duda de que la comparecencia en el Capitolio del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha tenido un efecto bals¨¢mico, si no sobre los senadores que le han interrogado con gesto escandalizado acerca de las fugas de datos y las noticias falsas, s¨ª al menos sobre las desalentadas masas de inversores que, tras haberle convertido en una de las mayores fortunas del planeta, le hab¨ªan retirado en las ¨²ltimas tres semanas el 14% de su confianza, y por tanto del valor de las acciones de la compa?¨ªa. No cabe duda, dec¨ªamos, puesto que anteayer, el primer d¨ªa de su comparecencia parlamentaria, Facebook registr¨® la mayor ganancia en un solo d¨ªa que ha conocido en el ¨²ltimo a?o.
La pregunta es por qu¨¦. Quiz¨¢ haya sido el mero hecho de ver a Zuckerberg disfrazado del millonario que es, con su nudo doble Windsor en la corbata de seda all¨ª donde solo suele aparecer el cuello ra¨ªdo de una camiseta gris. Quiz¨¢ incluso el mero hecho de verle en las comisiones del Senado, que seguramente es uno de los ¨²ltimos sitios donde habr¨ªa querido estar. O quiz¨¢, y m¨¢s probablemente, por pedir disculpas sin rodeos, con semblante sereno y gram¨¢tica ardiente, por no haberse tomado lo bastante en serio la privacidad de sus 2.200 millones de usuarios (cerca de un tercio de la poblaci¨®n mundial) ni la veracidad del aluvi¨®n de informaciones que anegan sus redes a diario. Si admitir la existencia de un problema es el primer paso para afrontarlo, como dicen siempre los psic¨®logos, la crisis de Facebook puede haber empezado a encarrilarse en los ¨²ltimos d¨ªas. No es que se vea la luz al final del t¨²nel, pero el tren ha logrado al menos meterse en el t¨²nel correcto.
El siguiente gran escollo llegar¨¢ el 25 de mayo, cuando est¨¢ prevista la entrada en vigor de la Regulaci¨®n General de Protecci¨®n de Datos (GDPR, en ingl¨¦s), una ley europea de gran complejidad y ambici¨®n que pretende dar m¨¢s control a la gente sobre su informaci¨®n personal y forzar a las empresas a ofrecer unas garant¨ªas de privacidad muy exigentes bajo multas de hasta 20 millones de euros por fugas de datos como la que hemos visto el mes pasado. Esto es un paso importante para Europa y lo ser¨¢ mucho m¨¢s si los gigantes de Silicon Valley se avienen a cumplir la regulaci¨®n. La Administraci¨®n estadounidense sufre una conocida alergia a este tipo de legajos, aduciendo que frenan la innovaci¨®n.
El resto depender¨¢ de ti y de m¨ª, desocupado lector: de lo que nos importen nuestros datos y las fuentes que usemos para informarnos.
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