Salvar a los rohiny¨¢s
La comunidad internacional debe actuar con decisi¨®n para que Myanmar acepte el retorno de los rohiny¨¢s y respete sus derechos
La tragedia de los rohiny¨¢s, la minor¨ªa musulmana de Myanmar perseguida por el Ej¨¦rcito y el Gobierno birmano, no cesa. Como han mostrado los extensos reportajes publicados por este diario, a las inhumanas condiciones de vida de los campos de refugiados de Banglad¨¦s se a?ade ahora la amenaza de los monzones. La poblaci¨®n puede verse de nuevo diezmada cuando las lluvias inunden Kutupalong, el mayor campo de refugiados del mundo, y los otros asentamientos en los que viven las 700.000 personas que han huido de Myanmar desde que en agosto de 2017 comenz¨® la persecuci¨®n. Otros 500.000 permanecen a¨²n en Myanmar, pa¨ªs de mayor¨ªa budista, recluidos en campos especiales o confinados en sus aldeas.
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Resulta del todo decepcionante que un referente mundial de la lucha por la democracia como fue la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi no est¨¦ ahora comprometida con la defensa de los derechos humanos de las minor¨ªas de su propio pa¨ªs. Cuando en 2015 su partido gan¨® las elecciones con m¨¢s de dos tercios de los votos todos celebramos que por fin se abriera una nueva era de justicia y democracia para Myanmar. Pero el Ej¨¦rcito que sostuvo la dictadura sigue llevando las riendas del pa¨ªs y con la excusa de perseguir a un grup¨²sculo radical que atent¨® contra las fuerzas de seguridad se ha lanzado a la implacable persecuci¨®n de toda la comunidad, con ejecuciones sumarias y asesinatos.
Despojados de la ciudadan¨ªa en 1982, sin acceso a la sanidad o la educaci¨®n, los rohiny¨¢s son v¨ªctimas de un plan de limpieza ¨¦tnica cuyo objetivo es lograr que desaparezcan como comunidad. De momento ya han logrado expulsar al 60% y el resto se encuentra en tales condiciones de sometimiento que el ¨²nico horizonte que les queda es la huida o la muerte. La comunidad internacional, a trav¨¦s de la ONU, debe actuar con decisi¨®n para que Myanmar acepte el retorno de los rohiny¨¢s y respete sus derechos como ciudadanos.
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