Europa y las listas negras de Viktor Orb¨¢n
Las reglas de juego democr¨¢ticas est¨¢n sufriendo crecientes ataques en los pa¨ªses del Este de la Uni¨®n Europea
Una de las ¨²ltimas noticias procede de la Hungr¨ªa de Viktor Orb¨¢n, pero podr¨ªa haber venido tambi¨¦n de Polonia, la Rep¨²blica Checa o Eslovaquia. Los Gobiernos de algunos pa¨ªses del Este de la Uni¨®n Europea llevan tiempo erosionando las instituciones democr¨¢ticas para defender con mayor vigor sus pol¨ªticas ultraconservadoras. Una revista af¨ªn a Orb¨¢n, que acaba de ganar en las urnas su tercer mandato con un discurso xen¨®fobo, ha publicado una lista con los nombres de 200 activistas, periodistas y profesores que considera pr¨®ximos a George Soros, el gran enemigo de esta Hungr¨ªa nacionalista convertida en palad¨ªn de los valores cristianos. Una lista que manda un turbador mensaje: os tenemos controlados.
Hace ya m¨¢s de veinte a?os, a mediados de los noventa del siglo pasado, el historiador Tony Judt dio una serie de conferencias que m¨¢s tarde se reunieron en un libro titulado Una gran ilusi¨®n. Se ocupaba ah¨ª de Europa con su insobornable esp¨ªritu cr¨ªtico y evitaba cualquier tipo de triunfalismo. Todav¨ªa no se hab¨ªa realizado la ampliaci¨®n hacia el Este. Cuidado, dec¨ªa, son pa¨ªses que han tenido una historia muy distinta y la Europa del Este no es tan Europa como la otra.
El mero hecho de que fueran admitidos en el club occidental, afirmaba, ¡°no borrar¨ªa los efectos de m¨¢s de cincuenta a?os de terror, dictadura, represi¨®n y estancamiento¡±. Explicaba tambi¨¦n que no se pod¨ªan subestimar los sentimientos nacionalistas del Este y contaba que Europa ten¨ªa connotaciones poco halag¨¹e?as para sus habitantes: entre ellos hab¨ªa cuajado la imagen de la Uni¨®n como la de un ¡°rico indiferente¡±. ¡°Si no vamos a ser Europa, por lo menos podemos estar dentro de ella¡±, ¨¦sa era la cuesti¨®n, seg¨²n Judt, que preocupaba en aquellos pa¨ªses. Y se preguntaba: ¡°?Es esto, tambi¨¦n, una ilusi¨®n?¡±.
¡°As¨ª como la obsesi¨®n con el crecimiento ha dejado un vac¨ªo moral en el coraz¨®n de algunas naciones modernas, la condici¨®n abstracta y materialista de Europa est¨¢ demostrando ser insuficiente para legitimar sus propias instituciones y mantener la confianza popular¡±, escribi¨® Judt entonces. Todav¨ªa no se hab¨ªa producido la devastadora crisis de 2008 que lleg¨® ya con los pa¨ªses del Este dentro de la Uni¨®n. As¨ª que hoy los problemas son m¨¢s graves, y la deriva autoritaria de algunos pa¨ªses es uno de ellos.
Y en esto llega una lista negra en Hungr¨ªa, en la peor tradici¨®n represiva que tan bien conocen quienes pasaron por d¨¦cadas de dominio comunista. No pintan bien las cosas en la Uni¨®n y por eso es necesario recuperar las ideas que la han alimentado. En 1992, el escritor y pol¨ªtico Jorge Sempr¨²n defend¨ªa Europa ¡°como una figura espiritual, por utilizar la f¨®rmula de la hermosa y rigurosa conferencia de Edmund Husserl en Viena, en mayo de 1935¡±. Una Europa, escrib¨ªa, ¡°concebida como la unidad en la diversidad, como una supranacionalidad comunitaria en la que se afirmen, en vez de dislocarse o difuminarse, las identidades regionales y locales¡±. Es esa figura espiritual la que toca urgentemente recuperar. No queda otra para combatir esa ¡°condici¨®n abstracta y materialista de Europa¡±, a la que se refer¨ªa Tony Judt, y terminar con cualquier tipo de ¡°vac¨ªo moral¡±. Las tentaciones autoritarias s¨®lo pueden aplacarse reforzando la legitimidad de las instituciones democr¨¢ticas.
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