Benditos chivatos
Preservar la ¨¦tica en la sociedad no puede estar en manos de h¨¦roes, sino de personas a quienes se ofrezcan garant¨ªas para delatar el fraude
Es bien sabido que el chivato tiene una mala reputaci¨®n y que esta se gesta en el patio del colegio. El sopl¨®n cae mal porque quita a quien comete la falta el m¨¦rito de haber sabido ocultarla. Y porque rompe el orden natural de las cosas, seg¨²n el cual al alumno le compete hacer y al profesor descubrir (y castigar).
En el mundo de los adultos los chivatos tambi¨¦n cuestionan el orden natural de las cosas. El establecido por la corrupci¨®n y la ilegalidad en una empresa o en una administraci¨®n p¨²blica. Se juegan el tipo y hacen algo por nosotros, al preservar un bien colectivo. Pero no todos los chivatos son iguales.
Tienen ventaja quienes descubren las malas pr¨¢cticas de una empresa privada teniendo una salida. Profesionales altamente cualificados, protegidos por una regulaci¨®n amplia y con competencias transferibles. Los delatores de la violaci¨®n de datos en Facebook, por ejemplo, responden a ese perfil. En estos casos el impacto de la denuncia afecta fundamentalmente a la reputaci¨®n de la empresa.
En cambio, la denuncia en la administraci¨®n p¨²blica suele concretarse en nombres, apellidos y afiliaci¨®n partidista. Por eso puede quedar m¨¢s f¨¢cilmente enmara?ada en el juego de bandos pol¨ªticos e incluso ser cuestionada o fiscalizada. El coste personal para el funcionario que delata es estar condenado a convivir con la red que ha denunciado, sin opci¨®n salida.
Peor lo tienen los trabajadores no funcionarios. Porque a la mara?a pol¨ªtica tras la denuncia se a?ade su vulnerabilidad laboral. Y si llevan largo tiempo en la administraci¨®n, menos oportunidades en el sector privado. As¨ª, siendo trabajadores de segunda por lo que a estabilidad se refiere, se convierten en chivatos de primera por su heroicidad (o temeridad).
Preservar la ¨¦tica en la sociedad no puede estar en manos de h¨¦roes, sino de personas a quienes se ofrezcan garant¨ªas para delatar el fraude. ?Cu¨¢ntas? Las que aseguren la denuncia en las condiciones menos favorables. Todav¨ªa seguimos esperando a que esas garant¨ªas se legislen. Mientras tanto, tendremos que encomendarnos a los h¨¦roes ocasionales. A los benditos chivatos. @sandraleon_
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