Llega el festival suizo que no pueden pagar ni los suizos

Por estas fechas es ya casi una tradici¨®n suiza desvelar la cartelera del Montreux Jazz Festival. Este evento es una de las principales atracciones internacionales de la naci¨®n alpina, y los helvetas esperan con curiosidad e inter¨¦s la lista de m¨²sicos que tocar¨¢n a orillas del lago Leman a partir del 29 de junio. Aunque dados los precios que quitan el hipo, a menudo el inter¨¦s queda en solo eso: inter¨¦s. Ya que ni los suizos pueden permitirse pagar entradas que a menudo superan los 300 euros por barba para las mejores localidades.

Fundado en 1967 por Claude Nobs (¡°el hombre que m¨¢s hizo por la proyecci¨®n internacional de Suiza¡±, seg¨²n sus compatriotas), esta cita musical fue durante sus d¨¦cadas de gloria una referencia planetaria indiscutida, aunque la feroz competencia veraniega hace cada a?o m¨¢s dif¨ªcil mantener su posici¨®n. Para seguir atrayendo, p¨²blico, medios y patrocinadores privados (sobre todo esto ¨²ltimo, dado un presupuesto cercano a los 30 millones de euros) Montreux presenta a Jamiroquai, Nick Cave, Gilberto Gil, Iggy Pop, Paolo Conte, Van Morrison, Charlotte Gainsbourg, Massive Attack, o los incombustibles Deep Purple, entre muchos otros. Aunque la gran sorpresa ser¨¢ la presencia del actor Johnny Depp, quien subir¨¢ al escenario del auditorio Stravinski junto a Alice Cooper y Joe Perry, cantante de Aerosmith, dentro del sorprendente proyecto Hollywood Vampires. Desde luego, una velada que promete al menos diversi¨®n.

Pero el encanto de Montreux va m¨¢s all¨¢ de la cartelera. Situado en un paisaje de gran belleza, el festival propone tambi¨¦n entretenimientos y conciertos gratuitos para toda la familia. O algo inhabitual en la serena Suiza: fiesta hasta altas horas de la madrugada. Otra caracter¨ªstica inusual es la cercan¨ªa con los artistas, algo muy propio de Suiza, pa¨ªs poco dado a la histeria o a perseguir famosos. Es as¨ª que uno puede desde compartir una charla y cerveza con Suzanne Vega, hasta tomar el sol al lado de Roman Polanski, comentar el concierto de la v¨ªspera con Herbie Hancock, cruzarse por la calle a un relajado Neil Young.