Agresiones
Frivolizan el terrorismo quienes lo reducen a la bomba lapa y el tiro en la nuca
Desde sus or¨ªgenes, ETA y el imperialismo separatista vasco han tenido verdadera obsesi¨®n con la anexi¨®n de Navarra. El antiguo reino era el trofeo que dar¨ªa verosimilitud territorial y raigambre hist¨®rica a la Euskadi independiente a que aspiraban, en vista de que Iparralde era m¨¢s dif¨ªcil de conquistar. Hoy, Navarra sigue siendo el campo de batalla nacionalista, aprovechando las obvias simpat¨ªas de la presidenta y su coalici¨®n gobernante: como siempre, la lengua ¡ªel euskera, en este caso¡ª es la cu?a para romper con el resto de Espa?a y asimilar la suculenta regi¨®n al imperio abertzale. Los brutales sucesos de Alsasua deben encuadrarse en esa estrategia. Se trata de ir creando en localidades medianas o peque?as una hegemon¨ªa separatista, de corte ideol¨®gico-festivo, de tal modo que los navarros que siguen consider¨¢ndose espa?oles se conviertan en una ¡°rareza¡± forzosamente silenciada o en fachas, como el almirante Cervera. Y claro, la Guardia Civil representa con su terca vigilancia de la legalidad estatal, a la vez, un obst¨¢culo y un s¨ªmbolo a abolir.
Terrorismo es utilizar la intimidaci¨®n violenta para imponer ideas pol¨ªticas o impedirlas. Frivolizan el terrorismo quienes lo reducen a la bomba lapa y el tiro en la nuca, lo mismo que frivolizan la mafia quienes la reducen a borsalinos y metralletas, olvidando los consejos de administraci¨®n. En ambos casos se da un reparto de papeles que los ciegos voluntarios y los c¨®mplices fingen no ver. Relean Patria, de Aramburu, donde est¨¢n hasta esos testigos que primero lo vieron todo y luego solo vieron que m¨¢s val¨ªa no ver nada. Ma?ana, la familia etarra va a vender p¨²blicamente la jubilaci¨®n de abuelos y padres: en Alsasua y en otras localidades navarras o vascas ya se van presentando en sociedad las nuevas generaciones. La vida sigue.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.