?Fichajes o saldos? Se abre el mercado de la triste pol¨ªtica

Hace poco tiempo, los nuevos partidos eran tan nuevos que necesitaron fichar figuras potentes para formar candidaturas atractivas. Podemos lo hizo con Manuela Carmena en Madrid y logr¨® el voto de numerosos progresistas hartos del modelo de capital del PP, en el que el monopolio del glamur era de los constructores. Pero hoy son los viejos partidos los que necesitan fichar figuras potentes para formar candidaturas atractivas. Al menos, el PSOE.

El mercado de invierno ya se ha abierto para la triste pol¨ªtica ¡ªnueva o vieja¡ª y no sabemos si estamos ante fichajes o ante saldos de temporada. Ciudadanos quiere a Manuel Valls, como antes Podemos quiso a Carmena, y el PSOE, por su parte, intenta fichar... a Carmena. Ni siquiera es una idea propia. Lo pr¨®ximo ser¨¢ que intente fichar... a Valls.

Tal vez sea ?ngel Gabilondo el mejor cartel del PSOE en toda Espa?a y el partido a¨²n no se ha dado cuenta, ya que en lugar de La Moncloa aspira a presidir la Comunidad de Madrid. Fue prometedor Eduardo Madina, al que Susana D¨ªaz zancadille¨® eligiendo a Pedro S¨¢nchez y este les meti¨® el gol a los dos.

Pero vayamos por partes.

En lo que respecta al PSOE, de sus propias decisiones cabe deducir que ha envejecido tan r¨¢pido y mal que no tiene figuras interesantes en sus filas. Que, en plena debacle del PP nacional por Catalu?a y de Cristina Cifuentes por el caso del m¨¢ster, est¨¢ a por uvas. El propio Gabilondo fue un fichaje de otro invierno, y no de saldos.

En lo que respecta a Podemos, ha envejecido tan r¨¢pido y tan mal que es el ¨²nico partido capaz de meterse goles en propia puerta cuando la presidenta de Madrid est¨¢ a un penalti de irse a casa (perd¨®n por la repetici¨®n de s¨ªmiles futbol¨ªsticos, pero a eso hemos llegado). Reconozcamos que pasar del cuaderno azul de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en el que apuntaba a sus posibles sucesores con esa prepotencia y arbitrariedad que le caracterizaba, a la conspiraci¨®n en directo en el canal de Carolina Bescansa en Telegram con un acuerdo escrito de varios folios suscita de todo salvo admiraci¨®n.

En lo que respecta a Ciudadanos, el fichaje de Manuel Valls tiene lecturas interesantes. Para empezar, porque traer a alguien del parisiense PSG parece ya m¨¢s importante que tra¨¦rselo del Atl¨¦tico (no se ofendan, enti¨¦ndanme). Con riesgos. Quien fuera primer ministro de Francia bajo la presidencia de Fran?ois Hollande abandon¨® el Partido Socialista Franc¨¦s tras 37 a?os de militancia despu¨¦s del ¨²ltimo fracaso electoral y se pas¨® al bando de Macron. Desde ah¨ª ha defendido la superaci¨®n de los bloques en aras de una fuerza central de centro-izquierda y centro-derecha para contrarrestar los populismos de ambos extremos. El salto de p¨¦rtiga est¨¢ hecho: del PSF al partido de Macron. Y ahora puede venir el siguiente: de este a la posible candidatura a la alcald¨ªa de Barcelona.

La nueva pol¨ªtica, vemos, es esto. La vieja (del PSOE), tambi¨¦n. Y la vieja (del PP), sin ser la del cuaderno azul, es todo menos r¨¢pida, efectiva y transparente. Esperaremos a la tanda de penaltis, pues.