Magos, no gobernantes
Lo que hay es un divorcio de la realidad que ha terminado por destruir el entramado pol¨ªtico-constitucional-social
Viendo al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, plantar cara a la jaur¨ªa enfervorizada de las centrales sindicales y el pulso que le van a echar por la reforma de los ferrocarriles p¨²blicos, me doy cuenta de que hoy el mundo no elige a gobernantes. En realidad, como si fuera un libro de Harry Potter, buscan magos.
Gobernar hoy es luchar con la realidad y Macron ha dicho lo que cualquier presidente que se precie: llevamos demasiados a?os viviendo no por encima de nuestras posibilidades, sino al margen de nuestras realidades.
El problema es que si uno combina la ineficacia de los gobiernos con la crisis de la democracia representativa, ?que nos queda? Por ejemplo, Donald Trump, que ya ha conseguido de verdad jugar en las grandes ligas al mismo nivel que Xi Jinping, Kim Jong-un y Vladimir Putin: no hay nada por encima de ellos.
No necesitan ser buenos gobernantes, solo necesitan que, durante un ratito, alguien se crea que pueden ser los ¡°magos¡± que har¨¢n el milagro que requiere cada sociedad en cada momento y los voten. Al final, siempre existe el terrible d¨ªa siguiente.
Y el d¨ªa despu¨¦s -para el que no existe p¨ªldora- nos encontramos con un aspirante a mago, disfrazado de gobernante, que tiene a una sociedad cada vez menos dispuesta a negociar con la realidad, que es lo que justificar¨ªa la misi¨®n de su gobierno.
Observen a su alrededor. No es que tengamos crisis de liderazgos y de programas pol¨ªticos -que los tenemos-, no es que en este momento cueste mucho diferenciar entre los capitalistas de China y Vietnam y los progresistas de Ohio, sino que realmente lo que hay es un divorcio de la realidad que ha terminado por destruir el entramado pol¨ªtico-constitucional-social.
Y eso ?c¨®mo se combate? Pues solo de una manera: chocando con la realidad. ?C¨®mo se administra? Primero, dici¨¦ndole al p¨²blico que la fiesta se termin¨®. Segundo, ?se acuerdan ustedes de Naciones Unidas? Amortizadas. ?De Bretton Woods y del gran economista John Maynard Keynes? Muerto. ?Del Fondo Monetario Internacional? Desaparecido. ?Del Consenso de Washington? No sabe/no contesta. ?De la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte? Cad¨¢ver. ?De la Uni¨®n Europea? Desaparecida.
?Se acuerdan ustedes del mundo que construimos? F¨ªjense en que la vida empieza en el hogar: no hay ning¨²n padre que, a la hora de recomendar a su hijo qu¨¦ estudiar, tenga que reflexionar sobre para qu¨¦ servir¨¢ lo que estudie. En el mundo moderno, seguramente el 80% de las crisis empiezan porque los mandamos a la universidad sin saber exactamente qu¨¦ aprender¨¢n. No hay carrera m¨¢s exitosa hoy que la de "hacker". Y esa ?en d¨®nde se aprende? ?Cu¨¢l es la legalidad que se respeta? ?La de la Guerra de las Galaxias o la de los pa¨ªses?
Por eso, tener gobernantes mediocres -que crean y confundan el desinter¨¦s con la aprobaci¨®n- es, en gran parte, con lo que vamos tirando. El problema es que el mundo de nuestros hijos -ese en el que ellos viven y al que nunca llegaremos, ese "byte mental" que es inaprensible para nosotros- no encaja con el mundo en donde los hacemos vivir. El divorcio ya no es la ruptura sociol¨®gica, no es la existencia del concepto millennial, es otra cosa. Nunca en toda mi vida pens¨¦ que se ver¨ªa cumplida la profec¨ªa de la pel¨ªcula "The Manchurian candidate" ("El mensajero del miedo") y se cumpli¨®, ni que ver¨ªa al director del FBI explic¨¢ndole al presidente de Estados Unidos sus tendencias sexuales y se cumpli¨® y ni mucho menos que ver¨ªa lo que significa la aniquilaci¨®n de las formas.
?D¨®nde radica esa crisis? Muy sencillo, todas las manifestaciones de libertad de expresi¨®n necesitan tener un fin y un orden. En el mundo en que vivimos, existe la capacidad de expresi¨®n. Lo que no existe es el destino, el objetivo, el sistema, el fin, ni el orden. Bienvenidos a Hogwarts.
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