Excepcionalidad americana
EE UU defiende su pol¨ªtica extraterritorial y coercitiva en defensa de la libertad
La doctrina de la excepcionalidad de Estados Unidos asusta bastante aunque se proclame subrayando que sus pol¨ªticas son extraterritoriales y coercitivas en defensa de la libertad y la igualdad de derechos, principios fundacionales de la naci¨®n americana. Barack Obama dijo que Estados Unidos es ¨²nico y excepcional, y lo repite Mike Pompeo, cuyas convicciones atemorizan m¨¢s por la biograf¨ªa del dicente. El todav¨ªa director de la CIA pertenece a la facci¨®n m¨¢s conservadora del republicanismo, y defendi¨® las posiciones ultras del Tea Party, y el ahogamiento simulado durante el interrogatorio de sospechosos de terrorismo.
Acotando en sus justos t¨¦rminos el alcance de la r¨ªspida analog¨ªa, los nazis proclamaban que eran arios y que la raza aria era superior a las dem¨¢s por ser ¨²nica y excepcional. Soldados de ojos azules, pelo rubio y piel blanca; altos, esbeltos, de mand¨ªbula cuadrada. Se engancharon al esoterismo para justificar su derecho a expandir el Tercer Reich por pa¨ªses con pobladores que consideraban inferiores, casi subhumanos.
A mediados de mes, el nominado secretario de Estado justific¨® el intervencionismo militar norteamericano aludiendo al privilegio nacional, al derecho a interactuar con el mundo sin m¨¢s cortapisas que las establecidas en los mandamientos de la singularidad. Lo dijo en la audiencia de confirmaci¨®n del cargo ante la Comisi¨®n de Relaciones Exteriores del Senado, tras ser preguntado por el senador Tim Kaine. Rusia tambi¨¦n es ¨²nica, pero no excepcional. En realidad, la afirmaci¨®n de Pompeo no pasa de ser un derivado del destino manifiesto: la meta trascendente de EE UU es hacer valer la voluntad de Dios en la Tierra.
El encargo es cre¨ªdo a pies juntillas por la mayor¨ªa de los norteamericanos, dem¨®cratas y republicanos, y sobre todo por las clases dominantes. El principio establece que EE?UU est¨¢ destinado por la Providencia a ser la polic¨ªa del mundo, o algo parecido. La frase ¡°destino manifiesto¡± apareci¨® por primera vez en un art¨ªculo del periodista John L. O¡¯Sullivan, en 1845, en la revista Democratic Review de Nueva York, a prop¨®sito de la anexi¨®n de Texas. La doctrina del destino manifiesto tiene cierto paralelismo con la creencia jud¨ªa de que Israel es el pueblo elegido por Dios. En Estados Unidos, la separaci¨®n de Iglesia y Estado no impide la acendrada dimensi¨®n religiosa de su clase pol¨ªtica; la Declaraci¨®n de Independencia contiene cuatro referencias al Sumo Hacedor, y, sin citar ning¨²n culto, el primer discurso presidencial de George Washington incide en la fe.
La excepcionalidad de Estados Unidos fue ejercida en Am¨¦rica Latina y otras latitudes apoyando dictaduras castrenses e invadiendo pa¨ªses. Hace dos siglos, Sim¨®n Bol¨ªvar aventur¨® que el vecino del norte parec¨ªa destinado a plagar Am¨¦rica de miseria en nombre de la libertad. El emancipador se equivoc¨®. Las culpas del end¨¦mico atraso latinoamericano corresponden a los gobernantes criollos, incapaces de construir Estados de derecho. Todos incumplieron los preceptos constitucionales de justicia y libertad. Roguemos a Dios para que Pompeo incumpla los suyos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.