Se necesita un nuevo Senado

Con retraso, gran retraso, parece que por fin se empieza a abordar un acuerdo entre el Gobierno y las comunidades aut¨®nomas con el fin de establecer un nuevo modelo de financiaci¨®n para los pr¨®ximos a?os. Con tal motivo, comienzan a dibujarse posiciones diversas con una peculiaridad que es interesante comentar: los Gobiernos aut¨®nomos de un mismo partido no coinciden en sus planteamientos y, en ocasiones, coinciden con el planteamiento del partido contrario. Por ejemplo, seg¨²n parece, los presidentes de Galicia y de Castilla y Le¨®n, ambos del PP, coinciden m¨¢s con los presidentes socialistas de Asturias y Arag¨®n que con sus compa?eros de partido de Madrid o Murcia.

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Editorial | Aceler¨®n auton¨®mico

Rajoy promete abrir antes de verano la negociaci¨®n de la financiaci¨®n auton¨®mica

?Se trata de enfrentamientos ideol¨®gicos en el interior de los partidos? No. Se trata de diferencias de criterio por intereses territoriales, perfectamente entendibles y razonables, a partir de una coincidencia ideol¨®gica com¨²n: todo ciudadano, sea cual sea la comunidad en que resida, debe tener garantizados unos servicios p¨²blicos con el mismo nivel de calidad. As¨ª lo establece espec¨ªficamente la Constituci¨®n y as¨ª se deriva del valor igualdad, esencial en una democracia.

En efecto, no parece admisible que los poderes p¨²blicos traten a sus ciudadanos de manera distinta, por raz¨®n de su residencia, en materias como la sanidad, la ense?anza o los servicios sociales, entre otras. La organizaci¨®n de estos servicios puede ser diferente en virtud de la autonom¨ªa pol¨ªtica pero ello no debe ir en menoscabo de su igualdad de derechos ya que ello ser¨ªa incurrir en discriminaci¨®n.

Bajo este punto de partida, las diversas comunidades deben cuantificar sus gastos de acuerdo, no s¨®lo con su poblaci¨®n, sino con sus caracter¨ªsticas territoriales ya que su coste puede variar. Por ejemplo, una poblaci¨®n dispersa encarece una plaza escolar por raz¨®n de los traslados de los alumnos o una poblaci¨®n envejecida aumenta, como es obvio, el gasto de sanidad. Por tanto, estas diferencias territoriales se resuelven mediante una negociaci¨®n honesta en la que se aleguen motivos fundamentados en la igualdad de derechos de todos los ciudadanos.

Esto que sucede en financiaci¨®n sucede tambi¨¦n en otras muchas materias en las que son competentes las comunidades. Por ello es necesaria para el buen funcionamiento del Estado una colaboraci¨®n no ocasional sino constante entre comunidades y, con esta finalidad, es imprescindible una instituci¨®n pol¨ªtica en donde ¨¦stas diferencias se resuelvan mediante el debate y la argumentaci¨®n.

A estos efectos, lo ideal ser¨ªa, a mi parecer, transformar el actual Senado en un ¨®rgano representativo de los Gobiernos aut¨®nomos. Ah¨ª se debatir¨ªan todas estas cuestiones. El Congreso ya representa a los ciudadanos, el nuevo Senado representar¨ªa los intereses territoriales, tutelados por sus respectivos Gobiernos. Este nuevo Senado ser¨ªa, por fin, la c¨¢mara territorial prevista en la Constituci¨®n.