El reto de la educaci¨®n iberoamericana

En 2019 la Organizaci¨®n de Estados iberoamericanos para la Educaci¨®n la Ciencia y la Cultura (OEI) cumplir¨¢ 70 a?os. Aniversario que pone de manifiesto compromiso, continuidad y presencia territorial, atributos que le han convertido en la entidad de referencia en materia de cooperaci¨®n educativa, cient¨ªfica y cultural, en una regi¨®n muy diferente a como lo era entonces, y como lo ha sido en tiempos m¨¢s recientes. Desde un punto de vista pol¨ªtico, la democracia se ha consolidado en Iberoam¨¦rica. Aun cuando persistan situaciones de inestabilidad, las diferencias entre pa¨ªses se resuelven a trav¨¦s del di¨¢logo y el respeto a las leyes, a lo cual han contribuido, no obstante algunas dificultades, los procesos de integraci¨®n regional y subregional: juntos y unidos, somos m¨¢s.

En cuanto a la econom¨ªa, el Banco Mundial opina que estamos superando la crisis de mejor manera que otras regiones del mundo: si en 2017 salimos de la recesi¨®n con un crecimiento del PIB del 0,7%, para 2018 se prev¨¦ un 2% y se estima que en 2019 alcancemos el 2,6%.

Podemos creer que Iberoam¨¦rica ya se sit¨²a en el lado de las soluciones y esperanzas y que ya no es parte del problema, pero conviene no caer en un optimismo prematuro: en la reciente Cumbre de las Am¨¦ricas se puso de manifiesto que un 45% de los habitantes de la regi¨®n opinan que viven en democracias con graves problemas, en las que la corrupci¨®n, la econom¨ªa, la pobreza y la delincuencia son sus mayores preocupaciones.

Aunque persisten situaciones de inestabilidad, las diferencias entre pa¨ªses se resuelven a trav¨¦s del di¨¢logo y el respeto a las leyes

Persisten problemas estructurales como son la excesiva dependencia de commodities cuyos precios se fijan en mercados ajenos, la incertidumbre pol¨ªtica, la fragilidad de nuestro territorio y que, siendo la regi¨®n m¨¢s rica del mundo, tengamos la distribuci¨®n de la riqueza m¨¢s desigual; con un coeficiente Gini de 0,46 que, seg¨²n la CEPAL, representa un grave obst¨¢culo para el desarrollo sostenible.

Al situar lo que acabamos de describir en un contexto mundial cada vez m¨¢s interdependiente, globalizado y en una sociedad digital, donde el conocimiento es el principal valor, debemos concluir que es necesario aplicar nuevas pol¨ªticas promotoras de desarrollo social y reconocer el protagonismo que hoy tiene la educaci¨®n, ya convertida en una prioridad pol¨ªtica en Iberoam¨¦rica, como lo demuestra el hecho de que, seg¨²n el BID, en 2017 hayamos dedicado el 5,1% a este rubro, cuant¨ªa superior al 4,9% de los pa¨ªses de la OCDE y m¨¢s a¨²n del 4,6% que registra la media mundial.

Sin embargo, el esfuerzo se ha centrado en cumplir el objetivo cuantitativo de universalizar la cobertura en educaci¨®n primaria y b¨¢sica. El reto de la calidad sigue pendiente: como afirman los ex presidentes y ex ministros de educaci¨®n de Chile y M¨¦xico, Ricardo Lagos y Ernesto Zedillo, mejorar la calidad de la educaci¨®n en Iberoam¨¦rica representa la diferencia entre estancamiento y desarrollo. En cuanto a la equidad educativa sirve recordar que no hay sistema en el que ese objetivo no vaya unido de manera inseparable al de calidad y que, en cualquier caso, la escuela debe trabajar para reducir desigualdades y evitar injusticias.

Quiz¨¢s las pol¨ªticas educativas claves sean la extensi¨®n y cualificaci¨®n de la educaci¨®n infantil, trabajar las denominadas competencias del siglo XXI para educar a nuestros hijos y nietos para un futuro incierto y cambiante, distinto a nuestro pasado, dot¨¢ndoles de competencias que les hagan sentirse confiados, fuertes y resilientes. Apostar por la construcci¨®n de una ciudadan¨ªa iberoamericana que fortalezca el sentido de identidad y pertenencia a nuestra comunidad, en la que nadie se sienta objeto pol¨ªtico y s¨ª sujeto pol¨ªtico con derecho a tener derechos y responsabilidades, sin discriminaci¨®n alguna por raz¨®n de sexo, etnia, lugar de origen o residencia o condici¨®n social. Todo lo anterior ser¨¢ efectivo si contamos con mejores sistemas de gobernanza que aseguren una gesti¨®n educativa m¨¢s eficiente, participativa y transparente.

Menci¨®n especial merece la educaci¨®n superior. Son miles las instituciones de este nivel y millones los alumnos que a ellas asisten, a quienes debemos ofrecer respuestas de amplio alcance que promuevan la movilidad, la remoci¨®n de obst¨¢culos, el reconocimiento mutuo y la extensi¨®n de dobles titulaciones, y todo aquello que contribuya a hacer efectivo un sistema iberoamericano del conocimiento y de la educaci¨®n superior.

En resumen, integraci¨®n iberoamericana construida desde una educaci¨®n de calidad y equitativa, con el desarrollo de nuevas competencias, con una identidad y ciudadan¨ªa iberoamericana, en un espacio com¨²n del conocimiento donde el espa?ol y el portugu¨¦s se afirmen como lenguas francas que compartimos cerca de ochocientos millones de personas.

Mariano Jabonero es Secretario General de la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos