Un sol demasiado ardiente

Todav¨ªa no ha terminado el mes de abril, hace una semana estaba nevando en algunos puntos de la Pen¨ªnsula y los meteor¨®logos indican que la intensidad del sol de estos ¨²ltimos d¨ªas equivale a la del mes de agosto. Hecho inaudito. El cambio clim¨¢tico aprieta cada a?o con fuerza. Un sol ardiente que atravesando una fina capa de ozono lo va quemando todo. Quema la fr¨¢gil piel de los ni?os, los sembrados, las tiernas hojas que acaban de despuntar de sus brotes... y nos obliga, ya, a poner en marcha los aires acondicionados de autom¨®viles, comercios y hogares. Y la contaminaci¨®n que no cesa.

Esto es lo suficientemente grave como para concienciar a todos los Ayuntamientos, de pueblos y ciudades, de la importancia, ahora m¨¢s que nunca, de inundar patios de escuelas, aparcamientos p¨²blicos, pol¨ªgonos industriales, caminos y todos los rincones posibles con plantadas masivas de ¨¢rboles de sombra para as¨ª reducir el efecto calefactor del hormig¨®n y el asfalto tan potente en estos d¨ªas de fuerte insolaci¨®n. Si queremos luchar contra el cambio clim¨¢tico, por ah¨ª se empieza y, sin duda, los ciudadanos lo agradeceremos.¡ª Lola Arpa Vilallonga. Peratallada (Girona).