La crema antiedad
Entretiene m¨¢s un buen esc¨¢ndalo sexual que uno por corrupci¨®n, pero en Espa?a somos m¨¢s de codicia que de lujuria
?Cu¨¢l es la mejor edad para dejar de usar una crema antiedad? La pregunta me la hicieron minutos antes de que Cristina Cifuentes renunciara a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Ninguna, porque las cremas, como los m¨¢steres, deben ser para toda la vida. Lo m¨¢s notorio, al menos para m¨ª, del v¨ªdeo de Cifuentes asumiendo un ¡°error involuntario¡± en un supermercado de Vallecas, es que ¡ªal contrario de los regalos de la trama G¨¹rtel, que siempre eran art¨ªculos de lujo¡ª la expresidenta opt¨® por la eficacia de una crema y no por su allure (seducci¨®n). Como bien anuncia la firma de cosm¨¦ticos en liza, se trata de productos que ¡°trabajan la firmeza de la piel, una preocupaci¨®n entre mujeres y hombres que superan los 40¡±. Y el resultado se confirm¨® en el rostro de Cifuentes que no llor¨® en su renuncia y mantuvo la firmeza hasta el ¨²ltimo instante.
Una crema no es una pomada y el Partido Popular es m¨¢s una pomada que una crema. Asombra que el juicio del caso G¨¹rtel se extienda durante una d¨¦cada mientras que recuperar el v¨ªdeo de Cifuentes en un supermercado fuese cuesti¨®n de d¨ªas. Es m¨¢s dif¨ªcil demostrar una supuesta financiaci¨®n cara e irregular que un posible brote de cleptoman¨ªa. Lo mejor ser¨ªa que el PP sacara una l¨ªnea de cremas antiedad para financiarse de manera transparente. Ser¨ªan unas cremas antirrobo.
El v¨ªdeo de Cifuentes ¡ªque ella calific¨® de acoso y derribo hacia su persona, pero sin indicar por parte de quien¡ª me record¨® a ese angustioso momento en el que Winona Ryder fue pillada robando en unos grandes almacenes de Los ?ngeles. Para los que crecimos con sus pel¨ªculas, fue demoledor. El d¨ªa que se dict¨® condena a varios a?os de c¨¢rcel, yo estaba en mi gimnasio de Madrid y exclam¨¦: ¡°Hijos de p¡a¡±, refiri¨¦ndome a los que la hab¨ªan juzgado. Lamentablemente, el exministro Arias Ca?ete andaba cerca y, al escuchar mi grito, crey¨® que lo dirig¨ªa a ¨¦l. Fue un error involuntario. Pero la vida siempre te da una segunda oportunidad sobre todo en Am¨¦rica. Winona es ahora la estrella de una exitosa serie, Stranger Things y tiene contrato con una marca de champ¨² donde luce melena y la acompa?a la frase: ¡°Todos merecemos¡ una segunda oportunidad¡±. Cifuentes la tendr¨¢ y ser¨¢ cuando Esperanza Aguirre tenga que enfrentarse a algo tan olvidado como aquellas horas del Tamayazo que la auparon a la presidencia de Madrid, desde entonces la comunidad con m¨¢s pomada del reino.
Cifuentes escogi¨® para su despedida un traje blanco nuclear. Como las cremas antiedad, como un mirlo blanco y como el que visti¨® Melania Trump para recibir a los se?ores Macron en Washington. Tanto Brigitte Macron como Melania apostaron por el no color y se mantuvieron muy firmes mientras sus maridos no paraban de tocarse, llamarse ¡°amigos¡±, darse palmaditas y hasta revisar el estado de sus barrigas. Como si estuvieran escenificando una pomada, ese colegueo que le permita a Donald tener al menos un socio en alguna parte. En la CNN, donde no tiene socios, observaron con rubor el ¡°romance¡± de los presis y enfocaron la prudencia burlona con que Trump se aproxima a su esposa. Cuando va a cogerle la mano, Melania la aparta. Ella parece no estar muy dispuesta a perdonarle pronto que le haya puesto crema a otras se?oras, como la exuberante Stormy Daniels.
En esto somos diferentes, son escas¨ªsimos los esc¨¢ndalos sexuales en la pol¨ªtica espa?ola. Es una l¨¢stima, porque un buen esc¨¢ndalo sexual siempre es m¨¢s entretenido y sofisticado que uno por corrupci¨®n. Pero aqu¨ª somos m¨¢s de codicia que de lujuria.
Isabel Pantoja siempre est¨¢ en la pomada. Ha reaparecido en ?Hola! como abuela, con un mo?o y flanqueada por dos nietos, en su nueva faceta como ¡°int¨¦rprete de fotos hist¨®ricas¡±. El verano pasado pos¨® en una embarcaci¨®n en Marbella casi de la misma forma que lo hiciera Lady Di veinte a?os atr¨¢s. Esta semana se ha apoderado de la foto frustrada en Palma de la reina Sof¨ªa con sus nietas. La reina Pantoja une a Espa?a en muchas de sus pasiones y contradicciones: consigui¨® esa foto y ahora es mucho m¨¢s abuela que nadie. Adem¨¢s, mostrando dientes ¡ªcomo le gusta¡ª y una tersura de piel que podr¨ªa ser el porcel¨¢nico resultado de las cremas antiedad a buen precio. ?Que pensara de todas estas pomadas la doctora de Podemos, Carolina Bescansa, desde su remoto laboratorio?
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