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Hay en Burdeos un museo que, aunque no muy conocido, merece una visita sosegada. Se trata del Museo de Aquitania y re¨²ne monumentos, obras, documentaci¨®n y muestras de la regi¨®n, que es muy extensa y con una tradici¨®n cultural de rara importancia. Comienza con la prehistoria y una pieza fascinante, la Venus de Laussel, tambi¨¦n llamada ¡°del cuerno¡± por el objeto que sostiene en su mano. Es la segunda m¨¢s importante figura de Venus despu¨¦s de la de Willendorf y se ignora su significado. ?Cifra de un calendario lunar? ?Idolillo de la fertilidad? M¨¢s intrigante a¨²n: ?Figura hermafrodita?

Aquitania es zona de arte neol¨ªtico y est¨¢n bien figuradas las cuevas con pinturas parietales de la zona, pero lo que a mi m¨¢s me interes¨® fueron las salas dedicadas al comercio de esclavos, inauguradas en 2009. Son dos grandes espacios bien dise?ados en los que se da cuenta del esclavismo bordel¨¦s, fuente de riqueza muy importante para la ciudad, de la que salieron deportados casi doscientos mil esclavos. Todav¨ªa en el siglo XVIII se compraban seres humanos para uso privado. Por supuesto, la exposici¨®n es respetuosa, no oculta el dolor producido, ni la responsabilidad moral de los negreros, y da la palabra a los herederos y defensores de las v¨ªctimas, pero no pide perd¨®n.

Me parece significativo comparar c¨®mo act¨²an las naciones seguras de su historia con lo que tratan de ocultar aquellas regiones que se averg¨¹enzan de la suya. Las salas de Burdeos son dignas y justas con las v¨ªctimas y no disimulan nada. El Ayuntamiento de Barcelona ha escondido hace poco la estatua de Antonio L¨®pez para que los catalanes no sepan que hubo tr¨¢fico de esclavos en su capital. Estos cabecillas consideran a sus votantes unos ni?os un poco bobitos.