Trump torpedea la diplomacia
Al exitoso encuentro con Macron le sigue una hiriente cr¨ªtica a Francia
El viernes pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremeti¨® contra la pol¨ªtica de tenencia de armas de Francia tocando un tema extremadamente sensible en Par¨ªs: el atentado en la sala de fiesta Bataclan el 13 de noviembre de 2015. Lo hizo en la reuni¨®n anual de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, que apoy¨®, por cierto, su campa?a con una donaci¨®n millonaria. Ah¨ª, Trump asegur¨® que de haber podido portar armas algunos de los clientes, la matanza no habr¨ªa sido tan tr¨¢gica. Aquella noche de noviembre murieron 130 personas, la mayor¨ªa de ellas (89), en el Bataclan, donde tres terroristas mantuvieron como rehenes a los clientes y donde las r¨¢fagas de sus fusiles Kal¨¢shnikov provocaron la tragedia.
Los pol¨ªticos franceses han reaccionado muy airados a tales cr¨ªticas, que han calificado de ¡°obscenas¡±. Por supuesto que, adem¨¢s de hirientes, tales expresiones carecen de base. Ni siquiera durante el a?o siniestro franc¨¦s de 2015 con varios atentados terroristas en su suelo el ¨ªndice de criminalidad se dispar¨® hasta los niveles de Estados Unidos, donde mueren cada a?o por armas de fuego m¨¢s de 30.000 ciudadanos.
Es solo una peque?a an¨¦cdota que no hace historia, pero s¨ª un detalle del valor que Trump le da a la diplomacia y a las relaciones con un pa¨ªs amigo. La pol¨ªtica internacional se rige por reglas no siempre escritas y no siempre comprensibles, pero Trump est¨¢ introduciendo en ellas una complejidad inesperada. No se trata solo de su confeso rechazo al multilateralismo. En ese aspecto, su amenaza de desbaratar el acuerdo con Ir¨¢n, como el acuerdo clim¨¢tico de Par¨ªs, son decisiones consecuentes con su ideario. El problema es que, adem¨¢s, Trump parece dispuesto a torpedear la diplomacia, que es una de las m¨¢s potentes herramientas de paz que se conocen.
Pura diplomacia fue el reciente viaje del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, a Washington, donde recibi¨® una acogida espectacular y donde Trump lleg¨® a bromear en p¨²blico sobre el joven mandatario. ¡°?C¨®mo le quiero!¡±, exclam¨® el americano d¨¢ndole un beso al franc¨¦s. Durante esa visita oficial qued¨® clara la diferencia de posiciones respecto a Ir¨¢n, pero tambi¨¦n que Macron pod¨ªa convertirse en el interlocutor europeo ideal para la Casa Blanca, toda vez que Trump no se acaba de entender ni con Theresa May ni con Angela Merkel.
Pero resulta, seg¨²n se ha podido ver ahora con su discurso ante la poderosa Asociaci¨®n Nacional del Rifle, que las expresiones cari?osas de Trump son ajenas a la pol¨ªtica, seg¨²n su perspectiva. Solo as¨ª se entiende un ataque tan directo a Francia a los pocos d¨ªas de recibir a Macron.
Mientras otras potencias le disputan a Estados Unidos su hegemon¨ªa, su m¨¢ximo mandatario da se?ales inequ¨ªvocas de ser un interlocutor poco fiable. The Washington Post le achaca la compulsiva costumbre de mentir 6,5 veces cada d¨ªa en un recuento hecho desde que es el jefe del Estado. Es un dato aterrador si se tiene en cuenta el poder que todav¨ªa hoy se concentra en sus manos.
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