Bajo el signo de Saturno
Este tit¨¢n podr¨ªa ser el personaje mitol¨®gico que m¨¢s le pegar¨ªa a Mariano Rajoy
Al hilo de esa man¨ªa de los medios de comunicaci¨®n franceses de otorgar el calificativo de J¨²piter a Emmanuel Macron, llevo varios d¨ªas barruntando cu¨¢l podr¨ªa ser el personaje mitol¨®gico que m¨¢s le pegar¨ªa a nuestro Mariano Rajoy.
No es f¨¢cil, porque ni a la ilimitada imaginaci¨®n m¨ªtica se le pudo ocurrir un modelo en el que encajara nuestro presidente. He pasado revista tambi¨¦n a otra inagotable fuente de estereotipos personales, las tragedias de Shakespeare, y, nada, no hay manera.
O casi, porque Saturno parece que no es mal candidato. Hay que recordar que este tit¨¢n equivale al griego Chronos, el tiempo. Y Rajoy va siempre precedido por su fama de medir los tempos pol¨ªticos. No en el sentido de la occassione maquiaveliana, el saber aprovecharse de una determinada coyuntura para decidir pol¨ªticamente. Su tiempo es m¨¢s bien eso que los latinos llamar¨ªan nunc stans, el eterno presente, el ahora que permanece. Es decir, el no hacer nada, el no actuar, el perenne fluir del tiempo pol¨ªtico sin tener que intervenir en ¨¦l decidiendo. Eso lo convierte en el l¨ªder pol¨ªtico m¨¢s previsible. Siempre que esperamos que act¨²e, decide no actuar. Y cuando ya es inevitable, como con la crisis catalana, traslada la decisi¨®n a otros. Ha conseguido que nuestro mayor problema salga de la pol¨ªtica para encaminarse por los tortuosos plazos de la v¨ªa judicial.
Control de tiempos, como con el nuevo presupuesto, que le facilitar¨¢ seguir en el poder durante dos a?os m¨¢s sin tener que gobernar. Lo impide la aritm¨¦tica parlamentaria, su situaci¨®n ideal. Pol¨ªtica sin Parlamento, reducida a mera gesti¨®n de asuntos corrientes. Pero, como ya se est¨¢ viendo, le permitir¨¢ aguantar tambi¨¦n hasta que la ansiedad de Ciudadanos les vaya erosionando poco a poco por su af¨¢n de superarlo por la derecha. Estos s¨ª que no saben esperar ni marcar los tiempos.
Hay algo, sin embargo, en lo que s¨ª es pol¨ªtico, el querer reproducirse en el poder. Y como en el caso de Saturno, la mayor amenaza para su reinado suele provenir de sus propias filas. Por eso nunca tuvo que devorar a sus hijos, como en la conocida imagen del personaje m¨ªtico, ellos ya fueron devor¨¢ndose entre s¨ª. Rodrigo Rato, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, Esperanza Aguirre, Ignacio Gonz¨¢lez y tantos otros fueron cayendo por sus propios excesos. Y ahora la lucha sigue entre sus dos colaboradoras m¨¢s cercanas.
Con todo, la mejor imagen de Mariano Rajoy no es mitol¨®gica, es esa foto tomada el pasado 2 de mayo, d¨ªa de la Comunidad de Madrid, en la que aparece una silla vac¨ªa con Dolores de Cospedal a un lado y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa al otro. El partido y el Gobierno en plena tensi¨®n personal. Y el l¨ªder, ausente, que manda a pesar de su no implicaci¨®n. Lo visible invisible, la met¨¢fora de nuestra pol¨ªtica.
Por cierto, al final fue J¨²piter quien le arrebat¨® el poder a Saturno. Como tengamos que esperar a un Macron lo llevamos claro.
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