Esperando a Alemania

M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s de la crisis financiera de 2008, la Uni¨®n Europea sigue pol¨ªticamente estancada. Sin embargo, su fortalecimiento es necesario para que el proyecto de integraci¨®n europea tenga ¨¦xito. De lo contrario, las fuerzas del nuevo nacionalismo continuar¨¢n su asalto a la democracia, al Estado de derecho y a los valores sobre los que se sustenta el proyecto comunitario.

M¨¢s informaci¨®n

Editorial | Ruptura transatl¨¢ntica

Merkel avisa de que Europa ya no puede confiar en Estados Unidos

El principal motivo del atasco europeo es Alemania. A?os despu¨¦s de la crisis, y mientras la UE se enfrentaba a un escaso crecimiento y a una creciente crisis econ¨®mica, Alemania segu¨ªa insistiendo en que no pod¨ªa llevar adelante sola el proyecto europeo, y que hab¨ªa que esperar a Francia. En mayo de 2017, Emmanuel Macron fue elegido presidente con la promesa de impulsar reformas en la UE y modernizar la econom¨ªa francesa. Pero justo cuando Francia estaba dispuesta a volver al ruedo, Alemania se preparaba para las elecciones generales de septiembre de 2017. Unos comicios que se saldaron con importantes p¨¦rdidas para la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel y meses de negociaciones para la formaci¨®n de un nuevo Gobierno.

El mismo mes de las elecciones alemanas, Macron pronunci¨® un discurso impresionante en la Sorbona, en el que propuso reformas concretas para estabilizar la eurozona, crear un sistema com¨²n de protecci¨®n de fronteras y establecer una iniciativa conjunta europea de defensa. Pero en aquel momento las propuestas de Macron fueron recibidas con frialdad en Alemania, que siete meses despu¨¦s segu¨ªa sin presentar un plan propio. En vez de eso, Alemania no dijo ni una palabra sobre el futuro de Europa, e indic¨® que lo que m¨¢s le preocupaba era su dinero. La pol¨ªtica europea de Alemania parece haber ca¨ªdo en manos de los avaros del comit¨¦ presupuestario del Bundestag.

Antes, el eje de esa pol¨ªtica la marcaban cancilleres que entend¨ªan la importancia hist¨®rica de la integraci¨®n europea. Pero hoy parece que Merkel ha dejado que los diputados de la CDU (y de su rama b¨¢vara, la Uni¨®n Social Cristiana, CSU) la aten de pies y manos antes que cualquier negociaci¨®n futura sobre reformas de la UE.

Dilapidar la oportunidad ofrecida por Macron (que no se repetir¨¢) ser¨ªa el colmo de la estupidez pol¨ªtica y de la ceguera hist¨®rica. Las dos potencias fundadoras del sistema transatl¨¢ntico est¨¢n a punto de decirle adi¨®s a ese sistema. Reino Unido decidi¨® abandonar la UE mientras que Estados Unidos, bajo el presidente Donald Trump, est¨¢ aniquilando la garant¨ªa de seguridad transatl¨¢ntica que siempre ha prove¨ªdo, y debilitando el sistema global de comercio en el que conf¨ªa Europa (y en particular Alemania) desde los a?os cincuenta.

La pol¨ªtica europea de Alemania parece haber ca¨ªdo en manos de los avaros del Bundestag

La amenaza de un desenlace tr¨¢gico en Occidente sacude los pilares econ¨®micos y la estabilidad europea. China ya es una potencia global con capacidad de arrastrar el centro de gravedad de la econom¨ªa mundial desde el Atl¨¢ntico hacia la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico. Los europeos se enfrentan ahora a la posibilidad de que EE UU y China los dejen en la cola, no solo geopol¨ªticamente, sino tambi¨¦n en el sector econ¨®mico m¨¢s importante del siglo XXI: la inteligencia artificial.

Europa tambi¨¦n se enfrenta a amenazas m¨¢s inmediatas en el vecindario. El presidente ruso, Vladimir Putin, est¨¢ una vez m¨¢s sondeando militarmente las fronteras de Europa del Este. Su hom¨®logo turco, Recep Tayyip Erdo?an, aleja cada vez m¨¢s a su pa¨ªs de la OTAN y de Occidente, a la vez que abandona la democracia y el Estado de derecho. Y todo Oriente Pr¨®ximo corre el riesgo de caer en una crisis prolongada que impulse un aumento de las migraciones a Europa.

La guerra en Siria muestra el grado de debilidad actual de Europa. Lejos de ser un destino para los refugiados, la UE se ha vuelto irrelevante en Siria. Peor a¨²n, quienes definen la pol¨ªtica exterior de Alemania parecen convencidos de que no puede haber una soluci¨®n militar, y de que solo Rusia puede poner fin a la guerra. Este argumento pasa por alto el hecho de que el presidente sirio, Bashar al-Assad, ya tiene a su alcance una soluci¨®n militar gracias al apoyo que recibi¨® de Rusia e Ir¨¢n. Tambi¨¦n pasa por alto el hecho de que Rusia no est¨¢ en condiciones de detener un conflicto regional a¨²n m¨¢s amplio (aunque queriendo). Al fin y al cabo, Ir¨¢n no va a renunciar a su puente terrestre hacia el Mediterr¨¢neo, e Israel no va a aceptar la presencia de las Guardias Revolucionarias de Ir¨¢n y sus misiles en Siria. De hecho, el riesgo de que haya un conflicto entre Israel e Ir¨¢n en Siria y en L¨ªbano ya es cada vez m¨¢s grande.

Estos hechos plantean nuevos desaf¨ªos para Europa. Por un lado, la UE necesita evitar que se produzca una carrera armament¨ªstica nuclear en la regi¨®n y defender el acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iran¨ª que ahora Trump amenaza aniquilar. Por otro lado, la UE tiene un acuerdo de asociaci¨®n (y responsabilidades hist¨®ricas) con Israel que le impide permanecer neutral o hacer la vista gorda a las ambiciones hegem¨®nicas de Ir¨¢n en la regi¨®n.

Europa y Occidente necesitan una respuesta francoalemana como la que dieron Mitterrand y Kohl

Con excepci¨®n de Francia y de Reino Unido (por ahora), la UE y sus Estados miembros est¨¢n decididamente mal preparados para enfrentarse a estos riesgos. Y esto vale especialmente para Alemania, cuyo ej¨¦rcito lleva a?os languideciendo bajo medidas de austeridad. La garant¨ªa de seguridad que implement¨® EE UU en la posguerra libr¨® a Alemania durante mucho tiempo de pensar en amenazas estrat¨¦gicas. Pero ahora que Trump ha puesto en duda los compromisos de EE UU con sus aliados, Alemania ya no puede confiar en una tan favorable divisi¨®n del trabajo.

En cuestiones financieras, Alemania suele acusar a otros pa¨ªses de la eurozona de incumplir las reglas y pol¨ªticas de austeridad acordadas. Pero en cuestiones de defensa, esta acusaci¨®n se le est¨¢ volviendo en contra. La era de la protecci¨®n gratuita est¨¢ llegando a su fin, y sin EE UU, la ¨²nica otra fuente de defensa de Alemania es una Europa m¨¢s fuerte, lo cual ciertamente tiene un coste.

Nadie espera que Alemania adopte las propuestas de Macron en su totalidad. Pero en un momento en que los cimientos del orden global est¨¢n cambiando en detrimento de Europa, las reformas marginales no bastan. Alemania no ofreci¨® una visi¨®n propia de una Europa m¨¢s fuerte, ni se mostr¨® dispuesta a actuar y hacer las inversiones necesarias. Europa y Occidente necesitan una respuesta francoalemana como la que en su momento dieron Fran?ois Mitterrand y Helmut Kohl, y Charles de Gaulle y Konrad Adenauer antes de ellos. Y la necesitan ahora: la historia no va a esperar.

Joschka Fischer fue ministro de asuntos exteriores y vicecanciller de Alemania entre 1998 y 2005,y fue durante casi veinte a?os uno de los l¨ªderes del Partido Verde Alem¨¢n.

Copyright: Project Syndicate, 2018. www.project-syndicate.org