Monica Lewinsky no tiene ninguna intenci¨®n de callarse
La exbecaria m¨¢s famosa de la Casa Blana y hoy activista contra el acoso, critica la persistencia de actitudes machistas y abusos
Carlos Gardel fue el primero en decir eso de ¡°veinte a?os no es nada¡± cada vez que entonaba Volver, uno de sus tangos m¨¢s famosos. As¨ª es como se siente Monica Lewinsky dos d¨¦cadas despu¨¦s de convertirse en la becaria m¨¢s famosa de la Casa Blanca. ¡°Como si siguiera envuelta en la cris¨¢lida de 1998¡±, escribe Lewinsky esta semana en un ensayo publicado en la edici¨®n estadounidense de la revista Vanity Fair. El esc¨¢ndalo que puso al entonces presidente estadounidense Bill Clinton al borde del precipicio pol¨ªtico y personal sigue persiguiendo a Lewinsky sin que al parecer nada haya cambiado.
Lewinsky es actualmente una dedicada activista contra el acoso, especialmente contra el cyberbullying. Esto no la exime de recibir en sus propias carnes muestras de machismo y abuso. Como el que ha vivido en las ¨²ltimas semanas tras ser invitada a la cumbre ben¨¦fica que organiz¨® la revista Town & Country. Lewinsky confirm¨® su asitencia, pero a los pocos d¨ªas fue ¡°desinvitada¡±. La raz¨®n: Clinton hab¨ªa aceptado dar el discurso inaugural del foro. Una historia menor ¡°en el Twitterverse [el universo de Twitter] y la prensa¡±, define la propia Lewinsky.
Para ella, este golpe bajo protocolario significa mucho m¨¢s. Sobre todo teniendo en cuenta el momento que vive el feminismo ¡ªla denominada cuarta ola¡ª, que pelea por la igualdad de g¨¦nero y contra los abusos de poder en todas las esferas. ¡°Quiz¨¢s valga la pena pensar en ello [en los dejes machistas de su desinvitaci¨®n] uno o dos minutos¡±, a?ade esta mujer que asegura haberse visto en este tipo de situaciones inc¨®modas en m¨¢s de una ocasi¨®n.
El nombre de Lewinsky sali¨® a la luz p¨²blica por primera vez en enero de 1998. Pero hasta agosto de ese mismo a?o no recibi¨® una disculpa p¨²blica por parte de Clinton, que finalmente admiti¨® la ¡°relaci¨®n inapropiada¡± que mantuvo con su becaria. ¡°Un lapso en el juicio y un fallo personal del que soy el ¨²nico responsable¡±, dijo el entonces presidente. Sin embargo, fue Lewinsky la que se convirti¨® en el saco de los golpes, en el centro de los ataques y de las bromas hasta el punto de que durante a?os no pudo encontrar trabajo porque su nombre la preced¨ªa.
La entonces becaria encontr¨® su lugar en el mundo del activismo, manteniendo un perfil bajo en lo que concierne a su vida privada, pero hablando con claridad contra el abuso y el cyberbullying. Como este t¨¦rmino se defini¨® en el siglo XXI, ella es la primera persona no p¨²blica que vio su identidad y su reputaci¨®n ¡°brutalmente masacradas en la Red¡±.
Por eso ahora ha preferido no callarse ante este ¨²ltimo ¡°incidente diplom¨¢tico¡±. Como dice en su ensayo, hace un a?o se habr¨ªa callado. Pero no ahora. No cuando el movimiento #MeToo ¡ªal que se sum¨®¡ª est¨¢ sacudiendo las ra¨ªces de los abusos sexuales sistem¨¢ticos, con especial hincapi¨¦ en aquellos casos en los que hay una relaci¨®n desigual de poder.
RSVP Shame: "Though the situation was awkward, admittedly, by not addressing that the behavior itself was wrong and unacceptable, it sent a tacit message of approval...Wasn¡¯t this, then, a lost opportunity to move this very important conversation forward?" https://t.co/5BgrUdRJ8J
— Monica Lewinsky (@MonicaLewinsky) May 12, 2018
¡°?Qu¨¦ le den! ?Estamos en 2018! (...) Lo que me pasa a mi le pasa a diario a millones de personas de diferentes formas, especialmente a mujeres. Sobre todo a aquellas marginalizadas en nuestra sociedad. Porque a veces es un error inocente ¡ªno por ello menos grosero¡ª, pero la mayor parte de las veces es un reflejo de las normas de control y educaci¨®n (...) que la gente en el poder marca sobre c¨®mo deben de ser tratados aquellos con otro estatus¡±, se explaya.
Esta no es la ¨²nica ocasi¨®n en la que Lewinsky ha subrayado incidentes en los que en su opini¨®n se vive una vuelta a lo que llama ¡°los noventa¡±. Por ejemplo, la activista le sac¨® los colores en Twitter al senador estadounidense Marco Rubio por criticar a un becario por un art¨ªculo que hab¨ªa escrito en su contra. ¡°Culpar a los becarios es tan 1990¡±, dijo Lewinsky en un tuit. Un comentario que oblig¨® a Rubio a rebajar el tono de su cr¨ªtica.
La revista Town & Country ofreci¨® sus disculpas a Lewinsky por el desafortunado incidente. Y la oficina del ex presidente se?al¨® en un comunicado que Clinton no hab¨ªa tenido nada que ver en todo ello. Sin embargo Lewinsky censur¨® ambas reacciones. ¡°El hecho de que no se?ale que el comportamiento fue err¨®neo e inaceptable env¨ªa una se?al t¨¢cita de aprobaci¨®n¡±, contin¨²a Lewinsky en su texto. Y recuerda que en la era del #MeToo y #Time'sUp ¡°los miembros de la ¨¦lite tienen que responder a unos est¨¢ndares m¨¢s altos¡±.?
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