Inmortales
Como el Atl¨¦tico de Madrid no hay otro. Ninguno con esa fe, con esa fuerza, el coraje de levantarse despu¨¦s de dos derrotas con el coraz¨®n intacto para volver a ganar
El 30 de mayo de 2016 escrib¨ª una columna titulada Lo fatal. Empezaba, como mi poema favorito de Rub¨¦n Dar¨ªo, con dos versos conmovedores: ¡°Dichoso el ¨¢rbol, que es apenas sensitivo, y m¨¢s la piedra dura porque esa ya no siente¡±. La noche anterior, el Atleti hab¨ªa perdido su segunda final de Champions contra el Madrid en dos a?os, esta vez en los penaltis, y aquellos dos versos no me dejaron dormir. Por la ma?ana, me aferr¨¦ a las se?as de identidad de mi equipo para escribir una columna valiente y orgullosa. Porque yo no soy ¨¢rbol, tecle¨¦, porque yo no soy piedra, porque la sangre es roja, como los amaneceres, como las revoluciones¡ Intentaba levantar a los m¨ªos, pero la verdad es que estaba herida, y mi herida sigui¨® abierta, palpitando como una maldici¨®n, hasta el mi¨¦rcoles pasado, cuando encend¨ª el televisor con mi camiseta rojiblanca y se me ocurri¨® pensar que ojal¨¢ nos hubiera eliminado el Arsenal. Ten¨ªa mucho miedo, pero me equivoqu¨¦. Ten¨ªa mucho miedo, pero ellos no lo conocen. Y no voy a contar lo que pas¨® despu¨¦s. Solo quiero decir que existen mejores equipos de f¨²tbol en el mundo, pero como el Atl¨¦tico de Madrid no hay otro. Ninguno con esa fe, con esa fuerza, el coraje de levantarse despu¨¦s de dos derrotas con el coraz¨®n intacto para volver a ganar. Eso solo lo hace mi Atleti, y su grandeza no puede comprarse con dinero. Es, tal vez, el ¨²nico bien que no tiene precio en el f¨²tbol moderno. Por eso te bendigo de nuevo, Cholo Simeone. Nunca me cansar¨¦ de bendecirte, porque lo mejor de esta victoria es que garantiza que habr¨¢ otras derrotas pero ninguna, jam¨¢s, ser¨¢ la derrota. Porque despu¨¦s de ti, la fatalidad solo sobrevive en unos memorables versos de Rub¨¦n. Porque ahora sabemos que nuestra leyenda es la inmortalidad.
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