No fue por tu culpa, pero afrontarlo s¨ª es tu responsabilidad
Preguntarte qu¨¦ puedes hacer y c¨®mo te vas a responsabilizar de lo que te sucede es el primer paso para ser feliz
Si quieres perder energ¨ªa en algo in¨²til, culpa al mundo de lo que te ocurre. Buscar culpables es una de las actitudes m¨¢s agotadoras y est¨¦riles que existen, aunque nos puede pasar a cualquiera: cuando suspendemos un examen y decimos que ha sido porque el profesor ha puesto unas preguntas muy dif¨ªciles, cuando discutimos con la pareja y atribuimos el cien por cien de los motivos a la actitud de la otra persona, o cuando pensamos que si no somos m¨¢s felices en el trabajo se debe solo y exclusivamente a nuestro jefe. Todos podemos tener esa tendencia, pero hay quienes la practican con tanta asiduidad, que se convierten en aut¨¦nticos profesionales ¡°buscadores-de-culpables¡±. Pues bien, echar balones fuera puede aliviarnos un rato, pero encierra un grav¨ªsimo problema: nos debilita, nos convierte en v¨ªctimas y nos incapacita para tomar decisiones (adem¨¢s de aburrir a los que nos rodean). La clave est¨¢ en asumir el protagonismo, es decir, transformar la culpa en responsabilidad, como propone el actor Will Smith en uno de los v¨ªdeos m¨¢s virales. Veamos a continuaci¨®n c¨®mo conseguirlo:
Primero, identifica el discurso ¡°buscador-de-culpa¡±. Como hemos dicho, todos podemos caer en ello. Es ese momento en el que criticas, criticas y criticas, y parece que t¨² sales de rositas de una situaci¨®n, ya sea con la familia, con amigos o en el trabajo. Toma conciencia de las conversaciones recurrentes, que te dejan agotado, enfadado o con un poco de mal sabor de boca (por no hablar de los que te escuchan). Son discursos que vac¨ªan profundamente y en los que no existen soluciones posibles.
Segundo, valora qu¨¦ es lo que deseas: si tener la raz¨®n o ser feliz. S¨¦ muy sincero contigo mismo. Podremos criticar lo que nos rodea, pero las palabras hacen bien poco. Movilizan las acciones inteligentes. Si antepones la raz¨®n a tu felicidad y a la de los que te rodean, no podr¨¢s avanzar. Sin embargo, si te apetece encontrarte mejor contigo mismo, con m¨¢s energ¨ªa y con mejor humor, entonces, pasa al punto siguiente.
Tercero, acepta lo que te rodea. Lo pasado, pasado est¨¢. Will Smith lo resume de una manera extraordinaria: no tienes la culpa si tu pareja te enga?a o si tu padre es alcoh¨®lico, pero s¨ª tienes la responsabilidad de lidiar con los posibles traumas para tener una vida feliz. No culpar no significa ponerse una venda y mirar para otro lado. Significa reconocer lo que existe, aceptarlo y encontrar el margen de maniobra para actuar.
Y cuarto, identifica qu¨¦ puedes hacer. Y aqu¨ª no valen las excusas. Hasta personas que han sufrido situaciones terribles defienden nuestra libertad para actuar. Por ello aboga Viktor Frankl, psiquiatra jud¨ªo que estuvo prisionero en Auschwitz durante la II Guerra Mundial. ?l defendi¨® la responsabilidad de la actitud, de decidir qu¨¦ emoci¨®n puedes tener ante una situaci¨®n que nadie hubiera deseado. Si se puede conseguir en momentos tan complicados, ?c¨®mo no podr¨ªamos lograrlo nosotros ante discusiones, errores, problemas en el trabajo o con la pareja? Y adem¨¢s, cuando comienzas a dar el paso en la responsabilidad en un ¨¢rea de tu vida, poco a poco se va extendiendo en el resto de facetas.
En resumen, cuando culpamos al mundo de lo que nos rodea, pretendemos protegernos de aquello que no ha salido como esper¨¢bamos. Pero esta actitud defensiva en el fondo tiene un precio muy elevado: nos vac¨ªa por dentro y nos convierte en esclavos de las cr¨ªticas y del mal rollo. Por eso, preguntarnos qu¨¦ podemos hacer y c¨®mo nos vamos a responsabilizar de lo que me sucede es el primer paso para ser felices y liberarnos de lo ocurrido y de nuestro pensamiento recurrente.
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