Plegarias
Rezar es establecer una relaci¨®n personal con la divinidad, sea para alabarle, para hacerle s¨²plicas, o para quejarse de desdichas
El esforzado Willy Toledo se resiste a presentarse ante el juez para responder de unos cuantos desahogos excrementicios sobre Dios, la Virgen y no s¨¦ si alguna otra figura del coro celestial. L¨¢stima que este muchacho (mi provecta edad me permite tratarle cari?osamente as¨ª) sea tan escasamente sutil en sus rebeld¨ªas, porque est¨¢ perdiendo la ocasi¨®n de plantear p¨²blicamente una cuesti¨®n legal bastante m¨¢s subversiva que una simple sarta de groser¨ªas, que s¨®lo atentan contra la buena educaci¨®n. ?D¨®nde est¨¢ Willy? Pues insistiendo en que sus exabruptos no son delitos, dado que le ampara la libertad de expresi¨®n. Lo cual no es concluyente, porque la libertad de expresi¨®n tiene l¨ªmites como cualquier otra libertad c¨ªvica, faltar¨ªa m¨¢s. S¨®lo le queda a?adir esa otra bobada que ahora gusta tanto, la de que es un artista y por tanto provocador... Y sin embargo, ya ven, creo que este chico malo tiene raz¨®n en proclamar que no ha cometido falta ni delito. No porque le ampare la libertad de expresi¨®n, sino porque puede acogerse a la libertad de conciencia y religi¨®n. En una democracia laica, es decir respetuosa de todas las manifestaciones religiosas, no s¨®lo deben tolerarse los cultos que veneran a las deidades sino tambi¨¦n los que las maldicen y desaf¨ªan. Nietzsche figura ya en la historia del cristianismo no menos que Tom¨¢s de Aquino...
Rezar es establecer una relaci¨®n personal con la divinidad, sea para alabarle, para hacerle s¨²plicas, o para quejarse de desdichas. De modo que la blasfemia tambi¨¦n es una forma de oraci¨®n, como supuso Unamuno y confirma la raz¨®n desprejuiciada. No es menos raro creer que podemos ganarnos el favor divino con halagos que suponernos capaces de ofenderle con palabrotas. ?Libertad de cultos! Y no sabemos qu¨¦ divierte m¨¢s a Dios...
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