Moci¨®n¡. contra Ciudadanos
En el partido naranja son conscientes de su paradoja: una fuerza menor en esca?os ejerciendo de enemigo de todos
Hay una cuenta atr¨¢s de 100 horas y la paradoja de esta situaci¨®n, donde se trata de acabar con un Gobierno quemado, es que el objetivo ahora no es el Gobierno. El verdadero enemigo es Ciudadanos. Ah¨ª est¨¢ el eje del tablero: no se va a actuar en funci¨®n de Rajoy sino de Rivera. De hecho, ya era el enemigo antes de la sentencia G¨¹rtel ¨Cde ah¨ª la desproporcionada carga de ataques tras su desprop¨®sito escenogr¨¢fico de Espa?a Ciudadana con el himno de Marta S¨¢nchez¨C pero tanto m¨¢s despu¨¦s. Nadie teme ahora a Rajoy, aunque si logra superar esta tempestad podr¨ªa recuperar ox¨ªgeno. Con la legislatura muerta, el miedo es a un ¨¦xito contundente de C¡¯s. Y las maquinarias electorales no van a poner luces largas en un escenario de fuerte tempestividad en corto.
El PP, que se sabe amortizado, trata por tanto de ganar tiempo; aunque le esperan m¨¢s juicios, incluyendo el de los papeles de B¨¢rcenas, y previsiblemente m¨¢s condenas para el entorno de M.Rajoy. El presidente, a t¨ªtulo personal, dif¨ªcilmente pensar¨¢ en dimitir para bloquear este proceso con la investidura de otro candidato; siempre ha confiado en el efecto terap¨¦utico del tiempo. De momento ellos conf¨ªan en el fracaso de la moci¨®n, con un calendario atropellado, ya que eso les permitir¨¢ alargar plazos y maniobrar. Aunque filtren que antes elecciones a S¨¢nchez, eso es m¨¢rquetin; cualquier cosa antes que ir ya a las urnas frente a C¡¯s, su enemigo ¨ªntimo. De hecho, los ataques brutales contra S¨¢nchez sirven para denigrar el posible apoyo de C¡¯s a este.
El PSOE se precipit¨® a la moci¨®n para evitar el adelanto electoral, que a los socialistas les pilla d¨¦biles, y temen que Ciudadanos lidere un resultado con la izquierda convertida literalmente en fam¨¦lica legi¨®n. En definitiva, es tambi¨¦n electoralismo pero electoralismo inverso: frenar las elecciones. El ¨®rdago es no negociar sino invitar al arco parlamentario a retratarse: con Rajoy o contra Rajoy. S¨¢nchez escenifica que se dirige a Ciudadanos, pero de hecho se dirige a los nacionalistas t¨¢citamente, sin negociar nada. Va a tener que ofrecer no un programa de gobierno, pero s¨ª un plan: meses para deshielo en Catalu?a, aprobar reformas vetadas y convocar.
El PNV no duda en admitir, con m¨¢s claridad que nadie, su temor a Ciudadanos. No quiere elecciones ahora, y esa es su condici¨®n: "ser¨ªa un desprop¨®sito que le pondr¨ªa a Ciudadanos la situaci¨®n en bandeja¡±. Por dem¨¢s, para el PNV todo es negociable; y ah¨ª queda el imp¨²dico cambalache del 155 y los presupuestos. Hacen como todos los dem¨¢s, pero en su caso con el m¨¦rito de ganar siempre. O casi.
El PdeCAT¡ bueno, ?qui¨¦n habla por el PdeCAT? No es lo mismo que JxCAT. Donde Marta Pascal se suma a ?nada con Ciudadanos!, Puigdemont antepone nada con Espa?a. Y esto ahora pasa por Torra y los CDR en la estrategia de la provocaci¨®n, y por tanto tiene sus ventajas Rajoy ya que les proporciona el enemigo exterior. Pero aflorar¨¢ el pragmatismo, sobre todo seg¨²n los gestos de ERC. Y los nacionalistas catalanes tienen un mensaje para su electorado: ?no apoyamos la moci¨®n por participar en su pol¨ªtica, sino por fortalecer la nuestra! Ah¨ª ya funciona lo que Nacho Cardero ha denominado, en El Confidencial, Operaci¨®n Sacar al Carcelero de la Moncloa.
Podemos es un aliado de la moci¨®n ¨Caunque ir¨®nicamente le dicen a S¨¢nchez que tendr¨¢ que irse si la pierde, y eso un a?o despu¨¦s de perder Iglesias otra moci¨®n¨C y adem¨¢s pueden servir de enlace con los nacionalistas. A ellos tambi¨¦n les beneficia el tiempo, porque su ascenso se ha frenado con el episodio chusco del chal¨¦ que les ha devuelto a la caricatura, pero no tanto que permita consolidarse a S¨¢nchez. Eso s¨ª, un Gobierno de Ciudadanos les resulta especialmente hostil, porque es su n¨¦mesis de la nueva pol¨ªtica. De momento es m¨¢s rentable clamar ?no a la derecha! incluyendo ah¨ª a C¡¯s. Ellos son quienes m¨¢s han acentuado el espantajo del neofalangismo de C¡¯s, aprovechando el discurso fallido de Espa?a Ciudadana con ecos nacionalpopulistas.
?Y Ciudadanos? Son conscientes de su paradoja: una fuerza menor en esca?os ejerciendo de enemigo de todos. Si facilitasen la moci¨®n dando a S¨¢nchez siquiera unos meses en el poder, tendr¨ªan al PP atac¨¢ndoles todo ese tiempo por haber llevado al poder a la izquierda y los separatistas. Y eso tendr¨ªa un coste en las urnas. Claro que mantener el Gobierno Rajoy har¨¢ que se les acuse de c¨®mplices. ?Con qu¨¦ opci¨®n perder¨¢n m¨¢s votos? Con la 1. ?Con qu¨¦ opci¨®n m¨¢s credibilidad? Quiz¨¢ con la 2, pero en corto, votos antes que valores. ¡°Mejor elecciones a que decidan Iglesias, Rufi¨¢n y Puigdemont¡± ha sentenciado Rivera. La hip¨®tesis de una contramoci¨®n ¨Ccon tres esca?os prestados, seg¨²n revela Coalici¨®n Canarias¨C acent¨²a su desmarque.
Con el escenario ajust¨¢ndose hora a hora ¨Choy entre las prisiones de G¨¹rtel y la calificaci¨®n de la Mesa del Congreso¨C y desde luego muy polarizado pero con Ciudadanos elevado a enemigo en todos los ejes, parece claro que el papel de ¨¢rbitros pasa por los nacionalistas. Estos saben, como Ciudadanos, que su decisi¨®n les perseguir¨¢. Si para aquellos es ?votar con los separatistas o no?, para ellos es ?contribuir a sacar a Rajoy o no? Tienen motivos para desentenderse, pero frenar a C¡¯s les estimula, y, tienen tan buenos motivos como el PNV para no evitar el adelanto como pretende C¡¯s. Y Podemos, seg¨²n ha tuiteado Iglesias como aviso a los nacionalistas, apoyar¨ªa la contramoci¨®n de elecciones anticipadas que prepara Rivera¡ As¨ª que ya no vale especular; hay que retratarse y r¨¢pido. La presidenta del Congreso, que siempre ha ejercido de vicepresidenta de Rajoy, ha eliminado el factor tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.