?Faltan l¨ªderes en Europa?
Gentes con coraje y responsabilidad por el bien com¨²n son las que hacen falta. En Europa, solo Angela Merkel y Emmanuel Macron se presentan como l¨ªderes del aut¨¦ntico contenido europeo: una democracia pluralista, liberal y social
Es ya un lugar com¨²n asegurar que la vida pol¨ªtica de Europa renquea, entre otras cosas, por falta de l¨ªderes, y recordar con nostalgia a los creadores de la Uni¨®n Europea, Schuman, Adenauer, Monnet, De Gasperi, que tuvieron visi¨®n de futuro y ¨¢nimo para emprender un camino de progreso. Como tambi¨¦n es ya un t¨®pico echar en falta a quienes pusieron en marcha la transici¨®n democr¨¢tica espa?ola, que requiri¨® tanto coraje como capacidad de acuerdo. Por el contrario, cuando nuestra Constituci¨®n cumple 40 a?os, la ausencia de l¨ªderes parece llevar a una pol¨ªtica deshilvanada, sin proyectos, sin ilusiones, aquejada de anemia racional y emocional.
Otros art¨ªculos de la autora
Sin embargo, no es f¨¢cil saber qu¨¦ es eso del liderazgo ni cu¨¢l es deseable. Autores como Rost recogen 221 definiciones de la palabra, atendiendo a distintos contextos hist¨®ricos, lo cual hace sospechar que debe haber muchas m¨¢s, una infinidad. En principio, podr¨ªamos convenir en que ejerce el liderazgo quien va en cabeza en una actividad y es capaz de arrastrar a un n¨²mero respetable de seguidores, que le imitan, le tienen por referente y de alg¨²n modo conf¨ªan en ¨¦l. No es sencillamente el presidente de un gobierno o el secretario general de un partido pol¨ªtico, porque por mucho que haya ganado el puesto a trav¨¦s del voto, convertirse en aut¨¦ntico l¨ªder es cuesti¨®n de autoridad moral, no solo del estatus alcanzado.
Lograr autoridad moral, seg¨²n la bibliograf¨ªa del ramo, supone tener olfato para captar las necesidades y deseos del pueblo, incluso para crearlos cuando las gentes todav¨ªa no los han sospechado, y tener arrojo suficiente como para embarcarles en la empresa de perseguir el sue?o dise?ado. Pero la primera pregunta, la pregunta de manual, es si tan l¨ªder es Hitler, Stalin o Mao, como Gandhi, Luther King o Teresa de Calcuta. Si son igualmente l¨ªderes Nicol¨¢s Maduro, Marine Le Pen o Donald Trump y tambi¨¦n Angela Merkel, Emmanuel Macron o Barack Obama, por no entrar en el ¨¢mbito local. Ciertamente, capacidad de arrastre han tenido y tienen, luego l¨ªderes son, pero ?interesa cualquier l¨ªder, o son decisivos algunos requisitos m¨¢s para decantarse por ¨¦l o ella?
Es penoso que Espa?a e Italia, enredadas en discusiones mezquinas, no se sumen a esa propuesta
Sin duda es necesario que haya l¨ªderes en pol¨ªtica con visi¨®n de futuro y coraje para defender propuestas irrenunciables, porque quien ostenta el poder, la potestad, tiene una enorme capacidad de orientar el futuro si puede conciliarlo con la auctoritas, con la autoridad moral ganada a pulso. Pero los modelos de liderazgo han variado mucho desde la figura del l¨ªder carism¨¢tico, capaz de seducir por su fuerza de atracci¨®n personal, a la exigencia m¨¢s prosaica de que, am¨¦n de tener cierto carisma, el l¨ªder sea persona competente, bien preparada, eficiente, eficaz, capaz de generar confianza, con previsi¨®n de futuro y entusiasmo, pero tambi¨¦n honrada y ejemplar. Los iluminados son peligrosos, porque tienden a emplear su capacidad de seducci¨®n para manipular las emociones en provecho propio y de su grupo, procedimiento a¨²n m¨¢s peligroso cuando las redes sociales ampl¨ªan el poder de manipulaci¨®n. Por el contrario, gentes con coraje y responsabilidad por el bien com¨²n son las que hacen falta. Y por eso mismo, l¨ªderes que ofrezcan buenos contenidos.
Lamentablemente, en el panorama europeo solo Angela Merkel, a pesar de las enormes dificultades que ha tenido y est¨¢ teniendo por abrir la puerta a los refugiados, y Emmanuel Macron, empe?ado en hacer de Europa y de Francia un protagonista geoestrat¨¦gico, se presentan como l¨ªderes del aut¨¦ntico contenido europeo, de lo que puede ser la gran aportaci¨®n de Europa al contexto mundial: la promesa de una democracia pluralista, liberal y social, al¨¦rgica a tentaciones totalitarias y a retrocesos nacionalistas, desintegradores y retr¨®grados, como los que provocaron las guerras mundiales. Esta es la alternativa a mensajes populistas e iliberales como los de Trump, Putin, Maduro o Xi Jinping. Es realmente penoso que Espa?a e Italia no est¨¦n liderando tambi¨¦n esa propuesta y sigan enredadas en discusiones mezquinas, como recordaba hace poco Antonio Tajani en una entrevista de este diario, con ocasi¨®n de la entrega del Premio Europeo Carlos V. Cuando en nuestro caso, por si faltara poco, el profundo v¨ªnculo que nos une con los pa¨ªses latinoamericanos que intentan caminar en la direcci¨®n del socialismo liberal o el liberalismo social prestar¨ªa a la propuesta un amplio respaldo.
Declarar que la socialdemocracia ha fracasado causa desaliento, pero es falso
Declarar que la socialdemocracia ha fracasado, como se viene haciendo hasta la saciedad, tiene un efecto desalentador, pero sobre todo es falso. Que est¨¦n en declive los partidos que deber¨ªan defenderla es muy diferente de certificar su defunci¨®n, y justamente los l¨ªderes que necesitamos son los que deber¨ªan reforzar y revitalizar Europa en esa direcci¨®n, junto a otros como Macron y Merkel. El n¨²cleo de la oferta europea es indispensable para la supervivencia de cada uno de los pa¨ªses europeos, pero tambi¨¦n es una valiosa alternativa en el contexto mundial. Por eso el euroescepticismo es letal por ¡°eurodesintegrador¡±.
Sin embargo, tambi¨¦n es verdad que el buen liderazgo necesita buenos seguidores para poder sustanciarse, que los followers, tan apreciados en Twitter e Instagram, deben traducirse aqu¨ª en una ciudadan¨ªa l¨²cida, implicada en el proyecto europeo, consciente de su crucial importancia para nuestro pa¨ªs y para el orden mundial. Pero, por desgracia, no es as¨ª. En las campa?as electorales de corte nacional las referencias a Europa son casi inexistentes, y encuestas sobre los valores de los j¨®venes, como la de 2017 que recientemente public¨® la Fundaci¨®n SM, muestran que su inter¨¦s por la pol¨ªtica europea es muy escaso, que en el orden de las comunidades pol¨ªticas se sit¨²a en el ¨²ltimo lugar. No hay buenos vasallos sin buenos se?ores, ven¨ªa a decir el misterioso texto del Cantar de mio Cid, pero en sociedades democr¨¢ticas bien puede decirse que no hay buen liderazgo sin buena ciudadan¨ªa, tan protagonista de la cosa p¨²blica como los l¨ªderes.
Construir ciudadan¨ªa europea es una de las asignaturas pendientes, que requiere un verdadero Parlamento Europeo, formado a trav¨¦s de listas transnacionales, una opini¨®n p¨²blica y una sociedad civil europeas, medios de comunicaci¨®n m¨¢s atentos al acontecer mundial que a localismos est¨¦riles y afrontar los retos comunes desde los valores compartidos, generando cohesi¨®n social. Nos jugamos demasiado en esta partida como para dejar su desarrollo en manos de l¨ªderes y ciudadanos euroesc¨¦pticos y desintegradores.
Adela Cortina es catedr¨¢tica em¨¦rita de ?tica y Filosof¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas y directora de la Fundaci¨®n ?TNOR
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.