La hora del Parlamento
La C¨¢mara Baja est¨¢ ganando visibilidad en plena crisis
Durante varias d¨¦cadas se ha dicho que los Parlamentos est¨¢n languideciendo frente al poder de los Gobiernos. Se ha hablado de la ¡°presidencializaci¨®n¡± de las democracias parlamentarias para describir un Ejecutivo que legisla ampliamente, cada vez m¨¢s personalizado en la figura del primer ministro, y un Parlamento relegado en la acci¨®n pol¨ªtica. La Uni¨®n Europea ha contribuido en parte a ese desequilibrio. El Gobierno multinivel funciona engrasado en las relaciones intergubernamentales: la negociaci¨®n y coordinaci¨®n entre Ejecutivos, no siempre fiscalizada por los Parlamentos correspondientes.
Pero lleg¨® el revival parlamentario, si es que tal cosa existe en el mundo de los sistemas pol¨ªticos. ?ltimamente el Poder Legislativo se ha vuelto a erigir en lo que siempre fue: el pilar sobre el que se sostienen las democracias parlamentarias. La mayor fortaleza de los Parlamentos frente a los Gobiernos nace, parad¨®jicamente, de una debilidad: su mayor fragmentaci¨®n y polarizaci¨®n. Los Ejecutivos toman renovada conciencia de su raz¨®n de ser a golpe de mayor¨ªas delicadas, m¨¢s costosas de fraguar.
As¨ª, los Parlamentos est¨¢n ganando visibilidad en plena crisis. En Reino Unido, pa¨ªs por antonomasia de Ejecutivos fuertes y estables, el Legislativo ha conseguido tener la ¨²ltima palabra en el acuerdo del Brexit. En Espa?a, la sentencia sobre la trama de corrupci¨®n pol¨ªtica vinculada al PP ha desencadenado una moci¨®n de censura para desbancar a este partido del Gobierno.
A pesar de que el Parlamento es la c¨¢mara de representantes elegidos por los ciudadanos, su pedigr¨ª democr¨¢tico es cuestionado por el oportunismo plebiscitario. En Reino Unido se llam¨® ¡°enemigos del pueblo¡± a los jueces que dictaminaron que el Brexit no pod¨ªa activarse sin el Parlamento. En Espa?a, se est¨¢ contraponiendo la moci¨®n de censura a la ¡°v¨ªa democr¨¢tica¡±: la convocatoria de elecciones.
El premio al vapuleo oportunista del Legislativo se lo lleva el PP cuando define la exigencia de responsabilidades pol¨ªticas en sede parlamentaria como un atentado contra la estabilidad del pa¨ªs. @sandraleon_
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