La sentencia y la moci¨®n
Quejas por el alcance dado a la condena del ¡®caso G¨¹rtel¡¯ y por las dudas planteadas sobre la iniciativa de Pedro S¨¢nchez
La sentencia condenatoria en el ¡®caso G¨¹rtel¡¯, y la subsiguiente moci¨®n de censura que ha desalojado a Mariano Rajoy del Palacio de la Moncloa, han dominado la actualidad pol¨ªtica de los ¨²ltimos diez d¨ªas. EL PA?S ha hecho una ampl¨ªsima cobertura de ambas cuestiones que ha suscitado tambi¨¦n cierta controversia. Algunos lectores me han escrito disconformes con el alcance dado por el diario a la sentencia; otros, con el tratamiento recibido por la moci¨®n que ha aupado al l¨ªder del PSOE Pedro S¨¢nchez a la presidencia del Gobierno.
Al primer grupo pertenece el mensaje de Ana Sancho P¨¦rez que ped¨ªa al diario distinguir entre ¡°unos infractores¡± y el Gobierno del PP. En la misma l¨ªnea, otro lector, Rafael P¨¦rez Dom¨ªnguez, centra su cr¨ªtica en el titular de portada del 25 de mayo ¡ªCondenado el PP; amenazada la continuidad de Rajoy ¡ª que en su opini¨®n, ¡°falsifica el alcance inculpatorio¡± de la sentencia G¨¹rtel. ¡°Los hechos juzgados¡±, escribe, ¡°se refieren a 1999-2005, ajenos a la actual direcci¨®n del PP. Ning¨²n miembro de ninguna direcci¨®n nacional del PP ha sido procesado ni condenado. La ¡®responsabilidad civil como part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo¡¯ que se asigna a Ana Mato y al PP implica, seg¨²n jurisprudencia del Tribunal Supremo, desconocimiento de los hechos y por tanto ausencia absoluta de responsabilidad penal. La existencia o no de caja b no est¨¢ probada: no era objeto de este juicio¡±.
Rafa de Miguel, director adjunto, defiende la cobertura que ha hecho el peri¨®dico: ¡°La condena por parte de un juez o de un tribunal no se produce exclusivamente en la jurisdicci¨®n penal. Es posible resultar condenado en la jurisdicci¨®n civil o social, por ejemplo. En este sentido, el PP, al ser considerado part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo en la sentencia, ha sido condenado de un modo efectivo¡±. De Miguel reconoce que la llamada caja b no era objeto de este juicio. Pero se?ala: ¡°Los magistrados hablan en su fallo de ¡®una estructura financiera y contable paralela a la oficial, existente al menos desde 1989, cuyas partidas se anotaban informalmente, en ocasiones en simples hojas manuscritas como las correspondientes al acusado B¨¢rcenas, en las que se hac¨ªan constar ingresos y gastos del partido o en otros casos cantidades entregadas a personas miembros relevantes del partido¡¯. No puede haber definici¨®n m¨¢s precisa de una caja b, y por tanto su existencia queda acreditada en esta sentencia como una verdad judicial¡±.
En cuanto a la falta de responsabilidad de los actuales l¨ªderes del PP en los hechos juzgados, De Miguel discrepa: ¡°En t¨¦rminos legales la responsabilidad jur¨ªdica corresponde al partido, es decir, a la persona jur¨ªdica, y no caduca aunque su direcci¨®n cambie¡±.
'El diario considera que una crisis como la actual solo puede resolverse convocando elecciones', opina De Miguel
La moci¨®n de censura fue tambi¨¦n portada del diario en la edici¨®n impresa del 26 de mayo, y el tema abri¨® la secci¨®n de Espa?a con una informaci¨®n titulada S¨¢nchez intenta derribar a Rajoy, en la que se dec¨ªa: ¡°El enroque de Rajoy y la moci¨®n presentada por S¨¢nchez ponen a Espa?a ante una crisis institucional de imprevisibles consecuencias¡±.
Entre los lectores que me han escrito, Domingo Ochoa se pregunta: ¡°?Nos pod¨ªa ilustrar EL PA?S, sobre si hay alguna otra f¨®rmula constitucional, para censurar a un presidente del Gobierno al que un tribunal dice que no se cree? Y en segundo lugar... emplear m¨¦todos previstos y amparados por la Constituci¨®n, ?se puede considerar un intento de derribo... creador de una crisis institucional?¡±
Quiero dejar constancia tambi¨¦n de las quejas recibidas a ¨²ltima hora, ¡ªcomo las de Francesc Joan Santonja y Nacho Etchegaray¡ª, por el editorial del 1 de junio que consideraba poco menos que ¡°inviable¡± un gobierno con los heterog¨¦neos apoyos obtenidos por S¨¢nchez.
¡°Es cierto que no existe constitucionalmente otra f¨®rmula para provocar la ca¨ªda de un Gobierno que la moci¨®n de censura¡±, responde Rafa de Miguel a la pregunta del se?or Ochoa. ¡°Pero EL PA?S no ha cuestionado en ning¨²n momento el m¨¦todo para forzar la dimisi¨®n de Mariano Rajoy. Lo que se cuestiona desde la l¨ªnea editorial, m¨¢s a modo de interrogante que de cr¨ªtica, es el camino utilizado para presentar esa moci¨®n. Desde la firme convicci¨®n de que una crisis como la actual solo puede resolverse desde el modo m¨¢s democr¨¢tico posible: que los ciudadanos acudan a las urnas¡±.
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