Aqu¨ª lo que importa es saber de f¨²tbol

Resulta que la primera pol¨¦mica con la que tiene que lidiar el Gobierno de Pedro S¨¢nchez es que al ministro de Cultura y Deportes, M¨¤xim Huerta, no le gusta el f¨²tbol. Aunque en realidad el problema es que en el pasado ha reconocido en p¨²blico v¨ªa Twitter que no tiene ni idea. Y lo ha hecho de una manera ib¨¦ricamente inapelable. No es que no sepa mucho, o que no le atraiga. No. En sus propias palabras no tiene ¡°ni puta idea¡±.

Francamente, no es habitual que ning¨²n habitante nacido en la piel de toro ¡ªpor no ir m¨¢s lejos¡ª reconozca con tal rotundidad su ignorancia sobre un tema. Aqu¨ª somos raudos a la hora de acusar a todo el mundo de ¡°no tener ni puta idea¡± de esto o de lo otro. Pero cuando se trata de nosotros mismos ya es otra cosa. Ah¨ª desplegamos una panoplia de excusas, explicaciones, justificaciones y teor¨ªas para no reconocer nuestra ignorancia. Qu¨¦ diferente ser¨ªa todo si alguna vez, cuando nos preguntan, o nos ofrecen algo, tuvi¨¦ramos la humildad de pronunciar cinco palabras: ¡°No tengo ni puta idea¡±. Bueno, quitemos la pen¨²ltima, que tampoco hay que exagerar.

En cambio, Huerta es escritor y ha publicado seis novelas, un libro de viajes, un cuento infantil y un relato ilustrado. Ya son bastantes m¨¢s que los de algunos de sus antecesores. Adem¨¢s ha trabajado toda su vida para la empresa privada, pero no como consultor, directivo, alto cargo o ejecutivo. No. De periodista. Los que estamos en este oficio sabemos lo que significa eso. Tambi¨¦n lo saben nuestros familiares, que nos miran con cara de l¨¢stima, y los directores de banco, que lo hacen con desconfianza. Pero no. El problema es que no sabe de f¨²tbol ni practica deporte.

Sin embargo, la cuesti¨®n podr¨ªa ser por qu¨¦ el deporte debe estar gestionado junto con la cultura en la acci¨®n del Gobierno. Apliquemos esa frase tan cursi de nuestros pol¨ªticos y miremos qu¨¦ hacen con el deporte ¡°los pa¨ªses de nuestro entorno¡±. En Francia est¨¢ con el Ministerio de Juventud y en Portugal es una secretar¨ªa de Estado que depende de Educaci¨®n. En Italia es un ministerio propio que aparece y desaparece, y desde hace unos d¨ªas est¨¢ en Educaci¨®n. En Suecia depende del Ministerio de Salud P¨²blica, en Eslovenia de Ciencia y en Alemania... del ministerio del Interior. Es decir, en ninguno est¨¢ integrado con Cultura. Aqu¨ª s¨ª.

Es loable que al deporte se le d¨¦ importancia pol¨ªtica pero ?no ser¨ªa m¨¢s l¨®gico integrarlo en otro departamento? Educaci¨®n ser¨ªa lo suyo. O incluso una parte ¡ªatenci¨®n Pedro Duque¡ª en Universidades. En Espa?a existe un aut¨¦ntico agujero negro ¡ªperd¨®n por el s¨ªmil espacial¡ª en lo que se refiere al deporte universitario y por ende en los h¨¢bitos de vida posteriores de millones de espa?oles. ?Alguien ha calculado cu¨¢ntos estudiantes dejan de hacer deporte cuando entran en la Universidad? Menci¨®n aparte merece el f¨²tbol. Aunque le llamen ¡°el deporte rey¡±, en realidad es una industria que va por su cuenta. Mar¨ªa Jes¨²s Montero ¡ªsucesora de Montoro, tanto monta, monta tanto¡ª no deber¨ªa quitarle ojo.

Huerta se estrenar¨¢ con un Mundial. Se va a hartar de ver partidos y hasta puede que acabe saltando y celebrando algo a mediados de julio. Ojal¨¢. No entender de f¨²tbol no es problema. Que pregunte a gente del mundo de la cultura, como Almudena Grandes, Joaqu¨ªn Sabina o Jos¨¦ Luis Garci. Ellos s¨ª que saben.