Catalanes excluidos
El lenguaje inclusivo sobre la mujer puede servir como referencia frente al independentismo
El feminismo libra una justa batalla por un cambio en el uso del lenguaje que evite la exclusi¨®n de la mujer.
Poco a poco, se van produciendo evoluciones en ese terreno; y quienes tienen cierta sensibilidad prefieren hablar o escribir sobre ¡°los derechos de la persona¡± en vez de ¡°los derechos del hombre¡±; o mencionan ¡°los problemas de la judicatura¡± en lugar de ¡°los problemas de los jueces¡±. Y muestran cuidado en que los materiales docentes presenten a la mujer en plano de igualdad (¡°Almudena es arquitecta¡±; para no escribir siempre ¡°Manuel es abogado¡±). Y adem¨¢s proponen duplicaciones como ¡°ciudadanos y ciudadanas¡±, que seguramente conseguir¨¢n gran eficacia si se administran con tiento y no con desasosegante insistencia.
Esa b¨²squeda del lenguaje inclusivo referido a la mujer puede servirnos como referencia ante el l¨¦xico tan excluyente del independentismo catal¨¢n.
El discurso nacionalista ha establecido una brutal desaparici¨®n de al menos la mitad de Catalu?a, de modo que en su expresi¨®n p¨²blica (y tal vez en la privada) no existe sino la parte secesionista de esa sociedad. Por ejemplo, una locuci¨®n como ¡°lengua propia de Catalu?a¡± referida al catal¨¢n excluye a los catalanes que tienen como ¡°lengua propia¡± el castellano; o que hablan ambos idiomas y los sienten igualmente como propios. De modo que hay catalanes con dos lenguas propias, pero en ese discurso excluyente ¡°Catalu?a¡± s¨®lo tiene como tal una de ellas.
Lo mismo sucede cuando se habla de ¡°el pueblo catal¨¢n¡± o de ¡°los catalanes¡± como un conjunto homog¨¦neo que responde al modelo nacionalista. As¨ª se percibe por ejemplo en estas palabras de Pep Guardiola: ¡°Todo lo que hemos hecho estos a?os seis millones de personas, saliendo a la calle, etc¨¦tera, lo hemos hecho de forma pac¨ªfica¡± (seis millones es m¨¢s o menos el censo electoral de Catalu?a).
De igual modo, una oraci¨®n como ¡°el objetivo prioritario del pueblo catal¨¢n es la celebraci¨®n de la consulta¡± (Hoja de ruta elaborada en 2014 por la Assemblea Nacional Catalana) excluye del pueblo catal¨¢n a quienes no comparten ese supuesto objetivo prioritario. Y, por tanto, incurre en un uso de lenguaje excluyente; o, visto de otro modo, en un lenguaje mentiroso por incluyente: asimila a una parte de ese ¡°pueblo¡± (la no nacionalista) con la fracci¨®n a la que en realidad se opone. La expresi¨®n ¡°el pueblo catal¨¢n¡± es un gen¨¦rico tan discriminatorio en esos usos concretos como lo ser¨ªa la recomendaci¨®n de una empresa de que sus agentes comerciales llevasen corbata (pues eso excluir¨ªa a las agentes comerciales).
Como sucede con el lenguaje androc¨¦ntrico, el nacionalismo contagia su visi¨®n a muchas personas que la asumen de forma inadvertida. As¨ª, se han publicado durante estos d¨ªas titulares como ¨¦ste: ¡°Catalanes y vascos esperan un gesto de Pedro S¨¢nchez para apoyar la moci¨®n de censura¡±. Eso identifica los vocablos ¡°catalanes¡± y ¡°vascos¡± con los diputados nacionalistas, y excluye de la condici¨®n de catal¨¢n o de vasco a los dem¨¢s parlamentarios elegidos en esas comunidades.
Quienes tienen el o¨ªdo m¨¢s entrenado para observar estos fen¨®menos son quiz¨¢s quienes han estudiado nuestras carencias en el lenguaje inclusivo. Por tanto, las feministas catalanas podr¨¢n aplicar sus conocimientos para denunciar esta forma de discriminaci¨®n que el independentismo alienta ¨Cen este caso a sabiendas¨C con desprecio a la otra mitad de sus paisanos, del mismo modo que el uso sexista de la lengua discrimina tambi¨¦n a la otra mitad de la poblaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.