Sin miedo ni reglas: la generaci¨®n de ni?os, ni?as y ni?es trans que cambiar¨¢ el mundo

Era diciembre de 1975, Topacio Fresh ten¨ªa dos a?os y en su casa materna de Rosario (Argentina) su abuela decidi¨® vestirla para una foto con una camiseta de tiras con florecitas y una especie de tut¨². Cuando su madre lleg¨® y vio la escena, supo que iba a haber problemas si su padre se la encontraba as¨ª. Topacio no pod¨ªa estar vestida como una ni?a porque en aquel momento, por las circunstancias sociales, simplemente no pod¨ªa ser una ni?a. ¡°Mi familia no se pon¨ªa de acuerdo en que yo con tres a?os me vistiera de mujer. La que s¨ª estaba de acuerdo eran mi mam¨¢ y mi abuela. Bajo ese momento de machismo y de una sociedad tan imperativa con el hombre, cuando mi padre llegaba revolucionaba la casa, a m¨ª me sacaban toda la ropa de mujer y me pon¨ªan una camiseta de la selecci¨®n argentina y me mandaban a jugar con una pelota¡±.

¡°?Ni?es! Hay que tener mucho cuidado con el nuevo di¨¢logo de g¨¦nero, inclusivo, como quieras llamarlo. Es important¨ªsimo hacerlo, porque lo opuesto a este lenguaje es el silencio, las malas palabras, la opresi¨®n, las vidas truncadas¡±

Topacio Fresh, galerista

Todo esto lo recuerda hoy en la entrada de su galer¨ªa del Barrio de Salamanca en Madrid. All¨ª, esa imagen congelada en el tiempo, la ¨²nica de su infancia en la que se siente representada, da la bienvenida a los visitantes junto a otra de June, la sobrina peque?a del fot¨®grafo Gorka Postigo, tomada durante unas vacaciones en Formentera. Las dos fotos, mano a mano, dan idea de dos infancias completamente diferentes: la feliz y la oscura, la representada y la oculta, la normal y la reprimida. Fue ese choque de dos im¨¢genes publicadas de forma fortuita y coincidente en las respectivas cuentas de Instagram de cada uno hace ya tres a?os lo que dio pie al proyecto PRESENTE-FUTURO, una exposici¨®n que se inaugura ma?ana y, lejos de quedarse en eso, tiene visos de ser un proyecto creciente que tal vez acabar¨¢ en un libro.

PRESENTE-FUTURO?surgi¨® de esa chispa inicial y se extendi¨® gracias a las redes sociales y las asociaciones de familias de menores transexuales que hay en Espa?a, como Chrysallis o Transexualia. As¨ª fueron apareciendo todas las grandes historias que recopila este proyecto. Topacio y Gorka recorren la galer¨ªa observando cada imagen con orgullo. Est¨¢n impresas como si fuesen carteles publicitarios y pegadas con cola sobre las paredes. ¡°La idea es presentarlos como estrellas del pop, como referentes, de forma desprejuiciada, sin una mirada pretendidamente problem¨¢tica ni marginal¡±, explica Postigo. ¡°Mira a Ariel¡±, explica se?alando la imagen de una ni?a en un pueblo andaluz el d¨ªa de su comuni¨®n. ¡°Es una ni?a gitana. Este es el d¨ªa de su comuni¨®n, en C¨¢diz¡±. ¡°Ariel ha sufrido una doble discriminaci¨®n por su etnia y su condici¨®n de ni?a transexual¡±, a?ade Topacio. ¡°Sin embargo, sus padres la apoyaron siempre y est¨¢n encantados. Hay padres para los que prevalece el amor, el cari?o y el respeto sobre la carga de la sociedad¡±.

¡°Lo que m¨¢s me ha impresionado es que los que tienen que hacer el tr¨¢nsito m¨¢s complicado son los padres¡±, cuenta Gorka. ¡°A los ni?os, si realmente les dejan ser lo que son, no les supone ning¨²n problema a una edad tan temprana. T¨² los ves en su h¨¢bitat, con sus amigos, y son ni?os. T¨² ves todas estas im¨¢genes y ves ni?os. Nada te llama la atenci¨®n. La ¨²nica particularidad, que es algo que sabes por el contexto de la exposici¨®n, es que han nacido con una genitalidad que no les corresponde¡±.

Cuando le pregunto a Mar¨ªa Jos¨¦ ¨Cde 48 a?os, madre de Amy, de 13, y presidenta de Chrysallis Andaluc¨ªa¨C, si ella sinti¨® que ten¨ªa que pasar un proceso m¨¢s duro que el de su hija, lo confirma. ¡°En cierta manera lo sent¨ª as¨ª. Yo part¨ªa de unos conceptos que se almacenaban en la t¨ªpica mochila que toda persona suele tener: por un lado, una enorme ignorancia sobre qu¨¦ es la transexualidad y, por otro lado, conceptos impregnados por los estereotipos que la misma sociedad me hab¨ªa ido inculcando. Tuve que dejar esa carga a un lado y colgarme otra mochila que hab¨ªa que ir rellenando. Lo que m¨¢s me ayud¨® fue contactar con otras familias que estaban como yo viviendo esa realidad. Amy s¨ª que lo vivi¨® de una forma m¨¢s natural. Era l¨®gico. Yo simplemente tuve que escucharla y acompa?arla, ofreci¨¦ndole mi apoyo por encima de todo con el ¨²nico fin de verla feliz¡±.

"Lo que m¨¢s me ha impresionado es que los que tienen que hacer el tr¨¢nsito m¨¢s complicado son los padres"

Gorka Postigo, fot¨®grafo

Durante mis preguntas con Mar¨ªa Jos¨¦, me corrige amablemente algunos t¨¦rminos. Por ejemplo, prefiere cambiar los pronombres ¡°los¡± por el m¨¢s gen¨¦rico ¡°quienes¡±, y el vocablo ¡°ni?os¡± por otros tres: ¡°ni?os, ni?as y ni?es¡±. Da la sensaci¨®n de que la sociedad camina hacia un lugar en el que el lenguaje y sus pronombres que conoc¨ªamos se quedan ya antiguos. ¡°?Ni?es!¡±, se?ala Topacio. ¡°Hay que tener mucho cuidado con el nuevo di¨¢logo. El di¨¢logo de g¨¦nero, inclusivo, como quieras llamarlo. Muchos de estos j¨®venes utilizan los tres g¨¦neros: ni?o, ni?a y ni?e. Muchos de ellos se identifican as¨ª. Y muchos padres de esta generaci¨®n, que no de la m¨ªa, llaman ni?es a sus hijos. Es parte de la identidad. Se trata de que nadie se sienta excluido. La sociedad a¨²n est¨¢ aprendiendo. Y es important¨ªsimo hacerlo, porque lo opuesto a este lenguaje es el silencio, las malas palabras, la opresi¨®n, las vidas truncadas¡±.

¡°En casa usamos la palabra transexual a diario¡±, se?ala Mar¨ªa Jos¨¦. ¡°Recuerdo momentos tristes cada vez que tocaba dar el tema de la reproducci¨®n humana en el colegio. Hoy en d¨ªa nos sigue entristeciendo que en las aulas no se aborde su realidad, los libros de texto son excluyentes, no reflejan la existencia de las personas trans, ni la de otras realidades minoritarias, nuestras hijas, hijes e hijos son invisibles en el sistema educativo¡±. Labores como la de Mar¨ªa Jos¨¦ en la asociaci¨®n Chrysallis,?un grupo cada vez m¨¢s numeroso de personas implicadas de manera directa con la transexualidad infantil y adolescente en toda Espa?a,?consiguen revertir esta situaci¨®n poco a poco. Recuerda con ternura, por ejemplo, el primer d¨ªa de Amy en el colegio llevando el uniforme que correspond¨ªa a su sexo sentido. ¡°Sus compa?eros y compa?eras le hicieron el pasillo y aplaudieron su entrada¡±.

"Nos entristece que en las aulas no se aborde su realidad, los libros de texto son excluyentes, no reflejan la existencia de las personas trans, ni la de otras realidades minoritarias, nuestras hijas, hijes e hijos son invisibles en el sistema educativo"

Mar¨ªa Jos¨¦,?presidenta de Chrysallis Andalucia y madre de Amy

Gorka y Topacio recuerdan otros casos se?alando las im¨¢genes que lucen en las paredes de la Fresh Gallery. ¡°Este es ?lex¡±, explica ¨¦l se?alando la imagen de un atractivo chico de 19 a?os, con barba de dos d¨ªas y un pendiente en la nariz. ¡°Empec¨¦ a fotografiarlo en 2015. Es con quien llevo m¨¢s tiempo trabajando¡±. Alex conoci¨® a Topacio despu¨¦s de que ¨¦ste fuese a dar una charla a un instituto de Rivas Vaciamadrid, uno que tiene premios europeos por su educaci¨®n inclusiva. ?l estaba en primera fila para escucharla y ah¨ª comenzaron una amistad por redes sociales.

¡°Esta otra de aqu¨ª es una activista que se tiene un colectivo que se llama Furia Trans. En Instagram se llama Fuck Gender Roles ("A tomar por **** los roles de g¨¦nero") y hace un activismo incre¨ªble a sus 17 a?os¡±, explica Gorka. Topacio explica: ¡°Ella est¨¢ a favor del g¨¦nero, es una mujer de g¨¦nero pero no quiere adecuar su cuerpo al de una mujer. No cree necesitar la adecuaci¨®n genital o f¨ªsica para sentirse una mujer. Su activismo tiene que ver con defender el g¨¦nero desde el cerebro, no desde la representaci¨®n f¨ªsica¡±. O sea, para los lectores que puedan sentirse confundidos: esta chica naci¨® con una genitalidad que no coincid¨ªa con su identidad de g¨¦nero. Y pese a haber transicionado, no ha considerado necesarios atributos cl¨¢sicamente femeninos (pechos, una melena larga o faldas) para construir su identidad femenina.

Un caso exactamente contrario al que vemos dos fotos m¨¢s all¨¢, en la pared contigua, donde nos saluda la imagen de un chico sin camiseta con las cicatrices a¨²n visibles de una mastectom¨ªa. ¡°Si este ni?o pensase igual que la ni?a de la imagen anterior, no tendr¨ªa por qu¨¦ operarse para sentirse mujer¡±, explica Topacio. ¡°Pero son dos formas distintas de verlo y de sentirlo. Para muchas personas transexuales, las cicatrices tambi¨¦n forman parte de nuestra construcci¨®n f¨ªsica¡±. En otra foto, una pareja se abraza, los dos tirados en la hierba. ¡°Son una pareja trans. Se conocieron trabajando en un Primark y los dos han transicionado¡±.

Terminamos la visita en la ¨²ltima estancia de la galer¨ªa. Gorka se acerca a una imagen que a¨²n no est¨¢ pegada a la pared. ¡°Esta ni?a vino con su padre y me explic¨® que hab¨ªa hecho el tr¨¢nsito hac¨ªa cinco meses. Es una ni?a de su edad, muy inquieta y activa, superalegre, pero el padre me ense?¨® fotos de ella antes del tr¨¢nsito y era otra persona. T¨ªmida, sin hablar, sin relacionarse con nadie¡­ El mismo d¨ªa en que empezaron a llamarla por el nombre que ella quer¨ªa, tanto su familia como sus compa?eros de clase la recibieron con un aplauso y una carta de bienvenida. Cambi¨® radicalmente y se convirti¨® en una ni?a de su edad¡±.

¡°Yo me siento un veh¨ªculo de este proyecto¡±, finaliza Postigo. ¡°Adem¨¢s, he trabajado de una manera muy diferente, sin un equipo grande y aparatoso, sin expectativas de espectacularidad. Aqu¨ª no ha habido presi¨®n en ese sentido. Lo importante, m¨¢s que la imagen, era la historia que hab¨ªa detr¨¢s. El fin no es la foto, sino contar esas historias. El fin es que sus protagonistas se sientan apoyados y valorados. Que sepan que no est¨¢n solos¡±.?

La exposici¨®n PRESENTE-FUTURO se inaugura el jueves 14 en la Fresh Gallery (Conde de Aranda 5, Madrid)?