Maltratar a los ni?os para disuadir a los padres
La pol¨ªtica de 'tolerancia cero" contra la inmigraci¨®n irregular impulsada por Trump vulnera gravemente los derechos de la infancia
A veces, un audio vale m¨¢s que mil palabras e incluso m¨¢s que mil fotograf¨ªas. Los dos minutos y medio de la grabaci¨®n en la que escuchamos a ni?os de dos, tres, seis a?os, llorando y pidiendo que les lleven junto a sus pap¨¢s, conmueve hasta el dolor. Nuestro cerebro l¨ªmbico se retuerce ante un sonido que nos mueve a la compasi¨®n desde tiempos inmemoriales: el instinto imperioso de proteger a nuestras criaturas. Gracias a ¨¦l sobrevivimos como especie. ?A qu¨¦ grado de descivilizaci¨®n hemos llegado que somos capaces de separar a los ni?os de sus padres y encerrarlos en grandes jaulas de alambre para cumplir un fr¨ªo protocolo de inmigraci¨®n? Semejante dispositivo solo ha podido ser dise?ado por pol¨ªticos y funcionarios robotizados, sin atisbo de sensibilidad humana.
Explicaba Primo Levi, profundamente marcado por su condici¨®n de jud¨ªo superviviente de un campo de exterminio nazi, que para poder aniquilar a tanta gente como se aniquil¨® en el Holocausto, para poder construir una maquinaria de exterminio como aquella, antes era preciso deshumanizar a las v¨ªctimas, cosificarlas. Desprovistas de su condici¨®n de seres humanos, los otros seres humanos encargados de hacer funcionar esa maquinaria pod¨ªan llevarlos a la c¨¢mara de gas y aplicar sin remordimiento las macabras directrices hasta niveles de crueldad que solo la literatura ha sido capaz de describir. Abismos como el dilema que William Styron describe en La decisi¨®n de Sophie, en la que una madre se ve obligada a elegir cu¨¢l de sus dos hijos debe morir para que el otro sobreviva, bajo la amenaza de que si no elige, morir¨¢n los dos.
Cuando el fiscal general Jeff Sessions anunci¨® en abril pasado que comenzaba la pol¨ªtica de ¡°tolerancia cero¡± contra la inmigraci¨®n ilegal, estaba anunciando que se iban a apretar las tuercas del sufrimiento. Dicho sin eufemismos: la pol¨ªtica de maltratar para disuadir. En este caso, maltratar a los ni?os para disuadir a los padres de intentar entrar en EE?UU. Sessions rechaza, por exagerada, cualquier comparaci¨®n con las pr¨¢cticas nazis, pero lo hace con argumentos muy sospechosos: ¡°Los nazis no permit¨ªan que los jud¨ªos se fueran, como hacemos nosotros con los inmigrantes¡±, ha declarado a Fox News. Claro que no. Pero, ?por qu¨¦ ser¨¢ que tanta gente hace esa misma asociaci¨®n?
El presidente Trump dice que se limita a aplicar las leyes. As¨ª es. Pero son unas leyes que se han modificado para criminalizar y perseguir la inmigraci¨®n de manera que ahora, cualquiera que entre en EE?UU de forma irregular, comete un delito y ha de ser llevado ante el juez. Eso justifica separar a los ni?os de sus padres, cualquiera que sea su edad. El sistema es tan perverso, que nadie sabe por cu¨¢nto tiempo. Tampoco hay garant¨ªas de reencuentro. Nadie sabe nada. Nadie explica nada. Algunos padres han tardado hasta ocho meses en poder recuperar a sus hijos. Cabe imaginar las secuelas que puede dejar una separaci¨®n tan traum¨¢tica a tan corta edad.
Las grabaciones difundidas por la organizaci¨®n ProP¨²blica de lo que ocurre en las jaulas de la Patrulla Fronteriza muestran la deshumanizaci¨®n del sistema de detenciones. Los guardias que los custodian se burlan del llanto contagioso de los ni?os: ¡°Tenemos una orquesta, nos falta el director¡±, bromean. El verdadero director est¨¢ lejos de all¨ª, en la Casa Blanca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.