Salvini: la verg¨¹enza de Europa

El gigantesco autor Erri de Luca, nacido en el N¨¢poles de posguerra, ha contagiado muchos de sus libros del esp¨ªritu de resistencia frente al nazismo, de historias de supervivencia en la pobreza, de solidaridad entre vecinos y de asombro y gratitud ante las tropas de EE?UU que desembarcaron en el sur de Italia para pelear contra el fascismo. ?Vaya tiempos! Conviene recordar El d¨ªa antes de la felicidad (Siruela), por destacar una, como tambi¨¦n conviene recordar a Primo Levi, Natalia Ginzburg o Cesare Pavese, como hay que esforzarse siempre en recordar a Amos Oz o a David Grossman antes de empezar a hablar de las acciones del Gobierno de Israel sin hablar de Israel. Los malos gobernantes no representan a todo el pa¨ªs, respiremos antes de atacar, aunque sean las mayor¨ªas de sus poblaciones las que los hayan elegido.

Porque el Gobierno de Italia, desde que se ha estrenado Salvini (aunque el primer ministro sea un tal Conte que dicen que est¨¢ enfadado), est¨¢ convirti¨¦ndose en la mayor amenaza a los valores que ha representado Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Grecia, el pa¨ªs que ha sufrido el mayor coste de la crisis de toda la Uni¨®n Europea, supo acoger a cientos de miles de inmigrantes huidos de Siria que desafiaban su exigua econom¨ªa sin que conoci¨¦ramos ninguna negativa al desembarco de ninguno de los rescatados. Eso nunca estuvo en cuesti¨®n. Los refugiados circularon hacia otros pa¨ªses de Europa y encontraron la valiosa asistencia de Angela Merkel, cuya estatura ¨¦tica se dispar¨® en 2016 al abrir las puertas a cerca de un mill¨®n de personas. A¨²n paga un alto precio pol¨ªtico por ello. Grecia necesit¨® ayuda y la Uni¨®n Europea articul¨® un acuerdo con Turqu¨ªa que fren¨® ese flujo.

Las migraciones desde ?frica disminuyeron de intensidad, pero ahora llaman a la puerta de Italia. Y el nuevo Gobierno de un pa¨ªs que representa la octava econom¨ªa del mundo y la tercera de la eurozona solo despu¨¦s de Alemania y Francia, impide el desembarco de otro buque con 224 inmigrantes a bordo a los que califica de ¡°carne humana¡±.

Matteo Salvini se ha convertido en la verg¨¹enza de Europa, como Donald Trump lo es de una Am¨¦rica que se forj¨® gracias a la acogida y flujos de extranjeros entre los que se incluye su esposa. El ministro del Interior italiano neg¨® el desembarco del Aquarius, que el nuevo Gobierno espa?ol tuvo la talla moral de acoger, y niega ahora el del barco de la ONG Lifeline. Ha amenazado con retirar la protecci¨®n del autor amenazado Roberto Saviano despu¨¦s de que ¨¦ste haya criticado su xenofobia. E impulsa un censo de gitanos en un ataque ¨¦tnico con ecos que empiezan a recordar a Hitler y, mucho despu¨¦s, los Balcanes.

?Cu¨¢nto tardar¨ªa la UE, al menos la que conoc¨ªamos, en condenar y actuar ante algo semejante si procediera de un Estado menor? ?C¨®mo reaccionar¨ªa Bruselas si quien separara a ni?os peque?os de sus padres en la frontera no fuera EE?UU, sino Uzbekist¨¢n? Las voces sensatas quedan siempre desencajadas cuando quien viola todo esto es de los nuestros. Sobre todo un poderoso de los nuestros. Pero urge alzar la voz si queremos que esto siga en pie. En Europa no puede haber cabida para la verg¨¹enza de Europa. La Italia de Erri de Luca, y no la de Mussolini, debe volver a ser verdad.