La derecha europea se asoma al fracaso

Que la socialdemocracia europea sufre una larga y profunda crisis es una obviedad respaldada por los datos catastr¨®ficos de los partidos nacionales que la representan. Baste se?alar el ¨²ltimo gran fiasco, el del Partido Socialista Franc¨¦s, que en las elecciones de 2017 pas¨® de la mayor¨ªa absoluta a obtener el 6% de los votos. Los partidos cl¨¢sicos reculan frente a formaciones de nuevo cu?o, pero no solo la izquierda cede terreno.

Los movimientos tel¨²ricos de la pol¨ªtica tambi¨¦n est¨¢n afectando negativamente a los democristianos o partidos conservadores. El a?o pasado, tres grandes formaciones conservadoras sufrieron cierto castigo electoral. En Francia, Los Republicanos quedaron, por vez primera en la historia, fuera de la segunda ronda de las presidenciales, Theresa May, en el Reino Unido, perdi¨® la mayor¨ªa absoluta y la coalici¨®n alemana CDU-CSU redujo en un 7% sus apoyos. Este mismo a?o, en marzo, la Forza Italia de Silvio Berlusconi ha quedado en la oposici¨®n y en Espa?a, el PP ha perdido el gobierno por una moci¨®n de censura favorecida por la p¨¦rdida previa de su mayor¨ªa absoluta.

La Uni¨®n Europea est¨¢ atravesando uno de sus momentos m¨¢s inciertos. La causa no es la inmigraci¨®n, cuyos flujos se han reducido dr¨¢sticamente este a?o, sino el populismo que ha logrado inocular el miedo al extranjero en unas sociedades que ya no crecen econ¨®micamente al ritmo de anta?o. No es casualidad que mientras la coalici¨®n que sostiene a Angela Merkel perd¨ªa apoyos, entrara en el Bundestag la populista y antieuropea Alternativa para Alemania.

Los partidos cl¨¢sicos afrontan graves dificultades para dar respuesta a esos miedos irracionales que han devenido en movimientos ultranacionalistas que amenazan la existencia de la UE. En la p¨¦rdida de peso de los democristianos influyen decisivamente los partidos que les roban votos desde la extrema derecha y desde el centro. Pero esa tendencia a la baja no es solo achacable a los dem¨¢s.

L¨ªderes de la pol¨ªtica europea de los ¨²ltimos 23 a?os, los conservadores son los m¨¢ximos responsables de la gesti¨®n de la crisis y, por tanto, de algunas de las frustraciones que esa gesti¨®n ¡ªcon la austeridad como bandera¡ª ha generado. El resultado en Grecia, despu¨¦s de ocho a?os de intervenci¨®n, es dram¨¢tica para los pensionistas y las clases medias. Han dejado el campo libre a quienes como Emmanuel Macron recuperan la pasi¨®n por ¡°una Europa que protege¡±, en alusi¨®n a la desafecci¨®n que la derecha no supo evitar. El resultado m¨¢s peligroso de los errores de los conservadores es, con todo, la asunci¨®n de los postulados populistas para conservar el poder, lo que es especialmente notorio en pa¨ªses del Este como Hungr¨ªa y Rep¨²blica Checa. La CSU alemana ya ha emprendido esa senda.