Maradona, la vida de excesos de un mito
La err¨¢tica actitud del exjugador argentino en el partido de la selecci¨®n de su pa¨ªs contra Nigeria vuelve a poner de actualidad el ascenso y ca¨ªda de una leyenda del f¨²tbol
Los 58 a?os de?trayectoria de Maradona ser¨¢n calificados por unos como gloriosos y por otros como desastrosos, pero nadie podr¨¢ describirlos como anodinos. As¨ª es el jugador argentino que enamor¨® a los amantes del f¨²tbol en los a?os ochenta y noventa: excesivo, apasionado y cualquier cosa menos modesto. Sentado este martes en la grada VIP del estadio de San Petersburgo donde Argentina se jugaba contra Nigeria su pase a octavos de final del Mundial de F¨²tbol, Maradona volvi¨® a crear espect¨¢culo con sus gestos, con sus arr¨ªtmicos balanceos y un m¨¢s que evidente descontrol que termin¨® requiriendo atenci¨®n m¨¦dica.
Los comentarios sobre los motivos que pod¨ªan ser la causa de este incidente p¨²blico no se pueden convertir en noticia porque no est¨¢n contrastados, pero s¨ª lo es que hasta los medios deportivos que siempre han defendido al Pelusa, han cambiado su discurso y afean la conducta del exjugador porque no ya ¡°no hace gracia y est¨¢ dando un espect¨¢culo lamentable¡±. Un espect¨¢culo, que si no le pone freno, puede eclipsar su imagen de referente y trocarla en t¨®xico ejemplo de lo que no debe ser un deportista.
Parece que Maradona se ha cre¨ªdo realmente la mano de Dios ¨Capodo que se gan¨® cuando meti¨® un gol patri¨®tico frente a Inglaterra que necesit¨® de la dudosa ayuda de su diestra¨C y que nada ni nadie es quien para pararle los pies. Se enciende un puro en el campo aunque est¨¦ prohibido fumar, critica a Sampaoli, el seleccionador nacional argentino, porque ¨¦l es el que m¨¢s sabe y el que mejor lo har¨ªa, no salta al terreno de juego porque se lo impiden los a?os y los kilos pero minimiza con su actitud a los verdaderos protagonistas que no son otros que los jugadores de la selecci¨®n de su pa¨ªs; se pelea con Pel¨¦, con sus mujeres, con sus m¨¦dicos e incluso con alguno de sus hijos¡ La vida de Maradona, el que fue h¨¦roe de Argentina pende del hilo de sus excesos.
La sombra de sus adicciones no le abandona. ¡°Ten¨ªa 24 a?os cuando consum¨ª droga por primera vez. En Barcelona¡±, confes¨® a una cadena de televisi¨®n italiana. ¡°La droga es el problema m¨¢s grande, la droga mata¡±. Entre 1998 y 2000, los a?os siguientes a su retiro, habl¨® muchas veces de su desesperada lucha contra la coca¨ªna. En enero de 2000 ingres¨® de urgencia en Punta del Este, Uruguay y el m¨¦dico que le salv¨® la vida cont¨® a?os despu¨¦s que estuvo 40 minutos debati¨¦ndose entre la vida y la muerte.
Viaj¨® a Cuba para rehabilitarse y se hizo amigo de Fidel Castro. En 2004 volvi¨® a ser ingresado en una cl¨ªnica psiqui¨¢trica de Buenos Aires para otro tratamiento de desintoxicaci¨®n. En 2005 presum¨ªa de haber comenzado a superar su adicci¨®n, pesaba 120 kilos y consigui¨® adelgazar 50 tras someterse a una operaci¨®n de bypass g¨¢strico. Pero en 2007 fue el alcohol el que le llev¨® de nuevo a un centro en el que estuvo en tratamiento durante varias semanas. En 2010 la FIFA lo suspendi¨® dos meses cuando siendo entrenador de la selecci¨®n albiceleste manifest¨® sin pesta?ear tras el triunfo de Argentina frente a Uruguay: ¡°A los que no creyeron, que la chupan y la sigan chupando¡±. En 2011 fue despedido como t¨¦cnico de Al Wasl, un club de Emiratos ?rabes por su escasez de resultados frente al equipo. Un pa¨ªs al que volvi¨® en 2017 como director t¨¦cnico de otro club, Al Fujairah, durante una temporada.
Idas y venidas que tambi¨¦n han caracterizado su historial sentimental y sus litigios judiciales. Cinco hijos con cuatro mujeres distintas, una causa por posesi¨®n de coca¨ªna en 1991, agresi¨®n a varios periodistas en 1994, tres demandas de paternidad ¨Cuna presentada por Cristina Sinagra madre de su hijo Diego, otra de Valeria Sabala¨ªn, madre de Jana, y otra iniciada por Natalia Garat quien falleci¨® en noviembre de 2005 y reclamaba al jugador la paternidad de otro supuesto hijo que se llama Santiago.
En esta historia no han faltado problemas con el fisco italiano que le reclam¨® m¨¢s de 34,2 millones de euros por evadir impuestos durante sus a?os como jugador del N¨¢poles. Tampoco acusaciones por violencia de g¨¦nero y acoso sexual. En 2006 una mujer le demand¨® en Polinesia despu¨¦s de que Maradona le rompiera un vaso en la cabeza tras un altercado con su hija Gianina; un incidente que se resolvi¨® extrajudicialmente. En octubre de 2014, fue su ¨²ltima pareja conocida, Roc¨ªo Oliva, la protagonista de un altercado del que existe una grabaci¨®n en el que el exfutbolista la grita y la golpea dos veces a causa de un m¨®vil. Tambi¨¦n existe una denuncia de una periodista rusa, Yekaterina Nod¨®lskaya, que acus¨® a Diego Armando Maradona de haber intentado quitarle la ropa cuando fue a entrevistarlo a su habitaci¨®n.
Ni sus m¨¢s cercanos se han librado de sus cambios de car¨¢cter: en 2003 el jugador reclam¨® dos millones de d¨®lares a su antiguo representante, Guillermo C¨®ppola, demanda que retir¨® en 2008. Y en 2015 le lleg¨® el turno a Claudia Villafa?e, su novia de toda la vida, con quien estuvo casado 14 a?os y tiene dos hijas, Dalma y Giannina, de quien se divorci¨® en 2003, a quien el Pelusa demanda por presunto fraude, estafa y malversaci¨®n de patrimonio. Un hecho que personas cercanas al entorno del jugador cuestionan ya que califican a Villafa?e como ¡°una dama que ha protegido a su marido y expareja durante a?os¡±.
Ahora el astro del f¨²tbol vuelve a encontrarse en la encrucijada de comportarse como un ¨ªdolo caprichoso y errante a un paso de convertirse en pat¨¦tico juguete roto o hacer honor a su historial deportivo y preservar las haza?as que le han convertido en uno de los mejores jugadores de la historia del f¨²tbol.?
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