Beb¨¦s robados y ADN

El 20 de julio de 1975 mi mujer y yo tuvimos un hijo en la maternidad de Santa Cristina. Al llegar, los asistentes nos advirtieron de que no o¨ªan sus latidos, finalmente se asfixi¨® con el cord¨®n umbilical. Me ense?aron el cuerpo, lo enterramos y entendimos que fue un dram¨¢tico suceso que nos toc¨® vivir. Con las informaciones de robos de beb¨¦s, de fechas y centros m¨¦dicos, nos surgen ciertas dudas, quiz¨¢s irracionales por no tener fundamento de que ese hijo fuera robado y dado en adopci¨®n. Los casos fueron muchos y la tolerancia oficial hacia dicho negocio, incluso en ¨¦poca democr¨¢tica, produce un asco profundo. Lo exigible, porque para eso sirve la historia, es que no se vuelva a repetir algo tan nauseabundo como comerciar con ni?os privando de la maternidad y paternidad a madres y padres que dar¨ªan la vida por criar a sus hijos. Para ello hay que legislar, urge un registro de ADN de todos los seres que nazcan, al que, en el momento de la renovaci¨®n del DNI, se unan los de los nacidos con anterioridad, es lo ¨²nico que dar¨ªa tranquilidad a todos. Nos lo merecemos. Que otros no tengan mis dudas.¡ª Dionisio Rodr¨ªguez.Villaviciosa de Od¨®n (Madrid).

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