Hacia el cambio fiscal

El d¨¦ficit de la Seguridad Social (18.000 millones) y la financiaci¨®n de las pensiones, cuyo coste aumentar¨¢ de forma inmediata con el acuerdo presupuestario para revalorizarlas con el IPC, colocan al nuevo Gobierno en la delicada situaci¨®n de adoptar medidas fiscales dr¨¢sticas, algunas de aplicaci¨®n inmediata y otras diferidas en el tiempo. La soluci¨®n ¨®ptima ser¨ªa aprobar una reforma tributaria integral que acabe con las deficiencias y desigualdades de todos los impuestos y que se traducen en una presi¨®n fiscal seis puntos por debajo de la media europea. Pero una reforma de esta naturaleza requiere tiempo y una mayor¨ªa parlamentaria que quiz¨¢ hoy no sea posible. Las urgencias conducir¨¢n a una pol¨ªtica de cambios parciales en la normativa, subidas impositivas y, quiz¨¢, la creaci¨®n de nuevos impuestos (sobre las transacciones financieras, a las tecnol¨®gicas o medioambiente).

La estructura fiscal espa?ola es un puro desequilibrio. El Impuesto sobre la Renta exige retoques para gravar m¨¢s las rentas m¨¢s altas. El Impuesto de Sociedades es el gran deudor de la econom¨ªa espa?ola. La recaudaci¨®n del impuesto, que antes de la crisis superaba los 44.000 millones, apenas pasa hoy de 25.000 millones aunque los beneficios de las empresas se han recuperado holgadamente al menos desde 2015. La causa de esta recaudaci¨®n mermada es una mara?a de normas tributarias que favorecen las deducci¨®nes, las desgravaciones y la creaci¨®n de voluminosos cr¨¦ditos fiscales. Y los impuestos especiales tambi¨¦n est¨¢n muy por debajo de la media europea (en los carburantes, sobre todo el diesel y el alcohol, por ejemplo)

La tributaci¨®n de los carburantes y al alcohol tienen que subir en el Presupuesto para 2019. No es menos evidente que las deducciones en Sociedades tienen que ser revisadas una a una y suprimidas en su mayor¨ªa. No es aceptable que grandes empresas acumulen cr¨¦ditos fiscales que les permiten no pagar por beneficios y que muchas apenas tengan una tributaci¨®n real del 7%, cuatro veces por debajo del tipo nominal. Sin una reforma integral, la ¨²nica opci¨®n para aproximar la recaudaci¨®n real por Sociedades a su potencial es cambiar las normas para limitar los gastos fiscales; como, por ejemplo, reducir las deducciones de los activos fiscales diferidos.

Nada impide crear nuevos impuestos que ayuden a superar las dificultades actuales. Algunos, los medioambientales, son urgentes; otros, como la tasa a las tecnol¨®gicas, deber¨ªa aplicarse en sinton¨ªa con Europa; y un hipot¨¦tico impuesto a la banca tendr¨ªa que pactarse despu¨¦s de explorar las correcciones mencionadas en Sociedades. No hay que olvidar el gran problema fiscal espa?ol: el fraude. Es obligado destinar m¨¢s recursos a la inspecci¨®n de medianas y grandes empresas; e imponer normas jur¨ªdico administrativas para evitar el diferimiento en los pagos de los fraudes comprobados para bajar la morosidad (15.300 millones en 2018).