Salir de la zona de confort
En este momento emergente, los protagonistas son los que entienden el poder de lo inesperado. Diego Armando es un hombre acabado, Maradona es un mito que alimenta redes
Me encantan los Mundiales de f¨²tbol, porque pasan cosas. Se mezcla lo deportivo con el azar, la vida, el respirar. Corea del Sur destronando a Alemania. Ese Maradona, puest¨ªsimo, que se infla de emoci¨®n ante el gol de Messi que salv¨® a Argentina de regresar a casa con las manos vac¨ªas. El momento Maradona es desagradable porque es la coronaci¨®n de un divismo insaciable. Le arrebata el titular al deportista con un aparatoso gesto de histri¨®n. Pero en este momento emergente, los protagonistas son los que entienden el poder de lo inesperado. Diego Armando es un hombre acabado, Maradona es un mito que alimenta redes y engorda rodeado de gente equivocada. Basta ver ese v¨ªdeo, donde lo trasladan al interior de una sala VIP del estadio donde se desmay¨® y, una vez apoyado en una butaca y atendido por param¨¦dicos rusos, uno de sus acompa?antes se come varios canap¨¦s viendo la escena tan pancho.
Es posible que tus amistades reflejen parte de ti. Maradona est¨¢ endiosado y abotargado, todo en ¨¦l es una sobredosis. Y solo pueden acompa?arle personas que sepan aprovecharse de eso. Maradona es detestado por la oposici¨®n venezolana, por ejemplo, porque se ha dejado acariciar la panza tanto por Ch¨¢vez como por Maduro. A los fans de Maluma, el nuevo ¨ªdolo musical colombiano, les incomod¨® la acaramelada imagen del cantante junto al astro argentino en un avi¨®n privado. Despu¨¦s de alojarse en el hotel Four Seasons de Mosc¨², al autor de Felices los 4 le sustrajeron joyas por un valor de 700.000 euros. Ese es el problema del bling-bling, que como tienes que ponerte todas las joyas juntas, viajar se convierte en un riesgo. Le robaron casi tanto como a Kim Kardashian en Par¨ªs el a?o pasado y puede deberse no solo a la ostentaci¨®n sino a la permanente exhibici¨®n en Instagram. Esta juventud no sigue el consejo de las antiguas estrellas del glamour exagerado, como Zsa Zsa Gabor, que igualmente jam¨¢s llevaba pocas joyas pero las que llevaba nunca eran aut¨¦nticas. De hecho, las fabricaba su madre en un taller de Hollywood y las verdaderas se guardaban en el banco. Lo que pasa es que en la ¨¦poca de Zsa Zsa, llevar joyas significaba que te las regalaban hombres poderosos. Hoy en d¨ªa el poder de un logo, de una marca es una revalidaci¨®n de ti mismo. Ser nuevo rico ya no est¨¢ mal visto y tiene que ser exhibido como la brillante realizaci¨®n de tus sue?os. Un vicio del que no podemos desprendernos.
Brillos y vicios hay en todas partes. Y, como no, en el PP tambi¨¦n empiezan a aflorar unos cuantos gracias al esc¨¢ndalo de las afiliaciones hinchadas como el ego de Maradona. Parece que siguen afiliadas personas que ya no est¨¢n vivas, algo que en realidad no debe sorprender mucho en un partido pol¨ªtico, porque si le eres fiel a una ideolog¨ªa aqu¨ª, tambi¨¦n deber¨ªas serlo en el m¨¢s all¨¢. Bromas aparte, Pablo Casado, el aspirante con la sonrisa ilimitada, ha sabido aprovechar el regate para convertirse en el hombre bisagra, es decir, ese elemento imprescindible que estar¨¢ sujetando la puerta de Cospedal o de S¨¢enz de Santamar¨ªa, porque como no habr¨¢ mayor¨ªa, cualquiera que gane lo necesitar¨¢. Pablo, seguramente por los m¨¢steres que ha hecho, sabe adelantarse y hacerse necesario. Lo escuch¨¦ una ma?ana muy jovial y congeniando con Pepa Bueno, encantado de llamarla Pepa y confesando, en plan tierno que a sus m¨ªtines no viene mucha gente. Distendido pero concreto. Y mientras tanto Soraya, que ya deber¨ªa tener una serie de televisi¨®n al estilo de Paquita Salas, insiste en que todo el tema de los afiliados hinchados es algo a lo que debe responder el aparato del partido, que es Cospedal y del que ella, en plan infanta Cristina o Ana Mato, no sabe nada. Mal, Soraya, mi amor (que es como deber¨ªa llamarse el serial), es como que si no te hubieras dado cuenta de que las cosas no es que est¨¢n cambiando, es que han cambiado. Soraya corres peligro de no transmitir un mensaje renovado. Haz como Paula Echevarr¨ªa, que en Pronto revela que con la edad, ¡°me gusta salir m¨¢s de mi zona de confort. Divertirme, tirarme al suelo y comer polvo y tierra¡±. ?Esta entrevista deber¨ªan hacerla suya Soraya y Bego?a G¨®mez, la esposa del presidente S¨¢nchez! Estamos en la era de abandonar la zona de confort. Y comer polvo. Y tierra.
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