El ¡®sintecho¡¯ portugu¨¦s que se convirti¨® en modelo

"Hace 35 a?os me licenci¨¦ en Ingenier¨ªa Inform¨¢tica y desde hace nueve en habilidades de la r¨²a". V¨ªtor Leit?o se sabe todos los trucos para dormir gratis, comer por 1,40 euros y sacarse cinco euros al d¨ªa revendiendo abonos de metro. Hace unos a?os, alguien vio en su rostro castigado y su larga barba blanca un modelo publicitario de "persona aut¨¦ntica".?

En la edici¨®n portuguesa revista Vogue de este mes de julio aparece un vejete enrollao con gafas de sol, bermudas, camisa hawaiana y una barba blanca. Parece salido de una comuna hippie californiana, pero en realidad vive a salto de mata por los barrios de Lisboa.?

V¨ªtor Leit?o era director de la red inform¨¢tica de una universidad privada portuguesa hasta que ¨¦sta cerr¨® en 2007. Sus empleados se fueron a la calle sin indemnizaciones ni pago de sueldos atrasados. Leit?o ah¨ª sigue. "Con 51 a?os no era f¨¢cil empezar. Me fui a Mozambique para desarrollar en cinco a?os un proyecto gubernamental de lectura de contadores con el m¨®vil. Al a?o, el Gobierno no pagaba y mi empresa no aguant¨® m¨¢s los gastos de mi estancia en Maputo. Cuando regres¨¦ no ten¨ªa la casa, pues la hab¨ªa dejado de alquilar, me hab¨ªan robado el coche, hab¨ªa perdido el DNI y el m¨®vil era un aparto in¨²til sin un contrato. Empec¨¦ a licenciarme en las habilidades de la calle".

Leit?o dorm¨ªa en la estaci¨®n de Oriente y de madrugada comenzaba su ronda por las m¨¢quinas de billetes, en busca de monedas o de los mismos billetes que a menudo los turistas tiran sin comprobar si hay saldo. "Los verificaba en las m¨¢quinas y si hab¨ªa dinero los vend¨ªa por la mitad del saldo; entre unas cosas y otras me sacaba un m¨¢ximo de ocho euros diarios".

En el camino de su licenciatura de la r¨²a, descubri¨® que en Ayuda M¨¦dica Internacional le daban por 1,40 euros sopa, pastel de carne, zumo y pan. "Por la noche, la Comunidad Vida y Paz recorr¨ªa las estaciones con comida caliente. M¨¢s tarde descubr¨ª que la Santa Casa de Misericordia ten¨ªa refugios temporales y me aceptaron durante 90 d¨ªas. Daban 50 euros mensuales a condici¨®n de que cada d¨ªa ense?ara las solicitudes de trabajo que hab¨ªa hecho. Sal¨ªamos del albergue a las 9 de la ma?ana ¡ªduchados y desayunados¡ª?y no pod¨ªamos regresar hasta la 6.30 de la tarde. Durante esas horas, me inventaba recursos: adquir¨ª un pase de metro mensual que, ya con mi carn¨¦ de la Casa de Misericordia, me sal¨ªa por 18 euros. Tambi¨¦n pude acceder al subsidio m¨ªnimo mensual (170 euros). Consegu¨ª un contrato de m¨®vil por 22 euros?y empec¨¦ a contactar con antiguos clientes. Aquello empezaba a mejorar".

Sin que su relaci¨®n con aquellos clientes diera fruto, Leit?o segu¨ªa con sus rutinas diarias por estaciones, aeropuertos y centros comerciales en los d¨ªas de fr¨ªo y lluvia. "A m¨ª me gustan mucho las plumas y un d¨ªa estaba mirando un escaparate de estilogr¨¢ficas cuando Fred me vio y me dijo si hab¨ªa pensado ser modelo".

Desde hace unos meses trabajo en un negocio de flete de pescados. Voy de 5 de la ma?ana a las dos de la tarde. Me dan 50 euros semanales y, a veces, un pescado para la cena

Fred Castro es el fundador de Sonder People, una agencia dedicada a ofrecer a las marcas publicitarias modelos no profesionales. "Solo personas aut¨¦nticas, porque creemos que el consumidor se identifica m¨¢s con productos anunciados por gente que no es perfecta", dice el empresario portugu¨¦s. Leit?o se dej¨® hacer un book fotogr¨¢fico y desde hace tres a?os le cae alg¨²n ingreso por esta v¨ªa. Ya ha puesto su inconfundible barba blanca al servicio de Lidl, Smart, la federaci¨®n de f¨²tbol, campa?as navide?as y este mes la revista Vogue.

A Leit?o le sale su vena matem¨¢tica en las meticulosas cuentas que hace. "El subsidio m¨¢s estos ingresos extra de entre 500 y 800 euros, dos veces al a?o, me han permitido alquilar una habitaci¨®n por 210 euros. Sigo yendo a comer por 1,40 euros y desde hace unos meses trabajo en un negocio internacional de flete de pescados. Voy de 5 de la ma?ana a las dos de la tarde. Me dan 50 euros semanales y, a veces, un pescado para la cena".

De su profesi¨®n de tanto futuro, del software y las redes, nada de nada. "Sigo respondiendo cada d¨ªa a un par de anuncios de media. No sirve para nada. Para una persona de 62 a?os y con 35 a?os de experiencia, no hay nada; la experiencia es un inconveniente. Estoy especializado en lenguaje Cobol, me he actualizado; me llamaron una vez preguntando si estaba dispuesto a ir a Par¨ªs, les dije que s¨ª, y hasta hoy".

Leit?o es un sin abrigo optimista. "No quiero estar en la calle de sol a sol y jugar a las cartas en las plazas p¨²blicas con otros jubilados, por eso me levanto a las 5 de la ma?ana; voy a la playa, ando en bici y a pie, mucho, pues andar ejercita la mente. Vivo el d¨ªa a d¨ªa, no dir¨ªa que activo pero s¨ª ocupado, para no recordar cosas negativas, pues ya pasaron. Ahora estoy un poco mejor y mi idea es seguir mejorando".

En su horario callejero, cada vez m¨¢s corto, visita salones de autom¨®viles y de televisores, est¨¢ al tanto de nuevos sistemas operativos ¡ª"aunque no me he puesto con Android"¡ª,?pero a las 5 de la tarde se encierra en su cuarto. "Tengo un PC y un port¨¢til y me dedico al trading burs¨¢til. Abr¨ª una cuenta internacional con 20 euros. A veces pierdo, pero casi siempre gano. Ya tengo unos 180 euros, quiz¨¢ alguno m¨¢s, pero no llegan a 185".

El ingeniero se ha estudiado todos los programas online de inversi¨®n burs¨¢til; por Internet ha conocido a grandes inversores que apuestan cada d¨ªa decenas de miles de d¨®lares y que le permiten a ¨¦l hacerlo con su pu?adito de euros. "El momento m¨¢s interesante para la inversi¨®n es cuando coinciden los horarios del Euronext y la bolsa de Nueva York", asegura.

Leit?o aplica el an¨¢lisis de tendencias de MetaTrader 5 y IQ Options. "Con mis pocos euros, solo hago opciones binarias al minuto. La tasa de rentabilidad que me da IQ Options oscila entre el 68% y el 92%, es decir, que por cada euro que gano recibo 92 c¨¦ntimos. Me fascina el trading, pero para ello hay que tener una vida segura, estable, sin problemas; no es la que yo tengo en estos momentos. A¨²n, no".