Ampliemos el espacio de lo posible
La reforma no pasa por ¡°gastar m¨¢s¡±, sino por atender las necesidades reales de nuestra econom¨ªa
Pronto se iniciar¨¢ la discusi¨®n de los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Primero, con el debate sobre el techo de gasto que el Gobierno debe llevar a las Cortes. Y, en oto?o, con la discusi¨®n parlamentaria de los propios Presupuestos.
El Gobierno, y las fuerzas pol¨ªticas que hemos impulsado la moci¨®n de censura, tenemos el reto de aprobar unos Presupuestos que abran una nueva etapa, con una estrategia completamente diferente de la del Partido Popular.
Entre 2012 y 2014, el PP aplic¨® dur¨ªsimos recortes del gasto y la inversi¨®n. Durante el periodo de 2015 a 2017, los recortes se frenaron, pero no se revirtieron. En esa l¨ªnea, la estrategia del ¨²ltimo Programa de Estabilidad remitido por Rajoy a Bruselas contemplaba disminuir el d¨¦ficit mediante una reducci¨®n del peso del gasto p¨²blico en la econom¨ªa, alej¨¢ndonos a¨²n m¨¢s de la media europea.
Ser¨ªa un dram¨¢tico error que el Gobierno de Pedro S¨¢nchez haga suyo este planteamiento, dado que nuestra econom¨ªa necesita una estrategia fiscal que vaya en la direcci¨®n opuesta. Adem¨¢s, S¨¢nchez demostrar¨ªa no haber entendido el enorme impacto pol¨ªtico que la austeridad fiscal ha tenido en Europa, y en la propia crisis de la socialdemocracia.
Nuestro pa¨ªs baj¨® un escal¨®n como consecuencia de las pol¨ªticas de austeridad, y necesitamos volver a subirlo. Ahora bien, el cambio de pol¨ªtica econ¨®mica que planteamos no pasa simplemente por ¡°gastar m¨¢s¡±, sino por atender a las necesidades reales de nuestra econom¨ªa.
En primer lugar, los servicios p¨²blicos fundamentales han experimentado una erosi¨®n que debe ser corregida, para volver a alcanzar los niveles de gasto educativo y sanitario en proporci¨®n al PIB que ten¨ªamos en 2009, antes de que empezasen los recortes. Debemos garantizar asimismo que el crecimiento de las pensiones quede vinculado al IPC.
En segundo lugar, hay retos que no han sido abordados y que exigen inversiones que tendr¨¢n una enorme rentabilidad econ¨®mica y social. Por ejemplo: equiparar los permisos de paternidad y maternidad hasta las 16 semanas; iniciar la transici¨®n energ¨¦tica ¡ªfomentando energ¨ªas renovables y mejorando la eficiencia de edificios e instalaciones¡ª; invertir en innovaci¨®n; garantizar la educaci¨®n infantil gratuita de cero a tres a?os, para facilitar la inserci¨®n laboral de las mujeres, e implementar un Programa de Renta Garantizada focalizado.
Una tercera raz¨®n para poner fin a la austeridad es que los vientos de cola ¡ªpetr¨®leo barato y tipos de inter¨¦s reducidos¡ª comienzan a mostrar signos de agotamiento, por lo que la pol¨ªtica fiscal debe servir para apuntalar el crecimiento y, con ello, la creaci¨®n de empleo, y no para lastrarlo. Implementar estas pol¨ªticas requiere que el peso del gasto en el PIB deje de reducirse. Actuando con inteligencia, el Gobierno puede y debe crear el margen fiscal suficiente para ello. Igual que un buen jugador de f¨²tbol es capaz de crear su propio espacio en el ¨¢rea, este Gobierno debe ampliar el ¡°espacio de lo posible¡± en materia presupuestaria.
Para empezar, reconociendo lo que todo el mundo sabe, incluida la propia Comisi¨®n Europea: los objetivos de d¨¦ficit que estableci¨® el PP carecen de realismo, y solo se podr¨ªan alcanzar en 2019 con fuertes recortes del gasto, que desde luego no apoyaremos. Por tanto, el Gobierno debe de renegociar el ritmo de reducci¨®n del d¨¦ficit con Bruselas, alej¨¢ndose del fetichismo del d¨¦ficit cero. Una vez alcanzado el objetivo del 3%, seguir reduciendo r¨¢pidamente el d¨¦ficit carece de sentido, dado que nuestro pa¨ªs tiene necesidades econ¨®micas y sociales m¨¢s importantes.
El PSOE y Podemos pactaron ya en el Congreso una proposici¨®n no de ley con medidas para avanzar r¨¢pidamente en la construcci¨®n de un ¡°suelo de ingresos¡± que eleve la recaudaci¨®n fiscal. Lo m¨¢s urgente: lucha contra el fraude, fiscalidad verde, eliminaci¨®n de las deducciones de las que se benefician las grandes empresas en el impuesto de sociedades ¡ªgarantizando al menos un tipo efectivo m¨ªnimo del 15% no eludible¡ª, e impuesto a la banca.
Esta nueva estrategia presupuestaria es perfectamente compatible con una progresiva reducci¨®n en los pr¨®ximos a?os del peso de la deuda p¨²blica sobre el PIB. Pero en vez de hacerlo manteniendo la austeridad en el gasto y la inversi¨®n, se lograr¨ªa gracias a una contribuci¨®n positiva de la pol¨ªtica fiscal al crecimiento econ¨®mico (y, por tanto, sin los costes econ¨®micos y sociales asociados a la estrategia de Bruselas).
Nacho ?lvarez es secretario de Econom¨ªa de Podemos y profesor en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.